12 de septiembre de 2005

Altura y pelos

Desde hace días tengo muchas cosas que contar, pero me falta la vocación temporal para hacerlo. Es de esas épocas en que todo va pasando y uno no piensa en ello de manera demasiado compleja, y no está para descifrar devenires, sino para devenir. Llego al blog, pongo "Create", espero unos minutos y, puf, mejor cierro el Netscape porque algo está pasando, va a pasar o dejó de pasar y me llevó la atención y la gana hacia otra cosa.
Hoy lo más importante es que estuve recordando un poema de César Vallejo, uno de los mejores quizá, y con uno de los peores títulos ("Altura y pelos") en la historia de la humanidad y razas circunvecinas. Lo transcribo a falta de otra cosa:

¿Quién no tiene su vestido azul?
¿Quién no almuerza y no toma el tranvía,
con su cigarrillo contratado y su dolor de bolsillo?
¡Yo que tan sólo he nacido!
¡Yo que tan sólo he nacido!

¿Quién no escribe una carta?
¿Quién no habla de un asunto muy importante,
muriendo de costumbre y llorando de oído?
¡Yo que solamente he nacido!
¡Yo que solamente he nacido!

¿Quién no se llama Carlos o cualquier otra cosa?
¿Quién al gato no dice gato gato?
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!
¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cielos, has expresado lo qu yo no he sido capaz, lo que me ocurre cuando habro el blog últimamente. Por eso ha tomado ese odioso cariz de "querido diario", y eso cuando por fin soy capaz de escribir algo...

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Bueno, me hubiera gustado ser el autor, pero es César Vallejo. Es grande, el maldito, totalmente envidiable.
Y sigo en la improductividad blogal, o como se diga.
Saludos.

Anónimo dijo...

Pareciera un virus esa imporductividad. Estoy contagiado, a lo más estoy accediendo con grandes esfuerzos a corregir mis relatos.

Saludos