Algo más de la FILGUA
Tema de la mesa: "¿Sirve para algo la literatura? II", o sea que ya había habido una mesa con el mismo título, a la que no pude asistir porque estaba en la de "Literatura, identidad e integración en Centroamérica", de la que hablé anteayer.
Y, bueno, empezaba a las cuatro de la tarde. A las cuatro y media la sala se veía así:
Y la mesa se veía así:
Los ponentes y el moderador (o sea yo) ya estábamos en el plan de irnos a tomar un café o algo. Y no todos...
De izquierda a derecha, Eunice Shade, de Nicaragua; yo, de El Salvador; Javier Mosquera Saravia, de Guatemala, y José Luis Rodríguez Pitti, de Panamá. Al pie del cañón y todo, pero sin público. Denise Phé-Funchal, la otra ponente, avisó que quizá llegara tarde; tuvo que ir a Jutiapa a la misa de nueve días de la muerte de su papá.
Casi a las cinco de la tarde llegó algo de público. Aquí están los primeros, pero llegaron a ser poco más de veinte asistentes, y comenzamos.
Denise llegó pronto y se integró a la discusión. En suma, después de dar muchas vueltas --si el valor de la literatura es práctico, espiritual, moral, etcétera-- se llegó a la conclusión de que la literatura debe servir para algo, o no habría gente en todas las sociedades que se dedica a ella.
¡Sí! ¡Denise Phé-Funchal usando la Vaio verde! ¡Impunemente! Claro que estaba chateando con Krisma, y que eso fue después de la ponencia en la feria, y después de grabar materiales para unos programas para radio Don Bosco...
...pero antes nos tocó estar en el otorgamiento de una cosa llamada "El Galardón de las Américas" a las personas que participaron en la mesa posterior a la nuestra. No me enteré muy bien qué era el galardón, ni por qué exactamente se entregaba, pero le tocó uno a Raúl Figueroa Sarti como presidente de la Gremial de Editores de Guatemala, y otro a Vanessa Núñez Handal en su calidad de... eh... la señora que los daba dijo que de lectora, y que le daba gusto que lo llevara a El Salvador. Y Vanessa vive en Guatemala...
También le tocó uno a un representante de la embajada argentina. De repente la señora empezó a interactual con el público, con dos cámaras de televisión detrás de ella, y se acercó peligrosamente a donde estábamos con Denise, para preguntarnos qué pensábamos acerca de la trascendencia del Galardón de las Américas y de su otorgamiento a los participantes de la mesa, etcétera, y fuimos detrás de Raúl cuando ya casi estaba encima de nosotros (Raúl tuvo que levantarse a resolver problemas, como desde amtes de que empezara la feria).
Y ya.
Y, bueno, empezaba a las cuatro de la tarde. A las cuatro y media la sala se veía así:
Y la mesa se veía así:
Los ponentes y el moderador (o sea yo) ya estábamos en el plan de irnos a tomar un café o algo. Y no todos...
De izquierda a derecha, Eunice Shade, de Nicaragua; yo, de El Salvador; Javier Mosquera Saravia, de Guatemala, y José Luis Rodríguez Pitti, de Panamá. Al pie del cañón y todo, pero sin público. Denise Phé-Funchal, la otra ponente, avisó que quizá llegara tarde; tuvo que ir a Jutiapa a la misa de nueve días de la muerte de su papá.
Casi a las cinco de la tarde llegó algo de público. Aquí están los primeros, pero llegaron a ser poco más de veinte asistentes, y comenzamos.
Denise llegó pronto y se integró a la discusión. En suma, después de dar muchas vueltas --si el valor de la literatura es práctico, espiritual, moral, etcétera-- se llegó a la conclusión de que la literatura debe servir para algo, o no habría gente en todas las sociedades que se dedica a ella.
¡Sí! ¡Denise Phé-Funchal usando la Vaio verde! ¡Impunemente! Claro que estaba chateando con Krisma, y que eso fue después de la ponencia en la feria, y después de grabar materiales para unos programas para radio Don Bosco...
...pero antes nos tocó estar en el otorgamiento de una cosa llamada "El Galardón de las Américas" a las personas que participaron en la mesa posterior a la nuestra. No me enteré muy bien qué era el galardón, ni por qué exactamente se entregaba, pero le tocó uno a Raúl Figueroa Sarti como presidente de la Gremial de Editores de Guatemala, y otro a Vanessa Núñez Handal en su calidad de... eh... la señora que los daba dijo que de lectora, y que le daba gusto que lo llevara a El Salvador. Y Vanessa vive en Guatemala...
También le tocó uno a un representante de la embajada argentina. De repente la señora empezó a interactual con el público, con dos cámaras de televisión detrás de ella, y se acercó peligrosamente a donde estábamos con Denise, para preguntarnos qué pensábamos acerca de la trascendencia del Galardón de las Américas y de su otorgamiento a los participantes de la mesa, etcétera, y fuimos detrás de Raúl cuando ya casi estaba encima de nosotros (Raúl tuvo que levantarse a resolver problemas, como desde amtes de que empezara la feria).
Y ya.
3 comentarios:
Ups, un poco más y vives al situación ideal: que no llegue gente, que los organizadores —todos apenados— den el cheque e inviten una copa a los ponentes en un sitio lejos de la escena del crimen.
Saludos.
cabal. por lo menos las sillas apredieron mucho del foro, brod. estuvo más divertido lo de batman y la "integrrrración cetron-americana".
saludos :-)
jajaja, ¡cómo olvidar esas sillas!
saludos desde Nic.
eunice.
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