15 de septiembre de 2008

Trabajo en vano

Hace treinta y tantos años, Carlos Fuentes se convirtió en el primer escritor --al menos latinoamericano-- que cobró por dar entrevistas. ¡Mil dólares de la época, ni más ni menos! Por esa cantidad, Enrique Loubet Jr. --fallecido a principios de año-- tuvo el derecho de platicar con él durante tres días, y eso incluyó hacerle las preguntas que quisiera y que Fuentes las contestara. Todo con contrato de por medio.
La entrevista debía aparecer en la revista mexicana Caballero, pero por ese precio consideraron que mejor sacaban un librito aparte, adjunto a la edición, que conseguí en una librería de viejo. La entrevista era excelente. Las respuestas de Fuentes eran de lo mejor, como siempre, porque las preguntas de Loubet estaban muy bien pensadas. Vaya: hasta se había leído a fondo los libros que Fuentes llevaba publicados a la fecha, algo que no muchos periodistas se toman el trabajo de hacer, y por eso salen con cosas como "¿En qué se inspira para escribir?", "¿Cuáles son sus principales motivaciones?", "¿Cuántos libros dice que ha publicado?", etcétera.
Y la primera pregunta de Loubet fue la que hubiera hecho cualquier periodista hijo de mujer (y de hombre también, de preferencia): "¿Por qué cobras por dar entrevistas?"
Porque me estás haciendo trabajar, le dijo Fuentes, y yo cobro por trabajar. Y te cobro caro porque me vas a hacer trabajar bastante. (Como en efecto ocurrió. Loubet había pasado de antemano un cuestionario tentativo para que Fuentes trabajara en él.)
Obviamente para muchos --escritores y periodistas-- fue un impacto: ¡pero si dar entrevistas es para promoverse, para que lo conozcan a uno, para que se interesen en su obra! Y puede ser cierto, pero eso no es responsabilidad de uno, sino de los editores, los agentes --si acaso se puede conseguirse uno-- y de los dueños de las librerías. El trabajo de un escritor es escribir, pensar en literatura, hacer cosas relativas a la literatura y, si no tiene mucha suerte, ganarse la vida haciendo lo que pueda... por ejemplo dando entrevistas.
Y es cierto: cuando los periodistas lo llaman a uno para pedirle entrevistas, es cosa de ponerse a trabajar, si uno se toma en serio, y si se toma en serio a los periodistas. Hay otra cosa cierta: los periodistas no siempre lo toman en serio a uno, y a veces ni a ellos mismos. Se les ocurre un "tema", o se lo da el editor, hacen llamadas telefónicas y en un rato tienen una nota con la que nadie gana nada, ni el periodista ni el entrevistado ni el lector. Lo importante es salir con "el tema" del día, y para eso usan fórmulas, preconceptos y no importa lo que les digan: no los van a sacar de donde estén, y menos aún porque para mañana o pasado o la próxima semana tienen otro "tema" con el cual tampoco nadie ganará nada. Ya hablé aquí de esa mala costumbre, a partir de un "tema" (no) desarrollado por Alfredo García, de El diario de hoy.
Hace poco, la reportera Gabriela Mendoza, de EDH, nos llamó a Krisma y a mí para preguntarnos acerca de lo que pensábamos acerca de los escritores suicidas y de por qué escribíamos acerca del suicidio. A partir del montón de cosas que han publicado y que jamás dije, mi política es (era, en realidad; ya hablaré de eso) que no doy entrevistas por teléfono. Si quieren hablar, que sea en persona, grabadoras en mano (la de ellos y la mía), y de preferencia por correo electrónico; después de todo se trata sólo de hacer copy/paste y no hay modo de errarle. Le recomendé a Krisma que hiciera lo mismo. Y, sí, ambos hemos escrito acerca del suicidio, si es que uno escribe acerca de algo en particular: La puerta de los suicidas en su caso, Trece y Cualquier forma de morir, en el mío. (Además del que estoy haciendo ahora, que es como un accésit de Trece. Está quedando bien.)
El resultado fue una nota... uh... bastante pobre. Y no por el hecho de que me hayan puesto como contraparte de mi gran amigo Carlos Cañas Dinarte, que para no variar dijo algún despropósito, supongo que de buena fe, sino porque el "tema" daba para mucho más, si uno se lo tomaba en serio. De lo que no me di cuenta es de que Gabriela estaba escribiendo junto con Alfredo García; si no, ni siquiera me tomo la molestia. (De hecho apenas me di cuenta hoy, mientras empezaba a escribir este post.)
En fin, que nos tuvo a Krisma y a mí trabajando durante un buen par de horas en las respuestas, y al final ni siquiera puso lo de ella, y de lo mío muy poco. La nota puede encontrarse en este link. (No, no hay pruebas de que Alfredo Espino se suicidara, ni eso lo hace buen poeta.) La entrevista completa que me hizo Gabriela viene a continuación, sin una coma de más o de menos:

