16 de diciembre de 2009

Fumar o no fumar

Dejé de fumar involuntariamente, pero dejé de fumar. Lo más interesante es que no pasé por todos los desagradables síntomas del síndrome de abstinencia: si acaso los tuve, fue en las dos semanas posteriores a mis dos primeras operaciones, cuando estuve delirando más que pensando, a punto de quedarme fuera del juego ni más ni menos que a causa de una deficiencia pulmonar provocada por treinta y cuatro años de fumar un promedio de una cajetilla diaria (a veces fue media, a veces fueron dos, etcétera).
Casi todos los días soñaba que tenía un cigarro en la mano, me lo llevaba a la boca y en ese momento me despertaba con la mano en la boca, a punto de succionar absolutamente nada. Por lo menos tres veces al día, durante los tres meses de mi hospitalización, sentía la necesidad momentánea de fumar. Tomaba un trago de agua y la necesidad desaparecía. O no hacía nada y tardaba unos segundos más. Pero no era una necesidad física. No me lloraban los ojos, no me dolía la cabeza, no me quería morder las falanges ni asesinar a golpes a mi vecino.
De regreso a casa, el miércoles pasado, comenzó una necesidad diferente, de la que ya me había hablado Krisma. Me senté frente a la computadora, abrí mi correo después de tres meses (había muchos menos mensajes de los que esperaba) y en algún momento, zaz, mi mano se fue a buscar la cajetilla donde generalmente la pongo, o la ponía. No la encontré, una sonrisa y seguí en lo mío. Al día siguiente, por la mañana, mientras Krisma preparaba el desayuno, zaz, la necesidad de otro cigarro. Otra sonrisa y la necesidad se fue. Y así: hay situaciones cotidianas que de repente disparan el deseo de encender un cigarro.
El domingo pasado, Ingrid llevó --como siempre-- unos cigarros a La Casa del Escritor. (Para los morbosos que quieran ver cómo quedé, Ricardo Hernández puso unas fotos en su blog.) Le pedí un par de jalones. El primero, delicioso. El segundo, más aún. Le devolví el cigarro y de pronto sentí algo que había olvidado: el sabor a cosa quemada que queda después de fumar. No me gustó y me lo quité con jugo de naranja. Al rato le pedí a Ingrid un jalón más y decidí que no volvería a fumar.
Ayer en la noche le di un jalón pequeño y dos regulares al cigarro nocturno de Krisma. Lo mismo: la sensación del humo me encanta, como siempre me encantó, pero el sabor a quemado es demasiado fuerte para querer fumar más. Igual hay momentos en que siento la necesidad de encender un cigarro; basta con sonreírme para que la necesidad desaparezca.
Veremos si de veras aguanto. Creo que sí. El recuerdo de las dos semanas con oxígeno las veinticuatro horas no es el peor de mi vida, pero entre los menos bonitos está lo que decían los médicos al pie de mi camilla, cuando creían que estaba dormido o inconsciente. No le voy a ayudar a la muerte, ya que estamos en eso de la sobrevivencia.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Le doy un consejo, no juegue con el destino, ya se salvó de una. Conozco personas que despues de una de estas crisis seguía fumando (con cancer pulmonar o con enfisema). No vale la pena.
Yo comenzé a fumar a los 12 y deje a los 30, luego que mi madre murió de cancer por fumar.
Ahora me fumo un puro los fines de semana (solo uno) por el placer de un buen aroma no por el vicio de fumar 10 o 15 cigarros. Es como dejar de tomar vodka todos los días por tomar un buen vino de vez en cuando.
Tal vez algún amigo suyo le pueda conseguir unos buenos habanos (aquí una caja cuesta más de un salario minimo!) o unos nicas.
Hay cosas en la vida que se disfrutan más cuando son medidas y no por vicio.
Que se mejore.

Luis Hernández dijo...

Pues mi papá se fumaba dos cajetillas de cigarros diarias, después le bajó a una, y un buen día de después de tres meses en el Medico Quirúrgico y una operación de corazón abierto pues dejó de fumar.

Y no fue por miedo ni nadea de eso, simplemente dejó de fumar. Ya lleva 5 años y dice que no le ha dado necesidad de fumar otra vez.

Espero verte pronto. Saludos

Anónimo dijo...

Señor , pues que bueno que regresaste del hospital caminando y para contarla.
Pa'lante.

Saludos.

Carlos Moreno.

usuaria anonima dijo...

Mira indio no quedaste tan flaco como creìa, te alimentaron bien bicho. No jugues con el cigarro, si te estas dando paja de un poquito nada màs, cuando menos sitàs es uno completo y ahi seguirà la histori. Es como comer manì. te decìs, solo nos cuanto, porque sabes que despues tu colon te pasarà la factura,y de poquito en poquito te comiste la lata... y vos solito. Cuidate bicho, Dios aùn te quiere aqui... si, asi de turbio como sos (jajaja=, Dios tiene algo màs para vos.
Cuidate Yahaira Yamilet (jajajaja)

Anónimo dijo...

RaFa no me haga llorar con esos juegos peligrosos, me da tristeza que fume y asi se lastime
Por favor, ya no fume Saludos

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, qué exagerada que soy. No me detengo a pensar que dejar un hábito de tantos años es muy difícil de abandonar.
Mi amiga Lita, aqui en Texas, tiene cinco meses de no fumar pero está padeciendo terribles síntomas: desde pérdida de memoria hasta ganas de darnos duro con la escoba -mínimo- Pero que Diosito me lo bendiga muchísimo, sé que lo hará. Abrazos. Saludos a todos.

Unknown dijo...

Dejá de fumar y ya :) Tus dientes te lo agradecerán! je je

Pues yo digo que aprovechés eso de dejar de fumar. Hoy ya lo hiciste :)

euni dijo...

PAPI!!!!!!! la vida te esta dando una segunda oportunidad aprovechala con todo!!!!! por mi deja de fumar y te prometo ke yo tambien lo dejo :) vale???? te kiero mucho y kiero papa para rato!!! ok??? a ver ke dia te das una vuelta por mi blog ehhh!!!! jijiji

Carlos Abrego dijo...

Rafa: he venido a dejarte un fuerte abrazo. Vos portate bien, no andés de abusado. Este 2010 es justamente el mero inicio del siglo XXI, hasta ahora era mero ensayo... Asi que te toca tocar guitarra y contar algunas historias.

Raúl Esquivel Martínez dijo...

Maestro, pues ¿Qué puede decirte un tipo como yo al que ni el @!?¿# nicorette le ha servido? Aunque seguro estamos de acuerdo con eso de que "hierba mala nunca muere" (¡JA!),ya comenzaste (voluntariamente o no) a dejar el cigarro, pues síguele... pelotas hermano, muchas pelotas, como te decía antes.
Un abrazo y cuídese bien.
La propuesta de Eunice no suena mal...

Alberto Quiñónez dijo...

Rafa, me alegra saber que ya estás en casa :D, espero poder visitarlos pronto. Espero que estés bien y feliz año de nuevo, de paso. Saludos a Krisma y a Valeria y un abrazo fraterno.

Ingrid dijo...

que culpable me siento por haber llevado esos malditos cigarros, no fumes!