Fotos de aniversario
El sábado 25, en fin, se realizó el almuerzo de La Casa del Escritor, bien sencillo pero agradable. Aprovechamos para inaugurar una pequeña sala de exposiciones donde estaba la cochera, y quedó muy bien. También hubo actividades del Museo de la Palabra y la Imagen, como la presentación de un juego de mesa y de los videos basados en Cuentos de cipotes que produjo el MUPI el año pasado. Y comida auténticamente salvadoreña, como mole poblano, tinga, chau fan y verduras en salsa de soya, entre otras.
Llegaron tres de las cinco fundadoras de La Casa (es decir de Las Innombrables, el Consejo de Ancianas --detestan que les llamen así--, las Primigenias, etcétera): Teresa Andrade, Nancy Gutiérrez (¡narradora entre poetas!) y Krisma Mancía.
Los del taller de video conversan con... o sea... un poeta, que es Santiago Vásquez, de blanco y con lentes. Además de Santiago, de izquierda a derecha, Carlos Guardado, Salvador Canjura, Nelson Ochoa y Osmín Magaña.
Más poetas: Emmanuel Arias Pocasangre, Loida Pineda, Herberth Cea, Érika Salinas y Mario Zetino.
Una de Krisma.
Santiago (a.k.a. Carlos Henríquez Consalvi) hace los honores después del almuerzo. En nombre de La Casa habló Johanna Marroquín, a quien se puede ver de negro. Abajo de ella está la Vale con una muñeca que le mandó su hermana Eunice, y Camilo, el hijo de Santiago.
Mario, Emmanuel y Beatriz Valdés, compañera nueva que escribe narrativa. ¡Y novela, además! ¡Y bien!
Loida en la nueva sala de exposiciones, viendo los cuadros de un compañero de la Casa Taller Encuentros, de Panchimalco.
Y aquí hace una graciosa salida de la susodicha sala.
Los dos Santiagos.
Quién sabe de dónde rayos salió este perro, pero se la pasó excelente durante todo el rato. Comió, departió con la gente y luego se echó una siesta. Se fue antes que el resto de los invitados.
Una de Valeria.
Con el pastel en la mano, Víctor Hugo Barrientos, de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural de Concultura, junto con su novia. Él fue el responsable de las obras que se han realizado últimamente en La Casa, como la sala de exposiciones, una pila de agua y una plataforma de cemento en la parte trasera de la construcción. Su mamá, Judith Barrientos, es otra de las fundadoras de La Casa, pero no pudo llegar.
Y lo celebrativo no quita lo dictador: aprovechamos el rato para trabajar la novela de Beatriz, y le seguimos el domingo por la tarde.
Durante la celebración, los jóvenes de varias escuelas de la zona de Los Planes jugaron al juego Los Izalcos, realizado por el MUPI. Hubo regalos y premios para ellos y comida.
Y más, pero de lo anterior quedó constancia en las fotos.
Llegaron tres de las cinco fundadoras de La Casa (es decir de Las Innombrables, el Consejo de Ancianas --detestan que les llamen así--, las Primigenias, etcétera): Teresa Andrade, Nancy Gutiérrez (¡narradora entre poetas!) y Krisma Mancía.
Los del taller de video conversan con... o sea... un poeta, que es Santiago Vásquez, de blanco y con lentes. Además de Santiago, de izquierda a derecha, Carlos Guardado, Salvador Canjura, Nelson Ochoa y Osmín Magaña.
Más poetas: Emmanuel Arias Pocasangre, Loida Pineda, Herberth Cea, Érika Salinas y Mario Zetino.
Una de Krisma.
Santiago (a.k.a. Carlos Henríquez Consalvi) hace los honores después del almuerzo. En nombre de La Casa habló Johanna Marroquín, a quien se puede ver de negro. Abajo de ella está la Vale con una muñeca que le mandó su hermana Eunice, y Camilo, el hijo de Santiago.
Mario, Emmanuel y Beatriz Valdés, compañera nueva que escribe narrativa. ¡Y novela, además! ¡Y bien!
Loida en la nueva sala de exposiciones, viendo los cuadros de un compañero de la Casa Taller Encuentros, de Panchimalco.
Y aquí hace una graciosa salida de la susodicha sala.
Los dos Santiagos.
Quién sabe de dónde rayos salió este perro, pero se la pasó excelente durante todo el rato. Comió, departió con la gente y luego se echó una siesta. Se fue antes que el resto de los invitados.
Una de Valeria.
Con el pastel en la mano, Víctor Hugo Barrientos, de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural de Concultura, junto con su novia. Él fue el responsable de las obras que se han realizado últimamente en La Casa, como la sala de exposiciones, una pila de agua y una plataforma de cemento en la parte trasera de la construcción. Su mamá, Judith Barrientos, es otra de las fundadoras de La Casa, pero no pudo llegar.
Y lo celebrativo no quita lo dictador: aprovechamos el rato para trabajar la novela de Beatriz, y le seguimos el domingo por la tarde.
Durante la celebración, los jóvenes de varias escuelas de la zona de Los Planes jugaron al juego Los Izalcos, realizado por el MUPI. Hubo regalos y premios para ellos y comida.
Y más, pero de lo anterior quedó constancia en las fotos.
6 comentarios:
Me hubiera gustado estar. Otra vez será. Un abrazo, y gracias por haber hecho "esto" (La Casa del escritor es una cosa estupenda). Thierry
Herberth Ochoa? y dice Herberth donde dice Zetino. Que alguien me explique.
Es que para mí eres como de la familia. Materna, pero familia...
Ya le voy a cambiar.
hey estuvo muy bien, me gusto el mole,
pero bueno
lo que pasa en La Casa de queda en La Casa
Emmanuel Pocasangre
Buena tarde señor Menjívar
Sigo consultando su blog. Me anima ver mucho las actividades de La Casa del escritor.
Ayer por la tarde llegó un libro a casa. El Manual del perfecto transa. Y fue entonces cuando supe el segundo nombre del autor.
Bendiciones
Cynthia de los Santos.
Ahq upe maravilloso! qué rico ver a toda la mara y hasta el chucho! un abrazo a todos!
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