¿Sabe de algún escritor salvadoreño que se haya suicidado?
Que se haya suicidado directa y abiertamente, no. Pero, con la cantidad que tomaban Alfredo Espino y Orlando Fresedo, por ejemplo, y el modo de vida que llevaban, era obvio que no iban a llegar a los treinta años. Y no llegaron. Alguien se inventó que Espino se había suicidado, creo que ahorcándose, pero no hay evidencia de que sea así. Roque Dalton se metió con la gente equivocada, en el momento equivocado, y ahora resulta obvio que no iba a salir vivo. Allí tenemos varios "suicidios asistidos", por los cantineros o por jefes guerrilleros. Otros escriben muy mal, y publican lo que escriben, que es otro modo de suicidarse. Y es peor, porque tienen que asistir todos los días a sus propios funerales, y a veces ni siquiera saben que han muerto.

¿Por qué cree que el tema del suicidio es tan recurrente en los escritores?
La muerte, en general, es un tema recurrente, en todas sus posibilidades. Es quizá por miedo. La posibilidad de ser un suicida, sin saberlo, da miedo, al igual que la posibilidad de morir en el momento menos esperado. Ése es un problema de todos los que estamos vivos, pero los escritores tenemos la oportunidad de publicarlo.

¿Por qué le gusta escribir sobre el tema del suicidio? (Puede mencionar nombres de sus libros que hablen del suicidio)
No es que me guste; es que el tema está allí, y a veces aparece un personaje que quiere o debe suicidarse y uno tiene que hablar de eso. Hay dos libros en especial en los que hablo del suicidio: uno muy en serio (Trece) y otro en plan de humor negro (Cualquier forma de morir). El primero lo escribí después de una depresión clínica. Cuando salí de ella me di cuenta de que muchos depresivos son suicidas, me dio miedo y me puse a investigar sobre el asunto, y salió la novela. Después supe que no todos los depresivos son suicidas, pero ya la novela estaba publicada. El segundo tiene que ver con una etapa política en México en que todo el mundo empezó a suicidarse, o eso dijeron. Hubo uno que se mató de un disparo en la nuca, y otro con dos tiros de revólver en el corazón. ¿Cómo no aprovechar para reírse un poco?

¿Tiene alguna relación la latencia del suicidio en los escritores que lo cometieron con el del talento innato de los escritores?
No creo. Tampoco creo en el talento innato. Alejandra Pizarnik y Sylvia Plath, por ejemplo, eran bipolares, y se suicidaron como lo hacen miles de bipolares, pero ellas eran poetas. Hay muchísimos más escritores que no se suicidan. Mishima se suicidó por una cuestión de honor, y yo diría más bien que por vanidad. Horacio Quiroga se mató por una depresión, seguro; todos en su familia se habían suicidado o muerto trágicamente, y ya sólo iba quedando él. No creo que entre artistas haya más suicidas que en cualquier otro estrato. Al contrario: quizá la escritura ayude a muchos a mantener la cordura, o al menos dará motivos para seguir vivo. Se dice que Hemingway se suicidó cuando descubrió que no podía escribir más. Todo escritor, periódicamente, siente lo mismo, pero las calles no están forradas de escritores suicidados.

