10 de junio de 2008

Cámaras, fotos y abrazos

Las cámaras que --aún-- tenemos comenzaron a fallar: una Cybershot que compramos hace ya varios años y una Kodak EasyShare que compré de emergencia en Francia, después de una del Hombre Araña con la que no iba a tomar fotos de Nôtre Dame, me van a perdonar.
A la Cybershot le agarró primero por quedarse trabada a medio camino entre encender y tomar la foto. La mandamos a arreglar, pero sólo funcionó unas semanas. Ahora sólo es posible ver las fotos que hay en el memory stick, pero de tomar cosas, nada; nomás no enciende. Ya veremos si aún está en garantía o qué, porque costó un buen dinero.
La Kodak empezó a hacer tonteras. Por ejemplo, en la foto del escarabajo que tomamos, se llenó de rayitas horizontales; luego se puso bien, luego más rayitas horizontales y ahora nada más toma fotos absolutamente en blanco.

Y pues no es onda de andar tomando fotos con rayitas horizontales, o de plano fotos sin foto, por esos caminos del Señor o de quien sean los caminos.
Así que aprovechamos que cobré una lana extra, de un trabajo que hice, para:
1. Celebrar el cumpleaños de Valeria. (Cumple cuatro años el miércoles, pero lunes y martes es el día de mi descanso.)
2. Irnos a comer rico con el pretexto del cumpleaños de Valeria.
3. Comprarle un regalo de cumpleaños. Lo difícil fue explicarle que está cumpliendo cuatro años, y que por eso la comida y el regalo. No sé si haya entendido muy bien el concepto, pero no estaba descontenta. Lo que pasa es que siempre que salimos nos vamos a comer algo rico (pizza es el colmo de la delicia para Vale, y las sopas de Sanborns), siempre le compramos alguna cosa (de ropa a algún juguete, según) y eso de los cumpleaños no es mucho nuestro rollo, aunque los celebramos de algún modo.
4. Comprar una cámara nueva. Eso de no tener cámara es como estar medio ciego, y la del celular es bastante boba. No está mal para una emergencia, pero no es para andar tomando fotos más o menos importantes.

Así que nos fuimos a Radio Shack, aprovechando que está al lado del Banco Cuscatlán de Metro, para ver si encontrábamos una cámara buena, bonita y sobre todo barata. Nos decidimos por una Samsung L100, compacta, de 8.2 megapixeles y no demasiado cara. Tiene una batería de litio con no sé qué, mucho más cómoda que andar recargando pilas AA o gastando en alcalinas. Tiene una buena duración, según el manual, y con la poca carga que tenía la batería tomé la primera foto, que fue desde luego a Krisma.
Todavía alcanzó para tomar algunas más, como ésta en la que estoy con Vale y, claro, con la caja de la cámara.

Y allí está el regalo de cumpleaños de Valeria: una compu de juguete que sirve para aprender las letras, para armar palabras, para poner música y bailar y no sé cuántas monerías. La otra opción era un triciclo, pero la verdad a esas cosas no les hace mucho caso. Tiene un carrito de plástico que le regalaron, y lo usa para guardar cosas, subir a sus animales de juguete y a veces dar algunas vueltas de algunos metros, antes de irse a colorear o a tratar de hacer letras.

Aquí, Krisma y Natasha en el estudio. Nótense los zapatos puestos en lugares en los que no estorben demasiado, de preferencia que no sean los pies. La compu de Krisma, que debería estar al fondo, ya se quedó obsoleta y no está funcionando bien. Voy a cambiarla a Windows Me, y seguro será un buen procesador de textos y servirá para internet y correo y eso; mientras, está usando la mía, y en su escritorio, muy discreta, está mi Vaio (verde) desde la cual, por cierto, escribo este post.
Y mi compu también se está quedando viejita. Hace unos meses compré en Los Ángeles un disco duro externo, bastante barato, un FreeAgent de 320 gigas, y la máquina no supo muy bien qué hacer con él. Lo conecté a la Vaio y hago backups y lo que sea desde las dos computadoras, pero tengo que puentear con la Vaio (que es verde, insisto) las cosas de la de escritorio. Tampoco supo qué hacer con la nueva cámara. La ve, la reconoce, abre directorios, pero no es capaz de identificar todas las fotos y copiarlas. Así que otra vez a la Vaio (verde, ejem), y ya veré cuándo puedo comprarme una compu un poco más moderna y que aguante la tecnología que va saliendo.

Otras fotos, otros abrazos

Y, en fin, el sábado fue el almuerzo para platicar con Nathaly. No llegó mucha gente, porque la mayor parte trabaja, pero el domingo la susodicha tenía que ir con unos tíos. Para ese momento ya se había ido Ana Escoto, yo estaba no se dónde, Krisma tomaba la foto y por allí andaría alguien más. La cámara era la de Osmín Magaña. Al rato llegaron los compañeros de danza y nos ayudaron a comernos el mole, que quedó delicioso.


Vale agarrño berrinche por algún motivo, y se le quitó con un abrazo de Krisma.

Y Krisma no agarró berrinche, pero ésta es una de ésas fotos que rara vez se ven. No porque nos abracemos poco --al contrario--, sino porque generalmente uno de los dos está detrás de la cámara.
Martes. Segundo día de mi descanso. Me voy a dormir otro rato.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

mira vos, como se parece Vale a Krisma, es identica. Si asi hubiera sido mi Camila... identica al tata!!! Increible, cuatro años, pues decile que le mando un beso. En octubre (el dos especificamente) sera el cumple de la mia, a ver si pueden ir. Si se lo celebro donde quiero (porque si no es en el Tin Marin no quiero hacer algo) te llegara la invitacion. Saludos

René dijo...

tanto mole y yo chimuelo, jeje, bueno no exactamente, pero ni modo mi dieta es mi dieta, así que el mole lo dejaremos para la próxima, lo mejor de la tarde fueron las exhibiciones de defensa personal, rama que ha vuelto a la Casa, porque en su momento, de acuerdo a mis indformaciones, la hubo.

Anónimo dijo...

Fantástica fotografía la de Krisma apaciguando a Valeria. De veras, única. Y vaya... 320 Gigas... ni yo podría reconocerlo, oye.
Felicidades a la Vale. Y por cierto, ese día tienes grabación, eh.

LaLola dijo...

Lindisimas fotos! Que grande esta la pequeña (esta es una frase metafisica popular boliviana...igual que decir que se pintan casas a domicilio, vio?)
Sobre la Vaio verde: el lunes me asome a la ventana porque habia un despelote malevo (vivo a una cuadra de la embajada de USA), y vi un coche del mismo color verde. Parecia un escarabajo pero creo que era un Golf o algo asi, era muy chiquito. Me acorde inmediatamente de un post suyo con la foto de otro coche similar y del mismo color: verde loro.