Cualquier forma de morir
Pues sí, Maneras de morir se llamará Cualquier forma de morir, en vista de que el primer título se le había ocurrido a todo el mundo antes que a mí, como ya había comentado por acá. Es un título que he traído desde 1990. De vez en cuando la muerte se iba a llamar así, pero algo no me sonó y preferí agarrar el título de la canción de Serrat, modificarlo y poner un epígrafe para que no cupieran dudas. (Me gustó pensar que la canción dijera "De vez en cuando la muerte / nos besa en la boca / y a colores se despliega como un atlas. / Nos pasea por las calles en volantas / y nos sentimos en buenas manos.")
El título se lo transferí a Los héroes tienen sueño, que salió de un capítulo eliminado de De vez en cuando..., pero me gustó más Los héroes.... Lo que no sabía (porque mi ignorancia es más enciclopédica que la de Borges) era que Bioy Casares había publicado una que se llama El sueño de los héroes, que por allí tengo desde hace como un año esperando turno.
Ayer, Raúl Figueroa, el editor de F&G Editores, de Guatemala, me mandó la maqueta de la novela para que le hiciera una última revisión, que ya estuvo. No la pude disfrutar mucho, porque la estaba leyendo más bien en plan de buscarle errores que de ver cómo me había quedado. Además está muy reciente la última lectura: en enero de este año le di una revisada equivalente a una cirugía. No muy mayor, pero desaparecieron varios pedazos y otros cambiaron de lugar. Así que llegué de la inauguración del V Festival de Poesía y me puse a darle. Hoy, en La noche de los poetas muertos (¡no se la pierdan!), le pediré a Vanessa Núñez (la mensajera) que lo lleve de regreso, y ya no hay quien pare la publicación. O eso espero. Como ya conté, Norma la tenía en negativos cuando decidí que no la publicaría con ellos, y también la retiré de Alfaguara cuando, según me habían dicho, faltaba como un mes para que se publicara. Pero Raúl es otra cosa. El contrato es muchísimo más generoso, y él me cae bien.
Ahora una confesión, por supuesto.
Cuando empecé a escribir en serio, por allí de los 16 años, mi sueño húmedo era publicar en Guatemala. No un libro, sino algún cuento, o algo. Había revistas excelentes, como Abra y la de la Universidad de San Carlos. Apenas hace como tres años (o sea a los 44) se me cumplió y aparecieron varias cosas mías en la revista de la USAC: cuentos, artículos y algún ensayo de semiótica (¡háganme el favor!). Y tenía que mandar otro hace unas semanas, pero la vida se me puso complicada y tendré que enviar, además de materiales, una disculpa sincera a Rafael Gutiérrez, su director.
Y ahora aparecerá mi primer libro en Guatemala...
Un salvadoreño que no está validado por la Capitanía General no es salvadoreño. Ya dije. Además me alegra trabajar con narradores de por allá, y ver que tres de ellos ya están listos para lanzarse al ruedo y una más está haciendo un trabajo brillante y serio, que pronto dará más que frutos.
El título se lo transferí a Los héroes tienen sueño, que salió de un capítulo eliminado de De vez en cuando..., pero me gustó más Los héroes.... Lo que no sabía (porque mi ignorancia es más enciclopédica que la de Borges) era que Bioy Casares había publicado una que se llama El sueño de los héroes, que por allí tengo desde hace como un año esperando turno.
Ayer, Raúl Figueroa, el editor de F&G Editores, de Guatemala, me mandó la maqueta de la novela para que le hiciera una última revisión, que ya estuvo. No la pude disfrutar mucho, porque la estaba leyendo más bien en plan de buscarle errores que de ver cómo me había quedado. Además está muy reciente la última lectura: en enero de este año le di una revisada equivalente a una cirugía. No muy mayor, pero desaparecieron varios pedazos y otros cambiaron de lugar. Así que llegué de la inauguración del V Festival de Poesía y me puse a darle. Hoy, en La noche de los poetas muertos (¡no se la pierdan!), le pediré a Vanessa Núñez (la mensajera) que lo lleve de regreso, y ya no hay quien pare la publicación. O eso espero. Como ya conté, Norma la tenía en negativos cuando decidí que no la publicaría con ellos, y también la retiré de Alfaguara cuando, según me habían dicho, faltaba como un mes para que se publicara. Pero Raúl es otra cosa. El contrato es muchísimo más generoso, y él me cae bien.
Ahora una confesión, por supuesto.
Cuando empecé a escribir en serio, por allí de los 16 años, mi sueño húmedo era publicar en Guatemala. No un libro, sino algún cuento, o algo. Había revistas excelentes, como Abra y la de la Universidad de San Carlos. Apenas hace como tres años (o sea a los 44) se me cumplió y aparecieron varias cosas mías en la revista de la USAC: cuentos, artículos y algún ensayo de semiótica (¡háganme el favor!). Y tenía que mandar otro hace unas semanas, pero la vida se me puso complicada y tendré que enviar, además de materiales, una disculpa sincera a Rafael Gutiérrez, su director.
Y ahora aparecerá mi primer libro en Guatemala...
Un salvadoreño que no está validado por la Capitanía General no es salvadoreño. Ya dije. Además me alegra trabajar con narradores de por allá, y ver que tres de ellos ya están listos para lanzarse al ruedo y una más está haciendo un trabajo brillante y serio, que pronto dará más que frutos.
Comercial:
No se pierdan La noche de los poetas muertos, hoy a las 7 p.m., en La Luna. Hay un regalito para los primeros 100 o 50 o 200, no sé, porque de eso no me encargué yo. De verdad que vale la pena. Lo que se presentará es parte de un proyecto en el que La Casa del Escritor ha estado trabajando en los últimos cinco años (y eso que La Casa tiene sólo tres años de inaugurada).
4 comentarios:
No pude ir... guardame algo :(
Te voy a contar luego, el giro inesperado de mi vida...
Yo tampoco pude ir aunque lo intenté, digamos que fue un problema logístico combinado con la soledad.
Quedé mal con Vanessa que ayer vino a visitarme de sorpresa.
Hace un post y contanos cómo estuvo.
Entre otras cosas, has validado lo que una vez me dijiste: el arte ante todo es trabajo y contar con 10 jóvenes poetas es una muestra de ello,
saludos.
Y bueno Rafael... pues que no me lo traje. Espero no haberte dejado colgado. Nos regresamos ayer por la tarde y sí, no te pude acompañar la noche del martes. E Ixquic aún espero la llamada tuya y de Roberto, qué ondas? Qué les pasó?
Muchas gracias Rafael por esa tortilla con queso, el café tico, la platicada con vos, Krisma y la Vale... todo me supo a gloria junto a tus consejos literarios y civiles.
Pd: fui a comenter pecado a Sanborns, como siempre, y me encontré nada más y nada menos que con el II tomo de los Cuentos Completos de Cortázar y los Cuentos de Horror de Poe. Me siento feliz.
Vanesa, Roberto se rajó y no quise ir sola a la Luna y luegome dio pena contigo y no te llamé. En fin. Pero un día de estos te llamo o llego,
Saludos
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