¿Cree que el hecho que se hayan suicidado les generó más "fama"?
No creo. Pizarnik y Plath son muy buenas poetas, igual que Mishima es un novelista extraordinario y Quiroga es uno de los pilares del cuento. Pero pocos recuerdan a Jacques Rigaut, quien se pasó anunciando su suicidio en sus obras y después se mató a los 30 años, como había dicho. Quizá si hubiera madurado un poco más como escritor, y si no se hubiera convertido en un militante de su propio suicidio, quedaría de él algo más que algún dato curioso o su libro más importante, Agencia General de Suicidios, también como una curiosidad. Y habrá decenas o cientos de los que no nos hemos enterado.

¿Por qué debe haber una enfermedad mental o depresión detrás de un suicida?
No necesariamente. Están los que se matan por enfermedades terminales, o por impulsos del momento, o por estupideces. Pushkin, que era escritor y no más que escritor, se batió a duelo con un militar hecho y derecho, supuestamente para defender el honor de su esposa, y desde luego que resultó muerto. Eso es un suicidio asistido, provocado por la estupidez. Están los jugadores de ruleta rusa; muchos de ellos lo hacen por machismo. Y no todos los depresivos son suicidas, ni todos los enfermos mentales. Hay enfermedades mentales que, precisamente, evitan que la persona se autodestruya físicamente; a veces la locura es un mecanismo de defensa.

¿Cree que el hecho de suicidarse les permitió liberarse de su sufrimiento en vida?
No sé. Y de verdad que no pienso suicidarme sólo para averiguarlo.

¿Cree que el tema de la muerte permite que ellos desarrollen obras de calidad?
Es que sólo hay tres temas sobre los que vale la pena escribir, como señaló Quiroga: locura, amor y muerte, y las mezclas de los tres en diferentes dosis. Creo que una obra no es de calidad por sus temas, sino por su elaboración, por su "artesanía", digamos. Para mí el tema es incidental. Pero hay excelentes trabajos que tratan acerca de la muerte y el suicidio, como los poemas de Pizarnik, o Las nuevas mil y una noches, de Stevenson, o las tragedias de Shakespeare, donde se mueren todos.

* * *

Me molestó bastante el modo en que trató el asunto, y cómo me gasté algunas neuronas en cosas que no tenía ni siquiera que haber dicho, porque no las iban a publicar. Pero se lo toma uno en serio o no, y siempre es bueno darles el beneficio de la duda a los compañeros de oficio. (No escritores, sino periodistas. Son cosas diferentes, pero me ha tocado estar en ambos bandos.)
A mediados de la semana pasada, ya sin llamada telefónica de por medio, recibí un nuevo cuestionario de Gabriela Mendoza. Tenía mucho trabajo --del que sí da de comer, vaya-- y no revisé ese día lo que decía el correo. Al día siguiente, por la tarde, la llamada: ¿había recibido el mail?, ¿cuándo podría contestarlo?, porque el tema es para el lunes... Me trague´las objeciones y, en fin, revisé el cuestionario. Ahora era acerca de los blogs. Nada original; tanto EDH como La prensa gráfica lo han tratado, me parece que con poca fortuna; no entienden de qué rayos se trata. Hasta escribí una nota en CA21, que puede encontrarse aquí. Creo que debí remitirla a ella; my mistake.
Respondí, y Krisma también, y lo que salió fue un arroz con mango de lo menos suculento. La nota está en este link, y también firma Alfredo García. La entrevista completa viene a continuación:

¿Desde cuándo tiene activo su blog?
Desde noviembre de 2004. Hasta la fecha llevo casi 780 posts o entradas.

