29 de noviembre de 2008
28 de noviembre de 2008
Parker y Sheaffer


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27 de noviembre de 2008
El III de Roque Dalton
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26 de noviembre de 2008
Excepciones a las reglas y mentiras con queso
...el refranero popular recoge un aserto que provoca que los científicos echen espuma por la boca: "Es la excepción que confirma la regla"; fórmula que permite incluir en un teorema aquel ejemplo que no la cumple. No hay un precepto más bestia y anticientífico que éste: si hay excepción, no hay regla. El método científico difiere notablemente en este sentido de otros, es más modesto de partida, aunque los debates no son siempre pacíficos: el ego se resiente cuando otro expresa un parecer distinto al de uno.
El filósofo Jean François Ravel ha explicado que la mentira es en sí misma parte de la humanidad y psicólogos y psiquiatras estiman que la mentira es un mecanismo normal de la personalidad. Pero ¿por qué mentimos? Hay muchas razones, todas ellas descritas en la bibliografía sobre la materia. Los que engañan buscan algo material, o satisfacer sus fantasías, o tapar sus carencias. Todo el mundo, en mayor o menor grado, miente para protegerse o para proteger a los demás; se falsea la respuesta por miedo a ser rechazados si somos sinceros, para darnos importancia, para evitar un castigo, para obtener una recompensa que de otra forma sería imposible, para ganar admiración, para tener poder sobre otros, para evitar la vergüenza, para ocultar nuestras inseguridades, para encubrir nuestros desmanes, para exagerar un currículo y acceder a un puesto de trabajo......un trabajo en la Universidad de Carolina del Sur aseguró que los mentirosos compulsivos tienen menos materia gris. (Eso está bien, porque en un futuro podemos imaginar los juicios, los debates políticos o las entrevistas con el orador con un casco en la cabeza que se ilumine cuando está intentando dárnosla con queso.)Y, además, los estudiosos de la mentira han constatado que engañar puede causar en el embaucador un placer, el de sentirse superior al engañado. Esto roza con lo patológico, pero es que también existe una mentira enfermiza, el mentiroso compulsivo, que vive en la creencia de que el mundo elaborado por sus fantasías es real. Los psiquiatras explican que el autoengaño se usa como defensa.Un filósofo tan reputado como Arthur Schopenhauer escribió un manual llamado Dialéctica erística o el arte de tener razón expuesta en 38 estratagemas, donde facilita consejos para lograr superar en el debate a un adversario, prescindiendo de si se esgrimen los argumentos correctos o no, de si lo que se expone es lícito o no. Entre los ardides que facilita el pensador para vencer en el combate oratorio se incluyen irritar al oponente (y si notamos que se molesta, insistir aún más), establecer las preguntas desordenadamente para confundir al interlocutor, no dejar continuar al otro orador si vemos que va bien enfocado, menospreciar a la gente común dando muchas citas de autoridades para deslumbrar al auditorio y desconcertar al rival con "absurda y excesiva locuacidad".Jean Gervais, profesor de la Universidad de Quebec, ha dicho que la historia miente más que habla, y es que en no pocas ocasiones se emplea como arma ideológica o como excusa. Los gobiernos aluden a conceptos como seguridad nacional o razón de Estado para escudarse y no dar cuenta de sus actos. Aceptemos que existen estos argumentos, pero también recordemos que cuando se revela la integridad de lo ocurrido hemos visto que a veces, simplemente, se trata de la seguridad del gobernante o de la razón para continuar en el poder. Eso, cuando no se incurre en falsificaciones groseras. Austria condenó al historiador inglés David Irving por negar que existió el Holocausto. Y personajes tan poco dignos de encomio como César Augusto Pinochet o Sadam Hussein levantaron la bandera de la economía o del patriotismo para justificar la persecución de su propio pueblo, para que al final sepamos que su amor a la patria es directamente proporcional a su cuenta corriente.De un lado está el papel del que mente, pero del otro el del que es engañado, que a veces transige con la farsa por comodidad, aceptando un bien común superior que sirge de actuaciones poco claras.La verdad absoluta, en la historia, en la ciencia, en la política, en la vida, queda para los otros: para los Pinochos profesionales, a quienes, por mucho que embauquen, mientan o falseen, no les crecerá nunca la nariz.
