Es una lástima
Me hubiera gustado que aprobaran, sin veto, la ley según la cual se leería la Biblia de manera obligatoria en las escuelas, para fortalecer moralmente a los estudiantes.
Varios pasajes se me vinieron a la cabeza de inmediato, como aquél en el que Dios, sin motivo alguno, desprecia los sacrificios de Caín y acepta los de Abel, con consecuencias de muchos conocidas, y a los que los alumnos podrían acceder en detalle por primera vez. Y, claro, cuando Dios les miente a Adán y Eva y les dice que, si comen del árbol aquél, morirán. Al final resulta que es el Demonio el que tiene la razón: comieron y fueron como Él, o sea que adquirieron un conocimiento que no era grato para Dios. ("La ignorancia es la felicidad", diría George Orwell muchos siglos después.) Y, para seguir en la misma línea, es importante que se enteren que La Mujer (o sea Eva) fue creada de una costilla de Adán, pero unas páginas después nos enteramos que en realidad con ella fundó una segunda familia, que ya existía Lilith por allí, la verdadera primera esposa.
O la masacre casi nuclear de Sodoma y, si eso tuviera justificación, la conversión de una mujer en sal por el simple hecho de atestiguar la matanza; los actos de Dios no son para que los vean los humanos.
O la degradación al extremo del hombre más fiel a Dios, por una simple apuesta con el Demonio. O la historia aquélla del hombre santo y sabio que manda a matar a su hermano para quedarse con su esposa.
Ya en plan más moderno, el par de desprecios de Jesucristo a su mamá, o sus ataques caprichosos, como cuando volvió estéril a la higuera porque no tenía higos en una época del año en que las higueras no producen... uh... higos. O cuando le dice a un tipo aquello de "dejad que los muertos entierren a sus muertos" porque quiere enterrar a su papá antes de seguirlo; "los muertos" son los que no están con Él, y punto. (En ese entonces debían ser muy poquitos.) O lo de los pobres puercos a los que llenó de demonios e hizo que se suicidaran para exorcizar a un fulano poseído.
O los pasajes más picantes --que son muchos-- del Cantar de los cantares...
Moral extrema desde la fuente misma. Justo lo que necesitábamos y ahora no podremos tener.
Varios pasajes se me vinieron a la cabeza de inmediato, como aquél en el que Dios, sin motivo alguno, desprecia los sacrificios de Caín y acepta los de Abel, con consecuencias de muchos conocidas, y a los que los alumnos podrían acceder en detalle por primera vez. Y, claro, cuando Dios les miente a Adán y Eva y les dice que, si comen del árbol aquél, morirán. Al final resulta que es el Demonio el que tiene la razón: comieron y fueron como Él, o sea que adquirieron un conocimiento que no era grato para Dios. ("La ignorancia es la felicidad", diría George Orwell muchos siglos después.) Y, para seguir en la misma línea, es importante que se enteren que La Mujer (o sea Eva) fue creada de una costilla de Adán, pero unas páginas después nos enteramos que en realidad con ella fundó una segunda familia, que ya existía Lilith por allí, la verdadera primera esposa.
O la masacre casi nuclear de Sodoma y, si eso tuviera justificación, la conversión de una mujer en sal por el simple hecho de atestiguar la matanza; los actos de Dios no son para que los vean los humanos.
O la degradación al extremo del hombre más fiel a Dios, por una simple apuesta con el Demonio. O la historia aquélla del hombre santo y sabio que manda a matar a su hermano para quedarse con su esposa.
Ya en plan más moderno, el par de desprecios de Jesucristo a su mamá, o sus ataques caprichosos, como cuando volvió estéril a la higuera porque no tenía higos en una época del año en que las higueras no producen... uh... higos. O cuando le dice a un tipo aquello de "dejad que los muertos entierren a sus muertos" porque quiere enterrar a su papá antes de seguirlo; "los muertos" son los que no están con Él, y punto. (En ese entonces debían ser muy poquitos.) O lo de los pobres puercos a los que llenó de demonios e hizo que se suicidaran para exorcizar a un fulano poseído.
O los pasajes más picantes --que son muchos-- del Cantar de los cantares...
Moral extrema desde la fuente misma. Justo lo que necesitábamos y ahora no podremos tener.