¿Cómo surgió la idea de hacer un blog?
Fue más bien un impulso. Siempre quise llevar un diario de trabajo y personal de manera sistemática, y nunca lo logré, y me pareció que era un buen recurso para hacerlo.

¿Logró familiarizarse rápido con la estructura del blog?
Sí. Es mucho más sencillo que llevar una página personal. Lo único que uno tiene que hacer es escoger el formato y escribir, sin preocuparse por el lenguaje de programación y esas cosas.

¿Por qué hacer público lo que escribe y no dejarlo en un documento de word, por ejemplo?
Mis documentos de Word están en mi computadora y salen de allí cuando se van a publicar en papel.
Para la época en que empecé el blog, había varios millones colgados por todas partes. No creí que nadie fuera a leerlo. Estar en medio de tanta gente lo vuelve a uno invisible. ¿Qué mejor manera de hacer un diario personal?
Además, "lo que escribo" está dividido en muchas partes. Lo que voy escribiendo de literatura no va en el blog, excepto algunas cosas que ya están publicadas, más como ejemplo que como, digamos, "difusión". Para eso tengo otro blog:
http://lamanchaenlapared.blogspot.com
Allí hay muy pocas entradas, y hace meses que no pongo nada. Cuando haga falta lo haré.

Siendo un escritor por naturaleza, ¿qué le da un blog que no pueda darle una publicación en "físico"?
Nada. Son cosas diferentes. Lo que me gusta del blog, como de cualquier diario personal, es revisarlo las anotaciones cada cierto tiempo y de allí pueden salir buenas ideas. Claro que hay interacción con otras personas --es un diario impúdico, digamos--, y eso en ocasiones determina que hable de ciertos temas, pero igual sigue siendo un diario personal, una libreta de apuntes, un lugar donde escribo lo que no escribiría en otra parte. No está pensado para publicarse físicamente. De hecho no está pensado; sale lo que sale. Uno de los atractivos de los blogs, para muchas personas, es dar a conocer su obra. Me parece que no es el medio idóneo; para eso están los libros. Y en general los trabajos literarios que se publican en blogs son deficientes, con las meritorias excepciones del caso. A lo sumo serán borradores, ideas, no filtradas por las necesidades que da una publicación en forma.

Supimos que usted ganó un premio por su blog, ¿puede hablar un poco acerca de eso y cuándo fue?
Me han dado premios de amistad, que inventan y reparten otros bloggers. Me conmueve la idea, pero no sé muy bien cómo manejarla. Me desconcierta que le den premios, así sea de amistad, a una libreta de apuntes...

Si usted tuviera que dar un premio, ¿qué requisitos mínimos debería tener el blog ganador?
Me ha tocado ser jurado de premios literarios, pero las bases ya están establecidas. No sabría qué criterios usar con un blog. Más bien me parece que es un modo de comunicarse con los amigos; los premios son algo demasiado solemne para calilficar a los amigos.

Puede decirme algún dato curioso sobre sus lectores, es decir, algún comentario extraño o alguna propuesta que haya sido fuera de lo común (algo gracioso, algo que lo hizo enojar, algo que lo conmovió, etc.)
En el mundo hay imbéciles, y alrededor de los blogs giran muchos, los llamados trolls, que se dedican a hostigar a los bloggers por el placer de hacerlo. Hay otros que lo hacen para cobrarle a uno cuentas, generalmente imaginarias. Hubo varios --sé quiénes son, y se supone que son gente seria-- que abrieron varios blogs para insultarnos a mi esposa, a mí y hasta a mi hija, que en ese entonces tenía dos años y medio. Hasta mis perros salieron insultados. Eran terribles, racistas, bastante bajos. Curiosamente provenían de gente que se declara de izquierda, y que, cuando no usan el anonimato, se declaran defensores de las mejores causas. (Aprovecho para mandarles un saludo.)
También he conocido gente interesante y gente buena. Hay varios que ahora están entre mis amigos más queridos.

