28 de agosto de 2005

Epílogo.


De repente veo este blog y me doy cuenta de que el link al boletín electrónico El ojo de Adrián sigue allí, y que ya no quiero que siga. Pienso en Mayra Barraza y René Rodas ("el editor") y me digo: sí, se han portado autoritarios y hasta orwellianos, pero a lo mejor es una iniciativa cultural que es necesario que permanezca, a lo mejor el intolerante soy yo, porque ya ha ocurrido, y un espacio cultural es un espacio cultural. Y aunque ya no esté con ellos ni recomiende la publicación ni la retransmita a otros amigos, un modo de apoyarlos es dejar aunque sea el link, y allá su conciencia y su ética. Y de repente recuerdo a René Rodas haciendo lo que hizo cierta vez, diciendo lo que dijo, y por lo cual le comuniqué que ya no vivía en mi casa desde ese preciso momento -una noche más bajo el mismo techo que mi hija Valeria era intolerable-, y me dije: al carajo, éste es mi blog y pongo los links que quiera y los quito a discreción.
Estoy amenazado -con puras insinuaciones, y desde luego sin firma- con recibir un par de golpes en El ojo de Adrián 4 y 5. Lástima por Mayra; no necesita de eso para ser quien es.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No me extrañaría que cumplieran su amenaza. Como hoy resulta que ya no piensas como ellos. Lo que me parece simplón es que en lugar de firmar la respuesta que te mandaron como RR (René Rodas) se intentan esconder, tras un simple corrimiento de las letras (hacia la izquierda, of course) con un par de EE.
De veras, esperaba más de los editores.
Además, me parece que tu eres el dueño de tu blog. Y tú decides que enlace se queda y qué se va. Y si no les gusta, pues serán dos tareas para ellos, enojarse y volverse a contentar.
Perdón, pero estoy molesto por el giro que tomó el asunto. grrrrrr