Primer video
Esta semana, de todo. Lo más interesante fue que el miércoles, después de dos meses y medio de taller de guiones, terminamos de editar el primer video de ficción producido por La Casa del Escritor. Bueno, hoy discutimos que hay que arreglarle un par de segundos de audio; nada serio. Dos minutos de trabajo y listo.
La idea del taller no es sólo aprender a hacer los guiones, sino también ver para qué sirven. Recursos, sólo los que tengamos entre nosotros: tres cámaras de video (una de Rebeca Torres, una prestada y una con el motor arruinado), un par de trípodes (uno de ellos de quince centímetros de alto debido a un accidente), un micrófono de largo alcance que se nos olvidó llevar a la filmación, una computadora decente, un par de programas y buena voluntad. No es que no podamos conseguir más; es que el trabajo del guionista, entre otras cosas, tiene que ver con adaptarse a los medios que haya a disposición, y nada mejor que comenzar "a valor mexicano", con lo que haya, sea lo que sea.
No teníamos iluminación buena, así que el video salió un tanto granuloso. No había modo de arreglarlo, y entonces hicimos lo más lógico: ensuciarlo más. Una carencia se convirtió en una característica. Los colores eran opacos; los viramos a azul. La música quedó sensacional, modestia aparte.
El guión lo hizo Nelson Ochoa, con 18 años recién cumplidos, y él fue el protagonista principal. Como faltó Osmín Magaña, que debía hacer un papel, lo sustituyó Salvador Canjura, y yo aparezco como voz en off en la última escena. Rebeca dirigió e hizo las tomas principales, yo me aventé la cámara secundaria, y listo. Una botella de catsup sirvió como sangre.
El video dura tres minutos. Ya hay otro al que hay que ponerle las voces (que van en off), ya están las voces de un tercero (que Carlos Guardado complementará con quince segundos de dibujos animados) y tenemos como cuatro guiones más, que ojalá podamos filmar en las próximas dos semanas. Sí, nosotros mismos estamos actuando, haciendo voces, efectos de sonido, música, todo. Carlos está haciendo otro también de dibujos animados, y quizá el miércoles o jueves filmemos un guión de Ricardo Hernández, si la actriz, una estudiante de derecho con la que ya trabajé junto con Rebeca, puede aparecerse.
Después vendrá la segunda ronda de guiones y haremos una producción un tanto más compleja. Y luego un cortometraje de quince o veinte minutos. Luego, el próximo año, guión radiofónico; el resultado deberá ser una serie o una radionovela, aún no lo decidimos.
La idea es, además de aprender a hacer guiones, divertirnos y demostrar que puede trabajarse en cosas de buena calidad con pocos recursos, y con un presupuesto muuuy cercano a cero.
Los resultados se pasarán por Canal 10 en febrero.
La idea del taller no es sólo aprender a hacer los guiones, sino también ver para qué sirven. Recursos, sólo los que tengamos entre nosotros: tres cámaras de video (una de Rebeca Torres, una prestada y una con el motor arruinado), un par de trípodes (uno de ellos de quince centímetros de alto debido a un accidente), un micrófono de largo alcance que se nos olvidó llevar a la filmación, una computadora decente, un par de programas y buena voluntad. No es que no podamos conseguir más; es que el trabajo del guionista, entre otras cosas, tiene que ver con adaptarse a los medios que haya a disposición, y nada mejor que comenzar "a valor mexicano", con lo que haya, sea lo que sea.
No teníamos iluminación buena, así que el video salió un tanto granuloso. No había modo de arreglarlo, y entonces hicimos lo más lógico: ensuciarlo más. Una carencia se convirtió en una característica. Los colores eran opacos; los viramos a azul. La música quedó sensacional, modestia aparte.
El guión lo hizo Nelson Ochoa, con 18 años recién cumplidos, y él fue el protagonista principal. Como faltó Osmín Magaña, que debía hacer un papel, lo sustituyó Salvador Canjura, y yo aparezco como voz en off en la última escena. Rebeca dirigió e hizo las tomas principales, yo me aventé la cámara secundaria, y listo. Una botella de catsup sirvió como sangre.
El video dura tres minutos. Ya hay otro al que hay que ponerle las voces (que van en off), ya están las voces de un tercero (que Carlos Guardado complementará con quince segundos de dibujos animados) y tenemos como cuatro guiones más, que ojalá podamos filmar en las próximas dos semanas. Sí, nosotros mismos estamos actuando, haciendo voces, efectos de sonido, música, todo. Carlos está haciendo otro también de dibujos animados, y quizá el miércoles o jueves filmemos un guión de Ricardo Hernández, si la actriz, una estudiante de derecho con la que ya trabajé junto con Rebeca, puede aparecerse.
Después vendrá la segunda ronda de guiones y haremos una producción un tanto más compleja. Y luego un cortometraje de quince o veinte minutos. Luego, el próximo año, guión radiofónico; el resultado deberá ser una serie o una radionovela, aún no lo decidimos.
La idea es, además de aprender a hacer guiones, divertirnos y demostrar que puede trabajarse en cosas de buena calidad con pocos recursos, y con un presupuesto muuuy cercano a cero.
Los resultados se pasarán por Canal 10 en febrero.
2 comentarios:
Interesante, habría que subirlo de alguna manera a la red. Sería bueno verlo.
O entrarle a los guiones, ¿no? Tienes buenos relatos como para eso.
Saludos,
Rafael.
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