¿Cómo ve el futuro de los blogs?
Supongo que en algún momento habrá una sobresaturación e irán desapareciendo para convertirse en otras cosas. La idea del Google Blogger es muy buena, al menos para lo que necesito, pero hay otras que permiten una mayor interacción, que son más dinámicas, como Facebook. Para mí Facebook es demasiado; lo único que quiero es una libreta de apuntes, como ya dije.

¿Para usted es una buena alternativa de comunicación?
Si te refieres a si es una alternativa a los medios de comunicación, no necesariamente, pero en los blogs puedes enterarte de cosas que los medios jamás publicarían, por política editorial o por lo que sea. Si te refieres a comunicación entre personas, sí, es una excelente alternativa. Entre otras cosas, se ha armado una red de blogs de compañeros de La Casa del Escritor, que está entrelazada a otras redes, las de los amigos de cada uno de ellos. Al final hay redes complejas de personas que comparten intereses, y que quizá no se vayan a conocer nunca en vivo, pero igual es divertido y aleccionador.
Pensándolo mejor, una buena mezcla de blogs puede convertirse en una interesante revista cultural, algo que falta en el país. O una revista política. O lo que uno quiera. Uso el Google Reader para leer lo que hay en los blogs, y es como si todas las mañanas recibiera una revista en mi correo, con materiales que generalmente me satisfacen, sin tener que filtrarlos por los gustos de otros o por una línea editorial que sólo comparto parcialmente, o que no comparto.

¿Puede recomendarnos uno o dos de sus blogs favoritos (además de los que tiene en el suyo)?
Xibalbá, de Ixquic: http://ixquic.blogspot.com/
Orsai, de Hernán Casciari: http://www.orsai.es/
Siguiente página, de Paolo Luers: http://siguientepagina.blogspot.com/
Plaqueta y ya, de Tamara de Anda: http://plaqueta.blogspot.com/

* * *

Me doy cuenta, de repente, de que no es que mi opinión acerca del suicidio o de los blogs le interese realmente a nadie, al menos en los términos en los que se plantearon esas notas. Mientras no me suicide no soy experto en el tema, y tampoco mientras no reciba al menos un millón de visitas al mes, como Casciari (¡qué divertido e inteligente es Orsai!); las entre 5,500 y 7,000 visitas mensuales a este blog me hacen casi tan invisible como creía que era, y más bien lo mantienen en el nivel de un grupo de amigos que me visitan --incluyo a los trolls, cómo no--, y a algunos de ellos los visito también con regularidad. Lo que importa es que alguien saque "el tema" del día o la semana, y para eso me usa porque le parece que... bueno... no sé qué le parezca.
Creí que dando las entrevistas por correo electrónico haría que al menos me citaran textualmente, pero fallé: en la nota de los blogs ni Gabriela ni Alfredo leyeron lo que escribí tan claramente. Y eso debe tener consecuencias, o no he aprendido nada.
Y éstas son que daré la menor cantidad posible de entrevistas; no se trata de trabajar para otros, sin que pongan mucho de su parte. Y además trabajar en vano, porque uno se quema el coco y ellos nada más están llenando un machote. Para eso hay trabajos también, en Hacienda o en las tramitadoras de licencias o vaya a saber.
O de plano cobrar por trabajar para ellos. La tarifa sería según la cantidad de trabajo que deba hacer, o sea que primero manden el cuestionario, le pongo precio a las respuestas y allí sí pueden hacer lo que gusten. Están excluidas, desde luego, las cosas que deba decir como empleado de Concultura; ya recibo un sueldo para eso. Y también cuando se presente algún libro mío, que no ocurre con mucha frecuencia en El Salvador. Ya sabrán qué hacer con eso; para mí es parte de mi trabajo habitual.
Y tan lindo que es el periodismo... Y tan emocionante que es hacer entrevistas...

