Correcciones al "premio" de David Hernández (y el poeta turco)
Estuve revisando links y en la página Cuscatlán ya no aparece David Hernández, en su ficha, como ganador del premio "Valle Inclán" de 1990. Antes decía:
Ahora dice:
Pero en El faro hay una entrevista en la que sigue diciendo que ganó el certamen, no en 1990, sino en 1989. (¿Cómo resultó finalista entonces en 1990, si ya habia ganado?) No creo que los de El faro se lo hayan inventado o lo hayan sacado de otra parte... Eso es algo que David Hernández debería aclarar. Es bien fácil echarles la culpa a los periodistas, pero en este caso la entrevistadora es la académica Rhina Toruño. (A Rhina me la he encontrado en varios congresos y en varios países. Me parece un poco distraída en lo personal, pero es una fiera para los datos.)
Hay otras referencias en otras partes que en su momento, si viene al caso, sacaré a desempolvar.
Y a todo esto: ¿qué tiene que hacer aquí el poeta turco Omar Khayyam? Nada, obviamente. Nada más no me pasa la risa que me provocó leer que Hernández lo declaraba turco. Quizá se equivocó porque el nombre, buscándole un poco, se parece al de Nazim Hikmet, que sí es turco, aunque haya como 900 años de diferencia entre ambos. Todo es posible.
Sobre este tema habrá un poco más el lunes próximo, y me temo que será bastante serio, porque lo que ha dicho y hecho Hernández es bien serio, y me parece que no puede pasarse por alto.
Y quizá, como contrapunto, hable un poco de los entretelones del premio Alfaguara 2004, al menos de lo que me tocó ver. Son divertidísimos. Depende del ánimo del cual me levante el lunes o un día de éstos, y de si a Hernández (a quien le enviaré copia de este post, faltaría más) le parece correcto responder o no responder. Hasta ahora no ha respondido, y no lo culpo, pero tampoco lo excuso.
Ha ganado varios certamenes de literatura entre ellos el Premio Nacional Magisterial de Cuento en El Salvador en 1976; Premio Latinoamericano de Novela en 1990 con "Salvamuerte" en Costa Rica; Premio Nacional de Novela El Salvador Alfagura 2004 con "Berlín años guanacos".
Ahora dice:
En 1971 fundó con otros poetas jóvenes el grupo y la revista literaria "Cebolla Púrpura" en San Salvador. Ha ganado varios certamenes de literatura entre ellos el Premio Nacional Magisterial de Cuento en El Salvador en 1976; finalista Premio Latinoamericano de Novela en 1990 con "Salvamuerte" en Costa Rica; Premio Nacional de Novela El Salvador Alfaguara 2004 con "Berlín años guanacos". Miembro de la Unión de Escritores de Alemania "Verband deutscher Schriftsteller" y del Colegio de Periodistas de Alemania IG Medien Fachgruppe Journalismus.Algo se ha avanzado en el camino hacia la verdad. Por suerte conservo un screenshot de la entrada original, para que no (me) quepan dudas. Un error de los que hicieron la página, intuyo.
Pero en El faro hay una entrevista en la que sigue diciendo que ganó el certamen, no en 1990, sino en 1989. (¿Cómo resultó finalista entonces en 1990, si ya habia ganado?) No creo que los de El faro se lo hayan inventado o lo hayan sacado de otra parte... Eso es algo que David Hernández debería aclarar. Es bien fácil echarles la culpa a los periodistas, pero en este caso la entrevistadora es la académica Rhina Toruño. (A Rhina me la he encontrado en varios congresos y en varios países. Me parece un poco distraída en lo personal, pero es una fiera para los datos.)
Hay otras referencias en otras partes que en su momento, si viene al caso, sacaré a desempolvar.
Y a todo esto: ¿qué tiene que hacer aquí el poeta turco Omar Khayyam? Nada, obviamente. Nada más no me pasa la risa que me provocó leer que Hernández lo declaraba turco. Quizá se equivocó porque el nombre, buscándole un poco, se parece al de Nazim Hikmet, que sí es turco, aunque haya como 900 años de diferencia entre ambos. Todo es posible.
Sobre este tema habrá un poco más el lunes próximo, y me temo que será bastante serio, porque lo que ha dicho y hecho Hernández es bien serio, y me parece que no puede pasarse por alto.
Y quizá, como contrapunto, hable un poco de los entretelones del premio Alfaguara 2004, al menos de lo que me tocó ver. Son divertidísimos. Depende del ánimo del cual me levante el lunes o un día de éstos, y de si a Hernández (a quien le enviaré copia de este post, faltaría más) le parece correcto responder o no responder. Hasta ahora no ha respondido, y no lo culpo, pero tampoco lo excuso.
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