4 de abril de 2009

Pendientes

Con eso de que se acercan mis cincuenta años de edad, y con las circunstancias y consecuencias del hecho, me he puesto a revisar qué textos tengo pendientes de publicar y, sobre todo, de terminar. Lo primero ya ocurrirá algún día; lo segundo tiene que ocurrir algún día; no me gustaría dejar cosas a medias cuando llegue el momento de retirarme, y me refiero del planeta, no del trabajo. (Cuando me retire del trabajo, si es que eso ocurre, no encuentro mejor oficio que dedicarme a escribir lo que se me pegue la gana, y nada más.)

En la carpeta de libros terminados encuentro que tengo listos para publicar:
1. ¡Una novela interactiva para jóvenes! Lo interesante es que ésa debió publicarse en 1995, por encargo de Planeta México. De repente se vino la crisis económica, corrieron al editor y, con los originales mecánicos ya en los talleres, se quedó en nada, y Planeta casi en nada durante un buen par de años. Me la pagaron, y el contrato decía que, si en diez años no se publicaba, los derechos eran míos. Pues bien: ya son míos. Quizá haga una cosa en html o en pdf, nomás por diversión, después de darle una buena revisada.
2. Un libro de cuentos inédito en español, aunque recién publicado en Francia.
3. Una pieza de teatro bastante divertida. En realidad son dos: tengo otra que ya estaba corregida, y perdí una última versión cuando se arruinó la compu del trabajo. La única solución que hallaron los... uh... técnicos fue cambiar el disco duro y tirar el anterior, cuando me consta que no era necesario. Mea culpa por no sacar backup. Sólo hay que cambiar las últimas líneas de la pieza, así que en realidad son dos piezas de teatro.
4. Un poemario. Me llevó como diez años hacerlo, de 1990 a 2000. Me han ofrecido publicarlo un par de veces, y siempre he preferido publicar otra cosa.
5. Un libro de ensayo sobre el testimonio como género literario, en colaboración con Karen Schairer, de la Northern Arizona University. He publicado fragmentos por aquí, pero creo que la discusión acerca del testimonio ha quedado rebasada. Quizá pedaceándolo y dejando lo que no tenga que ver con la polémica que en algún momento fue La Polémica en la academia de Estados Unidos...
6. Dos novelas negras. Una es parte de la "serie mexicana" que he publicado en Costa Rica, El Salvador, México y Guatemala desde 1990 (Los años marchitos, Los héros tienen sueño, De vez en cuando la muerte y Cualquier forma de morir). La otra está ambientada en El Salvador de la posguerra, y los protagonistas son ex guerrilleros que trabajan con "el gobierno", como Gobernación --en la parte burocrática, claro-- y la PNC --en los mandos medios y en la tropa, claro--, y de repente se dan cuenta de que veinte años atrás dejaron pendientes cosas que deben arreglar al viejo estilo. Es quizá una de las novelas que he escrito con más placer, y una de las más largas. Y fuertes.
7. Un libro de ensayos y artículos sobre literatura, pero de esas cosas no se publican por aquí con mucha constancia. Tampoco lo he movido demasiado.
8. Un libro sobre el asesinato de la comandante Ana María y el suicidio de Marcial. Tenía que haber salido hace meses, pero las editoriales pequeñas siempre tienen problemas de dinero, y ya se sabe que Gobernación, la OIE y Arena no van a patrocinarle un libro así a alguien de izquierda. (Veremos si lo hacen en el gobierno que sigue... o si el editor sale del bache económico, que es lo que en mi caso esperaría.)
9. Una novela "literaria" --si es que las novelas negras no lo son--, publicada sólo en francés.
Ésos son los inéditos, y no está mal; si alguien me pide algo para publicar, allí hay de dónde escoger. No cuento un par de traducciones de libros ajenos, como Aspectos de la novela, de E.M. Foster, y Notas para la definición de la cultura, de Eliot, a la que le hace falta una pulida.
Lo escandaloso son los libros y textos que llevo en marcha y que, me doy cuenta, no sería difícil terminar, al menos la mayor parte de ellos. Ya me puse a revisar algunos y, sí, en unas semanas podría tener un par de ellod al menos en borradores. Éstos son:
1. Una novela de ciencia ficción. Va más o menos para largo; fue la que empecé en Francia hace año y medio y aún hay hilos que no logro pescar. Hace poco le di una buena revisión y encontré pistas que se me habían pasado por alto.
2. Una novela formada por relatos independientes, que he estado trabajando paralelamente a la anterior. Ya tengo todo el "qué"; nomás me falta el "cómo". Podría tener un buen borrador en un mes o dos.
3. Una novela negra también ambientada en El Salvador. Llevo más o menos la mitad, y cometí el error de matar al secretario general. Me topé con pared y, bueno, hay que rodear la pared y arreglar lo que se haya roto. Otra que se llevaría poco tiempo; la he estado pensando desde hace... no sé... cuatro años.
4. Un proyecto medio raro en el que avancé muy rápidamente y que podría terminar igual de rapidamente. Está formado por epílogos de libros que nunca se escribieron. Pero no creo que lo termine rápido, ni quiero; es divertidísimo y me gustaría que durara.
5. Un ensayo acerca de estructuras narrativas. Tampoco es complicado; nada más trabajoso. Llevo escrita la mitad, más o menos, y es más un manual que un ensayo, dedicado a novatos y medios.
6. Cuatro relatos largos --o cortos, vistos desde el punto de vista de un novelista-- que apenas hace un par de días me di cuenta de que pueden armar una unidad. Estuve trabajando en uno de ellos. En un par de semanas puedo terminar un borrador: el que estuve trabajando y dos más sólo requieren de un poco de técnica, de "rellenar". Lo principal ya está hecho, en mayor o menos grado. A otro le faltan las últimas líneas, que no he encontrado. Quedaría un volumen rarísimo, bien heterogéneo y fragmentario, tipo Terceras personas, pero en grande.
7. Una novela de ciencia ficción que empecé hará unos once años. Me trabé en un asunto de una cronología y me desesperé. No es tan grave resolverlo, y ya tengo todo el esquema. El problema es el "cómo".
8. ¡Una novela que empecé en 1980! He hecho toneladas de versiones, y hasta llegué a terminarla un par de veces, pero no me gustó. Ahora mismo dudo si me guste. Ya tengo escrita como la mitad; tengo que decidir si es una de las que se quedan inconclusas o si puedo agarrar el aire necesario para acabarla o si me interesa acabarla.
9. Una pieza de teatro. No, no a la que le faltan las últimas líneas, sino otra que empecé por allí de 1981 o 1982. Hace años que no la toco. No sé si me vaya a convencer.
10. Una novela muuuy bonita sobre unos pasajes de la Revolución Mexicana, y sus consecuencias para los derrotados, es decir los porfiristas. Los protagonistas son miembros de una familia porfirista que se queda casi con nada y conserva los rituales --no el modo de vida, porque es imposible-- de cuando eran dueños del país. Tengo un capítulo y notas para algunos más. La empecé quizá hace unos quince años y allí está, esperando. Quizá no quiero meterle mano por miedo a que deje de ser bonita.
11. Un libro autobiográfico. Muy fuerte. No sé si lo quiera publicar en vida, pero de que lo termino, lo termino antes de que me termine yo. O sea que todavía falta. Ya tengo el borrador completo; trata sólo de algunos años y de algunas circunstancias. Tiene unos pasajes que me parecen bastante tiernos, de una manera un tanto... uh... bronca, digamos.
Lo que necesito es fijar un orden y dedicarme a sólo un proyecto a la vez, mientras los otros se desarrollan en segundo plano. Si lo logro, este año quizá tenga unos cuatro libros nuevos. No sé muy bien para qué, pero tampoco sé muy bien para qué escribo, así que no tiene importancia. Lo importante es terminarlos.
(Y eso que no me he puesto a revisar cuadernos...)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, y aquí estaré esperando esos textos con ansias. Es que leerte siempre ha sido un placer. Un fuerte abrazo.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

¡Hola! Es casi un milagro saber de ti. Déjame tu e-mail en un comentario, que no publicaré, para mandarte cosas. Un abrazo.

Thierry dijo...

A traquear los nudillos... Un abrazo.

Anónimo dijo...

Toleque y casi sin trabajo...