_____

P.S.: Si se trata de irresponsabilidad periodística, lean este post de Sandra Aguilar acerca de un primo suyo que murió en un accidente. El reportero, según dice, se inventó todo. Triste triste.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

será un problema de mi laptop (que no es verde, ni Vaio), o es que el fondo del blog es ahora de un color azul/magenta? Bueno, es que para los medio-cegatones como yo, la lectura ahora se hace un poco difícil. El background anterior era bastante cómodo :(

OK, comentario na'más...

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Servido. Tampoco a mí me gustaba mucho. Lo cambié ayer porque ya tenía mucho tiempo con los mismos colores, y de paso cambié la foto del perfil. Vuelvo al fondo anterior, y sólo cambio un poco los colores de las fuentes.

Anónimo dijo...

Hablando de otros temas:que le parecio EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE BALLET en el Teatro Nacional?

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

No fui. El ballet es una de las cosas que no entiendo, la verdad. Me hace falta un chip para eso.

Anónimo dijo...

Fue algo muy grato empezar las labores de semana leyendo sus respuestas. En verdad, sigo muy emocionada con sus escritos, con sus post. Buscaré Trece lo más pronto posible. Conseguir sus obras se vuelven un reto y una gran satisfacción cuando lo logro. La idea de revista cultural me encantó, sería una forma de leer, de una manera constante y accesible, lo que allá se escribe.

Cynthia de los Santos

Anónimo dijo...

chas'gracias por el background :)

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Cynthia: Trece se publicó en el Instituto Mexiquense de la Cultura, en Toluca. Si conoces a alguien allí, seguro lo encuentra. Es una linda edición, bastante diferente a la de Guatemala, pero muy linda también.
De Terceras personas quizá aún se pueda encontrar algún ejemplar en la Casa del Tiempo, de la UAM, a una cuadra del metro Juanacatlán, en Pedro Antonio de los Santos y José María Tornel, San Miguel Chapultepec. (Viví a un lado durante un par de años, en Tornel. Es linda la Casa del Tiempo. Hasta toqué blues una vez allí, y presenté un par de libros y revistas. Allí vi por primera vez Las alas del deseo. Etc.)
El Manual del perfecto transa, en rigor, se puede conseguir en Sanborn's, hasta donde sé; igual lo tendrán en algunas librerías en línea --y que no sólo son en línea--, como la Ghandi.
No sé si Cualquier forma de morir se pueda mandar a traer a Guatemala. Se puede averiguar en el sitio de la editorial, que está aquí.
Los otros están en francés o francamente agotados. En octubre, me dijeron, sale Los héroes tienen sueño por acá. Quizá te pueda mandar una copia. Está por salir Tiempos de locura (ya tengo acá las pruebas de imprenta), pero no creo que te interese demasiado.
Y ya tienes Los años marchitos, bajo el título de Un buen espejo.
En octubre se presenta en la Feria del Zócalo Instrucciones para vivir sin piel, que estaba inédita en español. Creo que es el día 13. No sé cómo anden con la distribución, porque es una editorial pequeña.

Anónimo: La Vaio será todo lo verde que quieras, pero la pantalla no te muestra los colores exactamente como son. Cuando vi el blog en la compu de escritorio, en un monitor con todas las de ley, me di cuenta de que estaba horrible. O sea que, en serio, de nada :)

Edgardo Rincán dijo...

Saludos.

Estuve revisando EDH y me doy cuenta que quien te entrevistó, solamente quería informarse acerca del tema a través de tu experiencia.

Utilizó todos tus ejemplos y en el penúltimo párrafo te adjudica las aplabras de Quiroga. Que mal.

Le hiciste el trabajo a la señora. Eso vale más de mil dólares...