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25 de noviembre de 2008
El diablo sabe su nombre
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24 de noviembre de 2008
De estampillas y otras matanzas


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21 de noviembre de 2008
Foro sobre espacios culturales
Mañana, entre las 11 y 12:30, se llevará a cabo en la Casa de las Academias un foro sobre acción cultural autogestionaria, en el que me invitaron a participar para hablar de la experiencia de La Casa del Escritor. Ya sé que La Casa es un espacio institucional, manejado por un ente estatal (Concultura), con lo que en este caso, y por el tema, quedaría como espacio "alternativo" (y de hecho lo es). La convocatoria la hace el Centro Cultural de España.
También estarán Miguel Ángel Ramírez, Paola Lorenzana y Blanca Estela del Castillo. Nos vemos por allá.
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20 de noviembre de 2008
¿En Cuba?
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14 de noviembre de 2008
Re-presentación de Los Héroes
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13 de noviembre de 2008
Sobre técnica periodística básica
Dos organizaciones de derechos humanos presentarán hoy en la Audiencia Nacional de España una petición de apertura de un proceso penal en contra de catorce miembros de la Fuerza Armada de El Salvador, por su presunta participación en el asesinato de seis sacerdotes jesuitas, su ama de llaves y la hija de ésta, de dieciséis años.La querella incluye a un ex presidente, supuestamente por "encubrimiento de crímenes contra la humanidad".
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12 de noviembre de 2008
Post 800 (y convocatoria nerd)
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11 de noviembre de 2008
Ciao, amore, ciao
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1 de noviembre de 2008
"¡La tele se arruinó!"
Nos aventamos tres noches de maratón para ver la primera serie de Jericho (la segunda fue sólo de siete capítulos, perdonen otra vez la tristeza), y estábamos en los últimos cuando oímos el llanto desgarrado (en serio: desgarrado) de Valeria, que veía el canal de Disney (no el Disney Channel, sino el que está en el número 69, lo que son las cosas). Krisma dio el salto y fue a ver qué pasaba, y desde la cama oí otro grito más desgarrado aún: "¡La tele se arruinó!" A renglón seguido, la carcajada de Krisma.
En la pantalla estaba el presidente Saca, en el discurso de inauguración de la cumbre iberoamericana. Técnicamente no se había arruinado la tele, sino la programación; no sé para qué rayos ponen en un canal para niños las cosas de cadena nacional, sobre todo si uno paga precisamente para evitárselas. ¿Libre mercado? Ja. Ya vimos los 700,000 millones que le costó al erario estadounidense la no intervención en los asuntos de la empresa privada, en especial cuando hace estupideces, que no es infrecuente. En otras palabras: no, no se había arruinado la tele, nomás habían interferido la programación de Amnet, como acostumbran.
Así, pues, la Vale se fue a la recámara con nosotros, con su libro de colorear y sus lápices, todavía con algunas lágrimas, y Krisma me echó una mirada. "Sí, qué diablos", le dije. Pausamos Jericho y pusimos el 6. Allí estaba Saca con el discurso de inauguración, y de verdad que tratamos de sacar algo sustancial de lo que dijo, pero sólo había llamados a la unidad iberoamericana y un montón de lugares comunes; quizá no les pagan bien a los que hacen los discursos, porque en serio que lo hicieron leer frases que hace muchos años ya eran viejas.
Dejamos el 6, porque estaba la Sinfónica Juvenil y queríamos ver a mis sobrinas Silvana y Andrea, hijas de mi hermana Lorena, que estarían allí tocando violín y cello, respectivamente.
Y, sí, las alcanzamos a ver: a Silvana muchas veces, de espaldas, y tres veces de frente. A Andrea, metida en un rinconcito y muy seria; así es ella.
