Tribulaciones y FERM-19
Sí, el programa Tribulaciones y asteriscos sigue apareciendo en Radio Don Bosco, en el 1100 de AM, los viernes a las 7:30 pm (19:30 para mexicanos y europeos, ejem), y se graba con un par de semanas de anticipación. Ayer nos tocó grabar cuatro programas al hilo, porque es de ponerse nervioso eso de tener sólo uno o dos como colchón. Puede ser cansado, en especial para un neófito en esos menesteres.
Hubo un asunto de suerte: cuando llegué a La Casa estaba don Manuel, el responsable de Los Historiantes de Panchimalco, conversando con Johanna Marroquín, y le propuse que hiciéramos un programa. Aceptó de inmediato, y vino el problema: ¿qué le iba a preguntar? Así que habilité a Johanna como entrevistadora y ella se encargó de la plática; yo estaba al lado para darle algo de seguridad, hacer los cortes y poner la música.
Don Manuel pintó un panorama bastante desolador acerca de Los Historiantes de Panchimalco. Habló de cómo va desapareciendo poco a poco, de cómo los jóvenes no quieren seguir con la tradición, del poco o ningún apoyo que recibe de instituciones privadas y oficiales, del amor, sin embargo, que los que van quedando le dedican a su arte... Bastante conmovedor. Creo que el programa pasará la próxima semana. Después, tres programas bien interesantes repartidos entre Mario Zetino y Santiago Vásquez.
Para este viernes --o sea mañana-- pasa uno con Sandra Aguilar, también compañera de La Casa del Escritor. Además de la plática, leyó varios de sus poemas, que son muy buenos. Hay que leerlos --u oírlos, en este caso-- para saber qué tan buenos son.
Sí, oficialmente el programa es mío. Sí, se graba en La Casa y es también de La Casa; me parece natural que buena parte de los programas esté dedicado a gente de La Casa, que tiene pocos canales de expresión. Igual ha llegado gente de otras partes, o de ninguna. En fin...
Por la tarde llegaron varios estudiantes de una nueva organización universitaria, las Fuerzas Estudiantiles Rafael Menjívar [Larín, ejem] - 19 de julio, para conversar un rato acerca de su trabajo en la UES y conocer un poco más de mi padre, que es de quien obviamente han tomado el nombre.
Me gustó y me impresionó que no manejaran el discurso tradicional "de izquierda", sino que su énfasis fuera lo académico, y sus reivindicaciones giraran alrededor de eso. Había tenido noticia de otras agrupaciones estudiantiles que intentaban lo mismo, pero pronto cayeron en lo de siempre, generalmente por cooptaciónj de los de siempre. Espero que logren mantener su ideario y sus objetivos.
Entre otras cosas conversamos acerca de algo interesante: mi padre nunca perteneció a una organización estudiantil. Se casó muy joven --21 años--, y a la misma edad entró en la universidad, o sea que se pasaba trabajando o estudiando o durmiendo algunas horas diarias durante siete años, cuando se graduó directamente como doctor. De cajero del Agrícola pasó a decano de Economía; fue electo muy poco después de su graduación. Hablamos también acerca de cómo los planteamientos grupales son importantes, pero no tienen mucho sustento si no hay esfuerzos individuales, si cada uno de ellos no es mucho más que el engranaje de una máquina. Y más: es en la diversidad donde van a encontrar los más importantes elementos de unión. Y un etcétera de un par de horas.
El próximo 18 de julio, a las dos de la tarde, en el Cine Teatro Universitario, las FERM 19 tendrán un acto en el cual hablarán de la intervención militar de la UES, ocurrida el 19 de julio de 1972, y me han invitado a estar con ellos. Me dará gusto estar con viejos amigos de mi padre, como el economista Santiago Ruiz --es entre otras cosas padrino de mi hermano Mauricio--, Rosario Luna --bibliotecaria hasta hace poco de la Facultad de Economía, y desde las épocas en que mi padre era decano-- y Evaristo Hernández.
