14 de mayo de 2010

Luz negra y El hombre marcado

Anoche, en el hotel Real Intercontinental, fue la presentación de la edición de la obra teatral Luz negra, de Álvaro Menen Desleal (1931-2000), bajo el sello de Índole Editores, y de la --breve-- antología de cuentos El hombre marcado, del mismo autor.
Las ediciones están bastante cuidadas, como es costumbre de Carlos Clará, el editor de Índole, y no hay nada que pueda decir de Luz negra que no (se) haya dicho ya.
Me tocó en suerte hacer la selección de cuentos de El hombre marcado, que toma su nombre de un cuento hasta ahora inédito de Menen Desleal. De sus cuentos completos (alrededor de cien), escogí once, de una selección previa de quince o dieciséis, y me parece que tomé de lo mejor del autor. Diría que está "lo más representativo", pero me di cuenta de que no hay algo que sea "representativo" suyo, con todo y que tiene una voz bien marcada que lo hace inconfundible. Me refiero a que Álvaro escribía todo: ciencia ficción, fantasía, cuentos de contenido social, cosas de un humor negro violentísimo y cosas de verdad angustiantes, si no las dos al mismo tiempo. (Algo así escribí en la nota introductoria, que es cortita. Me parecía más importante lucir al antologado que lucirme yo.)
Al final de El hombre marcado se reproduce una entrevista que le hice a Álvaro a finales de 1999, y que se publicó en la desaparecida revista Vértice de El diario de hoy, donde yo trabajaba. La entrevista se publicó en dos partes: una el 7 de noviembre de 1999 y otra el 8 de abril de 2001, para conmemorar el primer aniversario de su muerte. Ambas partes crearon polémica, y yo estaba fascinado: ¡Álvaro armando relajo un año después de muerto! Las reproduciría aquí, pero son demasiado largas. A cambio, pongo el fax que me envió para que lo entrevistara, que lo retrata bastante bien:

Están buenos los libritos. Y baratos. No se los pierdan.
Ah: una sorpresa. En la entrevista de marras (no entiendo por qué se dice así, pero así se dice), Álvaro me habló de un cuento titulado "País fundado en la basura", y lo describió más o menos en detalle. A su muerte, Cecilia Salaverría, su esposa, buscó entre sus papeles y no lo encontró. Creímos que lo tenía preparado en la cabeza para escribirlo algún día, o de plano se lo había inventado en el momento. Sin embargo, antenoche el cuento apareció en el lugar menos esperado, mientras Cecilia buscaba alguna otra cosa. O sea que no sólo dejó un cuento inédito, sino por lo menos dos, de los cuales uno ya no lo es. Quién sabe qué podría hallar en otro rincón en alguna otra ocasión. (Sí, hay otras cosas inéditas: teatro, ensayo, bastante poesía y cosas no muy clasificables por género. Ojalá puedan publicarse pronto.)

3 comentarios:

Hunnapuh Xbalanque dijo...

Gracias por el dato tengo que comprar Luz Negra de nuevo, en la vacación de Semana Santa de este año yo regalé a un amigo Portugués la edición que tenía de la obra, junto con un recopilatorio de Roque y el librito de texto sobre escritores salvadoreños de Luis Melgar Brizuela, ah! y también las historias y aventuras de aquel entrañable "Nerón" de Arturo Rivas Bonilla. El (mi amigo) quería algo de Claudia Lars pero no tenía nada a mano y se iba para Lisboa al día siguiente bien temprano en la mañana, así que eso le regalé.

El fin de semana me comentó que Luz Negra lo dejó tan impresionado que está "montando" la obra para representarla (no es director de teatro ni nada parecido, pero trabaja con jóvenes y alguna vez tiene contacto con el teatro aficionado), aunque me cuenta que lo tuvo que leer con el Traductor de Google conectado y es que Don Alvaro ha sido muy subvalorado a mi juicio, por una extraña razón no ha ocupado el lugar que debería en las letras salvadoreñas.

Quizá porque a él no lo mataron sus compañeros de armas ni lo acusaron de ser espía de la CIA y luego, tampoco sus asesinos se volvieron "transfugas" y (todos sabemos que) otras cosas mas.

Para mí en lo particular Alvaro Menendez Leal es uno de los mas grandes escritores que se parieron en El Salvador.

Saludos.

Anónimo dijo...

Recuerdo que compré "Hacer el amor en un refugio atómico" en una feria de libro en el Teatro Nacional, probablemente ahi por el 87 quizás. Era una presentación que incluia otros dos cuentos: uno que narraba el desaparecimiento de la industria del añil ante la aparición de los colores sintéticos, y otro de un trabajador de una oficina gubernamental de censos que se "divertia" con las tarjetas que representaban a los cuidadanos.

Pero lo que mas me impresionó en esos años fue un cuento en particular: "Los vicios de papa". El diálogo entre el robot y un tipo del gobierno que lo entrevista es fenomenal. Yo no sabía mucho de Menen-desleal (me gusta esta forma) y desde entonces empecé a buscar sus escritos. Terminé agregando un párrafo del dialogo del robot en la última pagina de mi documento de tesis, luego de tremendas negociaciones con mi compañero de grupo.

Con la intención de hacer que algunos de mis amigos leyeran un poco de la obra de gente nacional, le presté el ejemplar de "Hacer e amor en..." a un compañero de trabajo, quien a los días me confesó que su pequeño hijo encontro el libro tan atractivo que lo despedazó en minutos... literalmente. Mi amigo estaba apenado por cierto. Tuve la suerte que luego de buscarlo en varios lugares, encontré de nuevo el libro en una librería que hay (o habia quiza) en Metrosur, en el segundo piso. Todavia lo tengo en mi librera.

Aquellos diciembres,
aquellos diciembres...

JC

Aldebarán dijo...

Interesante el facsímil que muestras en la nota. Tienes tanta razón sobre Don Álvaro: tiene un humor que todavía no alcanzamos a digerir.