18 de octubre de 2006

Los mediocres

Nota: agradezco el link que El-Visitador ha puesto a esta nota en su blog. Requiere de valor, porque él es un mucho de lo que entiendo como "mediocre": un anónimo más, con menos ideas que amargura y con una obra hasta ahora invisible. Bienvenidos.
La historia del post anterior (o sea el post–erior) viene a colación porque en los últimos días me he puesto a pensar en la mediocridad, sus alrededores y sus recovecos, a partir de una andanada de cartas similar a la que armó Jorge Ávalos, ahora a cargo de una poeta a la que también conocí en mejor plan,. Nunca he sabido muy bien cómo reaccionar a ese tipo de cosas, y me cuesta definirlas; no sé lo que hace falta para llegar a ese punto, y en verdad os digo que no me interesa averiguarlo. Pero algo se aprende viviendo y observando, y a algunas conclusiones he llegado.
Me parece que, si los mediocres dejaran a Darwin el asunto de su calidad y la ajena, el mundo quizá sería un poco más respirable, y hasta la propia mediocridad sería respetada como lo que es: las intentos de alguien de hacer algo nuevo. Lo que sea, así muera en el intento. Sin embargo no es tan fácil: no es lo mismo una obra de calidad modesta que una obra mediocre. La primera tiene sentido de las proporciones y es honesta, la segunda es mediocre no por su calidad, sino por la calidad del autor, que no deja de reflejarse en lo que hace. (Krisma sostiene que un artista debe ser una buena persona, o su obra será tan desagradable como él. Tiendo a creer que está en lo cierto. Como siempre.)
El problema es que casi todos los mediocres saben que lo son, porque serán mediocres, pero no tontos, y les duele. Y no les duele su capacidad limitada para hacer las cosas o para entender al mundo, sino que las limitaciones ajenas sean menores que las suyas. Milos Forman lo retrata muy bien en Amadeus: Salieri desfallece de emoción ante la música de Mozart, pero se dedica a destruirlo para que la suya propia –ramplona, solemne, altamente perecedera– sea la que se escuche en lo teatros y salones de la corte. Salieri no piensa en que su obra pueda perdurar en el tiempo y en las almas, sino en el momento mismo en que se ejecute ante un público que después aplaudirá. Sabe también que lo de Mozart es inmortal, porque su educación de músico se lo dice, porque su espíritu goza o se angustia. Pero no lo ha hecho él, y muere de envidia. Y sin envidia no hay mediocridad: es su principal combustible.
Y allí hay un par de cosas comunes a todos los mediocres. Por ejemplo, no pueden vivir sin la comparación, y ponen a su alrededor a gente –un séquito, de preferencia– capaz de admirarlos, alabarlos y sobre todo aplaudirlo, aun sabiendo –él, porque los otros lo hacen de buena fe– que no son los jueces más autorizados, o por eso mismo. Por otro lado, no tienen sentido del tiempo. Les importa el ahora. Mañana será otro ahora, como lo fue ayer, y hoy esperan atención y reconocimiento. Ésa es la palabra clave del mediocre: reconocimiento.
Por eso es que su obra será siempre mediocre: le interesa que los demás lo acepten y hace lo necesario para que éste y el otro, todos y cada uno, reconozcan como bueno lo que hace y, si se puede, como lo único posible. Al menor desconocimiento, el mediocre actuará inflamado por la rabia y hará lo que sea para que el reflector (así sea de 15 watts) no se le quite de encima. “Lo que sea”, claro, significa algo que no redunde en peligro real, por ejemplo un golpe en la nariz o una respuesta frontal o un ridículo más evidente del ridículo en el que está metido por su falta de sentido de las proporciones. Porque ésa es otra de las características del mediocre: es cobarde. Así como es incapaz de arriesgarse en serio a la hora de encarar su obra –¡tiene tanta prisa...!–, lo es para afrontar las consecuencias de sus palabras y sus actos.
Cuando su obra no es reconocida por lo que cree que debería valer, el mediocre muestra su más evidente característica: es destructivo por principio. No tiene gratitud, y sus límites sólo llegan hasta un punto (además del que marca la cobardía): el que, de ser traspasado, lo revelaría como un mediocre.