Hubo un asunto de suerte: cuando llegué a La Casa estaba don Manuel, el responsable de Los Historiantes de Panchimalco, conversando con Johanna Marroquín, y le propuse que hiciéramos un programa. Aceptó de inmediato, y vino el problema: ¿qué le iba a preguntar? Así que habilité a Johanna como entrevistadora y ella se encargó de la plática; yo estaba al lado para darle algo de seguridad, hacer los cortes y poner la música.
Don Manuel pintó un panorama bastante desolador acerca de Los Historiantes de Panchimalco. Habló de cómo va desapareciendo poco a poco, de cómo los jóvenes no quieren seguir con la tradición, del poco o ningún apoyo que recibe de instituciones privadas y oficiales, del amor, sin embargo, que los que van quedando le dedican a su arte... Bastante conmovedor. Creo que el programa pasará la próxima semana. Después, tres programas bien interesantes repartidos entre Mario Zetino y Santiago Vásquez.
Para este viernes --o sea mañana-- pasa uno con Sandra Aguilar, también compañera de La Casa del Escritor. Además de la plática, leyó varios de sus poemas, que son muy buenos. Hay que leerlos --u oírlos, en este caso-- para saber qué tan buenos son.
Sí, oficialmente el programa es mío. Sí, se graba en La Casa y es también de La Casa; me parece natural que buena parte de los programas esté dedicado a gente de La Casa, que tiene pocos canales de expresión. Igual ha llegado gente de otras partes, o de ninguna. En fin...
Por la tarde llegaron varios estudiantes de una nueva organización universitaria, las Fuerzas Estudiantiles Rafael Menjívar [Larín, ejem] - 19 de julio, para conversar un rato acerca de su trabajo en la UES y conocer un poco más de mi padre, que es de quien obviamente han tomado el nombre.
Me gustó y me impresionó que no manejaran el discurso tradicional "de izquierda", sino que su énfasis fuera lo académico, y sus reivindicaciones giraran alrededor de eso. Había tenido noticia de otras agrupaciones estudiantiles que intentaban lo mismo, pero pronto cayeron en lo de siempre, generalmente por cooptaciónj de los de siempre. Espero que logren mantener su ideario y sus objetivos.
Entre otras cosas conversamos acerca de algo interesante: mi padre nunca perteneció a una organización estudiantil. Se casó muy joven --21 años--, y a la misma edad entró en la universidad, o sea que se pasaba trabajando o estudiando o durmiendo algunas horas diarias durante siete años, cuando se graduó directamente como doctor. De cajero del Agrícola pasó a decano de Economía; fue electo muy poco después de su graduación. Hablamos también acerca de cómo los planteamientos grupales son importantes, pero no tienen mucho sustento si no hay esfuerzos individuales, si cada uno de ellos no es mucho más que el engranaje de una máquina. Y más: es en la diversidad donde van a encontrar los más importantes elementos de unión. Y un etcétera de un par de horas.
El próximo 18 de julio, a las dos de la tarde, en el Cine Teatro Universitario, las FERM 19 tendrán un acto en el cual hablarán de la intervención militar de la UES, ocurrida el 19 de julio de 1972, y me han invitado a estar con ellos. Me dará gusto estar con viejos amigos de mi padre, como el economista Santiago Ruiz --es entre otras cosas padrino de mi hermano Mauricio--, Rosario Luna --bibliotecaria hasta hace poco de la Facultad de Economía, y desde las épocas en que mi padre era decano-- y Evaristo Hernández.
3 comentarios:
Mi estimado Rafael, hoy que veo una nueva foto suya, puedo contarle: ayer pense en lo flaco que luce usted y, por nada mas, me comi casi media vaca, creo.Ojo, no se ve usted mal, pero que esta piel y huesos, esta. Hoy, post foto, creo que me comere la otra mitad de la vaca.
Rafael, hay proyecto para poner el prgrama de radio en la web??
Sí, pero aún no sé cómo ni dónde. Se aceptan (más, porque hay algunas) sugerencias.
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