17 de marzo de 2008

La otra cara de la Coca-Cola, el pan dulce y la poesía

Como ya se ha dicho hasta la náusea --entendámoslo según en sentido fisiológico, y no sartreno--, la Coca-Cola de dieta y el pan dulce son elementos integrales del taller de La Casa del Escritor. Pero también la poesía, curiosamente.

Ayer hubo varios textos interesantes, y la visita --por lo menos mensual-- de dos embajadores de la República Democrática, Soberana y Morena de Santa Ana (RDSMSA), Mario Zetino y Luis Hernández. En la foto anterior, Zetino lee un poema --muy bueno, hay que decirlo-- de su serie de caballos. No sé si trate de una serie, pero en todos los poemas hay caballos; son como el hilo conductor. A la izquierda, Emmanuel Arias Pocasangre, el bebé actual del taller de poesía (tiene 16 años). Anda en la onda de Catulo, Marcial (el de antes, no el nuestro) y tratando de escribir cosas modernas en el más puro estilo clásico. Está armando un poema largo del cual ya lleva varias partes en... uh... bueno, desde octubre pasado hasta la fecha.

Loida Pineda lee el poema de Mario para después comentarlo. Llevó a su vez un texto bien interesante con una historia más interesante aún. Algún día, supongo, contará la historia.

Mientras los demas compañeros revisaban el poema de Mario, éste le enseñaba algunos trucos de métrica avanzada a Emmanuel, por ejemplo la combinación de metros y cómo "esconder" la métrica con cortes de verso particulares.

Luis y Herberth Cea en plena plática, supongo que también literaria.

Erika Salinas es del Protectorado Autónomo de Quezaltepeque, y también trabaja con un taller de por allá. El carácter de los talleres es harto diferente --aquél está enfocado más bien a la enseñanza acerca de la poesía--, así que no veo cortocircuitos ni contradicciones. Llevó cinco poemas cortos. Es la quinta vez que se aparece por el taller, y los avances son notables. En un año estará echando lumbre, calculo.

Y, bueno, primero nos dedicamos a los textos de os compañeros santanecos y por último a los de San Salvador, porque aquéllos tienen que irse temprano para tomar autobuses y no llegar demasiado tarde a sus casas. Así que a Emmanuel le tocó leer al final, ya sólo con Herberth, Loida y yo como testigos, jueces y partes. Ya estábamos cansados, y ya era tarde, pero siempre hay tiempo para uno más. Como notarán, nos cambiamos de escenario; la luz del otro lugar está de la patada, y no he insistido en que cambien el foco de 25 watts. Será después de semana santa...

* * *

Mi artículo de esta semana en Centroamérica 21 trata acerca de cierto tipo de editores y cierto tipo de escritores que hacen todo lo posible para que su libro quede a imagen y semejanza de lo que el promero escribiría... si pudiera. Se puede encontrar en este link, bajo el título de "Editores con prisa, escritores sin prosa".
Krisma ha hecho un comentario muy fuerte acerca del Día Internacional de la Mujer. Hay una parte en la que dice, y lo comparto:

A veces quisiera pensar que las mujeres radicalmente sujetas a la bandera del feminismo y concentradas en la liberación femenina están en una lucha por hacer del mundo un mejor lugar para vivir. Luego me doy cuenta que todo es sexismo y que todo es un desperdicio de tiempo y de recursos.

Y sigue la excelente serie El club de los escritores suicidas, de Jacinta Escudos. Esta vez su nota está dedicada a Virginia Woolf.
Aquí viene una reseña o crónica acerca de la anunciadísima designación de Rodrigo Avila como candidato presidencial de ARENA. Fin del Arena's Next Top Candidate.
Aunque se habló de unidad de los areneros, Ana Vilma de Escobar habló de maniobras en su contra. El que me da penita es Luis Mario Rodríguez: justo cuando acababa de publicar un libro acerca de su ideario político, lo dejan con los colochos hechos.
Lo cual demuestra que todos los candidatos o precandidatos están seguros de que van a ganar alguna elección o candidatura, y les cuesta asimilar que las cosas no funcionan así, al menos por el momento. Conmueve que haya fe en el mundo.

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