El asunto es que, si la obra dice qué es quién, lo que sea que haga gritará su mediocridad. Pero allí estará el mediocre a mano para explicar lo que realmente hizo y lo que su obra significa para la humanidad (o para el municipio; los hay de corto alcance), y por qué lo suyo es bueno y lo de los demás no. (Otra característica: el mediocre vive de las relaciones públicas. Es su terreno natural, aunque tarde o temprano mete la pata: está en su naturaleza meter la pata.) Para eso citará cartas credenciales que no tiene, mostrará otras rara vez obtenidas por las buenas y magnificará hasta el extremo otras que son válidas, pero sólo tienen el brillo de las cosas de cualquier persona, y el mediocre no quiere que lo consideren cualquier persona. Y siempre habrá buenas almas dispuestas a creerle.
Se ha visto premios Nobel altamente mediocres pero con excelentes relaciones públicas, y gente a su alrededor que jura por la Magdalena que “eso” es la genialidad. Pero una vez mueren o se van de viaje la obra se marchita, o mejor: se muestra cuan marchita era desde el principio, pues sólo gracias a que el mediocre estaba allí para fingir que le echaba agua podían vérsele los colores.
Eso en el caso de que tengan alguna obra, porque los hay que no, como los novelistas que llevan años escribiendo algo que siempre están a punto de terminar, los que publican artículos en los que hablan de que son escritores sin haber publicado nada, o sin haber mostrado más que los artículos en los que dicen que son escritores. Y los más patéticos, pero a la vez más convincentes y que obtienen la mayor solidaridad: los que no han podido desarrollarse como artistas porque “el gobierno” (debería ser el estado, pero esas sutilezas no venden), como un modo de neutralizarlos o de atacarlos (a ellos: el asunto es siempre personal), no les da el apoyo necesario, como becas, aprobación de proyectos, etcétera. Ésa es su bandera de parias, y ser parias no les da de comer, pero sí el reconocimiento que buscan. ¡Y sin necesidad siquiera de escribir o esculpir o actuar o nada!
Y a veces el estado les da becas o les aprueba algún proyecto, pero eso no cambia la situación: aceptarán el subsidio o el estipendio y no cambiarán el discurso una palabra. También incumplirán lo que hayan aceptado cumplir a cambio de lo que les den: ¿cómo van a respetar un trato con algo o alguien que los sabotea sistemáticamente? O peor: ¿cómo se van a vender por tan poco, aunque lo cobren? (Sí, hubo un poeta al que le daban buen dinero para traer poetas extranjeros al país, mantenerlos una semana y presentarlos en espacios del estado. Aunque todo estaba pagado ya, cobraba aparte algunos de los recitales acordados, y en cada presentación comenzaba con el mismo rollo: a pesar de la falta de apoyo, y a veces contra los obstáculos que “el gobierno” ponía en su camino, él, como poeta consciente de la necesidad de llevar alimento al espíritu de los salvadoreños, traía al o la poeta como una iniciativa personal que algún día la historia le reconocería. Lo interesante es que los asistentes le creían, así estuvieran en una casa de la cultura y así afuera hubiera un carro de CONCULTURA esperando a que terminaran para llevarlos a otra parte.)
Los mediocres se juntan con mediocres, como todo el mundo tiende a juntarse con sus iguales, para intercambiar frustraciones y proponer medidas para neutralizar a “los otros”, a los que les echan sombra y no les permiten brillar como merecerían. En general no se escuchan entre sí: establecen monólogos por turnos, y todos felices porque pueden hablar, aunque nadie los escuche: esa mirada de atención, esos “ajás” y esos asentimientos en realidad significan: “Eso te pasa por idiota, a quién rayos le importa, cuando oigas lo que me pasó a mí te vas a ir de espaldas”, o: “Soy capaz de inventarme una mejor. Veamos...”
Pero, con todo, son la sal de la tierra. Sin ellos, sin sus desvaríos constantes, sin sus berrinches de niño, los que sí trabajan no tendrían parámetros y quizá se confiarían demasiado de lo que hacen, no se cuestionarían cosas básicas (“¿Y si tienen razón?”) y a la larga se volverían a su vez mediocres. Pero mediocres sin envidia, y así el juego perdería su encanto.

