1976
En 1976 los abuelos Alfonso y Carmen cumplieron cincuenta años de casados, y durante meses la familia estuvo preparando la fiesta. Al parecer a la iglesia no fueron muchos, a menos que se hayan puesto del lado izquierdo. Entre los que se ven reconozco al tío Juan, hermano de mi padre (está justo sobre la cabeza de la abuela), y a su lado a una señora cuyo nombre no recuerdo pero es de la familia Choto, y debe ser mi tía; recuerdo que es sordomuda. Los Choto son a los que menos conozco de la familia (exceptuando a los Molina y los Larín), así que es probable que se trate de tíos y primos de esa rama.
En enero de ese año llegamos a vivir a México, y a mi padre le llegaban cartas de parientes en los que el tema era las bodas de oro de los abuelos. Creo que la idea era que se animara a venir a El Salvador para acompañarlos, y él hubiera dado casi cualquier cosa por hacerlo. Pero el exilio es el exilio, y cada vez que llegaba carta se ponía triste durante días, y más cuando aparecía algún pariente de paso y le decía que iban a hacerla en grande. Después de los festejos nos llegaron varias fotos. Había una en la que estaban los abuelos rodeados de buena parte de la familia, y durante semanas la tuvo en su escritorio y se ponía a verla durante ratos largos mientras escribía Acumulación originaria y desarrollo del capitalismo en El Salvador.
Saco cuentas y veo que los abuelos se casaron en 1926. Estuvieron cuatro años sin tener hijos, así que la tía Corina, la mayor, debió nacer en 1930 y la tía Margo en 1932 o 33. Mi padre nació en 1935, y el tío Juan en 1937. No recuerdo si ya conté acerca de la vez que, durante la insurrección de 1932, estuvieron a punto de fusilar al abuelo por no traer su carnet anticomunista; creo que sí. Un oficial de la Guardia Nacional lo reconoció como "el hijo de la niña Nicha" (o sea la bisabuela Dionisia Menjívar), que se dedicaba a lavar y planchar ajeno, y eso le permitió llegar al pueblo siguiente a sacar su carnet. El abuelo se dedicaba a transportar café para la familia Regalado, y después fue chofer del viejo don Tomás durante 37 años. De no ser por una casualidad, este blog sin duda no existiría, porque ya lo habían bajado del camión y lo tenían a un lado del camino, listo para asesinarlo.
La abuela murió de una neumonía a principios de febrero de 1995. Al abuelo murió a finales de 1997. Sesenta y nueve años de casados...
Quién dijera.
En enero de ese año llegamos a vivir a México, y a mi padre le llegaban cartas de parientes en los que el tema era las bodas de oro de los abuelos. Creo que la idea era que se animara a venir a El Salvador para acompañarlos, y él hubiera dado casi cualquier cosa por hacerlo. Pero el exilio es el exilio, y cada vez que llegaba carta se ponía triste durante días, y más cuando aparecía algún pariente de paso y le decía que iban a hacerla en grande. Después de los festejos nos llegaron varias fotos. Había una en la que estaban los abuelos rodeados de buena parte de la familia, y durante semanas la tuvo en su escritorio y se ponía a verla durante ratos largos mientras escribía Acumulación originaria y desarrollo del capitalismo en El Salvador.
Saco cuentas y veo que los abuelos se casaron en 1926. Estuvieron cuatro años sin tener hijos, así que la tía Corina, la mayor, debió nacer en 1930 y la tía Margo en 1932 o 33. Mi padre nació en 1935, y el tío Juan en 1937. No recuerdo si ya conté acerca de la vez que, durante la insurrección de 1932, estuvieron a punto de fusilar al abuelo por no traer su carnet anticomunista; creo que sí. Un oficial de la Guardia Nacional lo reconoció como "el hijo de la niña Nicha" (o sea la bisabuela Dionisia Menjívar), que se dedicaba a lavar y planchar ajeno, y eso le permitió llegar al pueblo siguiente a sacar su carnet. El abuelo se dedicaba a transportar café para la familia Regalado, y después fue chofer del viejo don Tomás durante 37 años. De no ser por una casualidad, este blog sin duda no existiría, porque ya lo habían bajado del camión y lo tenían a un lado del camino, listo para asesinarlo.
La abuela murió de una neumonía a principios de febrero de 1995. Al abuelo murió a finales de 1997. Sesenta y nueve años de casados...
Quién dijera.
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