Lo del potpurrí latinoamericano estuvo chistoso. Entre otras cosas, y supongo que en la sección correspondiente a Cuba, tocaron un mambo de Pérez Prado. Lo interesante es que Pérez Prado negaba que el mambo fuera cubano, y decía que era mexicano, porque él lo había creado y él era mexicano. Me tocó ver una entrevista en la que le decían: "Pero si usted es cubano..." "No. Soy mexicano. El mambo es mexicano." Y háganle.
En rigor, el mambo se creó en Estados Unidos, hasta donde sé. Allí Pérez Prado trabajó con el percusionista Chano Pozo para --precisamente-- crearlo. O sea que en una de ésas hasta gringo resulta el ritmo, a reserva de que Chano Pozo fuera cubano y Pérez Prado mexicano. Otra curiosidad es que Chano Pozo fue el "co-creador" del jazz latino, junto con Dizzy Gillespie, con la mítica pieza "Manteca". En fin.
Después vino el joven talento pianístico que tocó algo de Franz Liszt (no, Chano Pozo no tuvo que ver con las Rapsodias Húngaras; no había nacido, o seguro también hubiese estado metido en ese ajo). De entrada no me gustó la sonrisa del chavo ni su modo de encarar al público, en el plan de "Miren, soy un joven talento". Me pareció que tenía la mano un tanto pesada para tocar a Liszt, y su actitud me recordó a la de Roger Daltrey (sí, el cantante de The Who) en la mítica película Lisztomania, en el papel de Liszt himself, rodeado de adolescentes que gritaban y langudecían por él, nomás que Daltrey estaba actuando, y el joven talento no. Cosas de la química; a lo mejor toca tan bien como su actitud haría esperar, pero no logré percibirlo.
¡Y llegó Alejandro Fernández! Y allí sí el montón de jovencitas gritaron y languidecieron, que para eso está Alejandro Fernández. ¡Y cantó "El carbonero", de Pancho Lara!
Tenía apuntadores en las dos orejas --sí, eran dos; las conté--, pero algo estaba fallando. Se brincó el tercer verso, creo, el de "con mi carboncito negro", y de repente se trababa en cosas como "chaperno" "copi... ¿qué?" y algunas más. Creo que cantó lo que le dictaban porque así se lo dictaban, en automático, pero salió muy bien librado. Y luego "Granada", de Agustín Lara.
Después de ver la posición oficial salvadoreña con respecto a la juventud (con una pequeña ayuda del arzobispado, why of course), y visto que la producción de Lara, por cantidad, tenía menos que ver con lugares españoles que con lupanares veracruzanos, donde se ganó la cicatriz en la mejilla, consideramos con Krisma que lo correcto hubiera sido que cantara "Aventurera" o, ya en plan metalero, "Pervertida". Quizá el rey Juan Carlos no lo hubiera entendido muy bien, pero de todas maneras no parecía muy divertido, y ya esperábamos que le dijera al Potrillo: "¿Por qué no te callas?" Pero la diplomacia es la diplomacia, y sin Hugo Chávez cerca no tenía sentido.
Después la canción de Parker y los muchachos que la cantaron moviendo las manos como poetisa municipal en velada infantil. En serio: ¿por qué no les enseñan a ser más naturales? Los chavos no tienen la culpa de los vicios de sus maestros, y levantar las caras así, con ese gesto de "mirar al futuro", les va a sacar arrugas antes de tiempo.
¡Y por fin se compuso la televisión! Es decir: terminó la cadena nacional. Valeria volvió a su tele y nosotros seguimos con Jericho, con gente matándose en una época post apocalíptica, amigos traicionando a sus amigos, un agente de la CIA viendo cómo diablos se dehace de un arma nuclear, una niña de 15 años que mata a una mercenaria y, en fin, lo que hace la vida cotidiana.
No vi lo que había en el canal 69 de Disney. Después de la cadena nacional no sé si lo hubiera soportado.
A las
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