19 comentarios:

bonampak dijo...

La mediocridad como que es una definicion relacianada estrechamente a como cada quien ve su exito.Pero es cuando el exito habra que definirlo si como la fama y el dinero o la satisfaccion que el artista aun en la soledad y su mas intimo espacio sabe que su obra refleja el saber que ha hecho algo bueno o malo y esa satisfaccion sera lo que generara esa actitud creo yo la devivir con satisfaccion o andar arremetiendo contra todo y todos no de forma critica pero si maliciosa pues como ud.dice tontos no son, mas aun toda su energia gastada en armar esa "imagen"al concebir su obra sabe que ha sido el producto de zancadillas y plagios en vez de intentar en hacer algo sencillo pero sincero.
Ahora quizas existe otra condicion
mas triste es la de los buenos artistas que terminana seducidos por un sistema que los hace mas digeribles y los acomoda volviendo
una buena propuesta en algo mediocre con el afan de ser mas
comercial.obviamente creemos en que "el dinero no es todo en la vida ,pero sin dinero no hay comida".
Muchas veces las glorias del artista son instantes mas pareci
dos a la risa de los locos que
se rien solos y solo ellos saben de que.

El-Visitador dijo...

Dios crea los mediocres, y el Estado los junta.

(...así afuera hubiera un carro de CONCULTURA esperando...)

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Bonampak: Ese "sistema" no funcionaría, creo, si los propios artistas no lo permitieran. Es una cuestión de dignidad, pero la dignidad no es algo pasivo, y allí está un problema serio: la dificultad de hacer frentes comunes (contra ese "sistema" y para quitar a los mediocres del lugar que no les corresponde). No hablo de organización, aunque es una posibilidad, sino de la capacidad de reunirse, platicar y llegar a acuerdos, y sobre todo aplicarlos.
En lo personal me ha tocado mandar al diablo a editoriales grandes por el simple hecho de que me trataron mal como autor; me querían más como una mercancía, en la que además yo era el único que invertía todo, a cambio del "prestigio" de haber pubicado allí. Algo así como las ventas de perfumes en las que la empresa siempre gana, y los otros se quedan llenos de frasquitos que nadie quiere. Las editoriales pequeñas han sido mucho más generosas, y sobre todo lo hacen porque les interesa lo que escribo, y lo comercial es una posibilidad buena, pero sólo una posibilidad.
Me gusta mucho tu definición de las glorias de los artistas. Creo que así es. La recompensa por escribir es haber escrito algo único y bueno. El tamaño de la buenez no es importante, sino que "eso" no existiría si uno no lo hubiera hecho.

El-vis: Tú de veras no entiendes, ¿verdad?

El-Visitador dijo...

Entiendo un buen artículo cuando lo veo.

Slds.,

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Visitador: No, no has entendido. Y no creo que vaya a ser yo quien te lo siga explicando; tengo cosas más sustanciales que hacer.

El-Visitador dijo...

ey, nadie te está pidiendo explicaciones.

relajáte, y saludos,

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

El-vis: Buena respuesta. Ya no se parece a lo que copias y pegas de Wikipedia, o sea que ya estás siendo tú mismo: un anónimo con pretensiones de un poco más.
Felicidades.

El-Visitador dijo...

Lo que es increíble es que uno tenga que recurrir a pegar de Wikipedia, por la simple razón que algunas personas, voluntaria o involuntariamente, ignoren los hechos.

Si la gente estuviese informada de los hechos, la conversación podría empezar a partir de un informado punto en común.

Ojo que no me estoy refiriendo a vos, necesariamente.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

La Wikipedia es magnífica, y es un buen referente, pero no el único, ni es las tablas de ninguna ley.
La conversación, Visitador, comienza cuando sabes de qué hablas, no sólo cuando tienes ideas fijas que quieres demostrar a como dé lugar.
Por ejemplo, deberías saber que no hay comnparación posible entre Esso y PEMEX o PETROBRAS. Un ente estatal NO NECESITA tener ganancias, ni es su función. Su eficiencia no se determina por sus ganancias, sino por la contribución al bien común. Los entes estatales deistribuyen riqueza, no la concentran.
Tampoco sabes muy bien que la gasolina es mucho más cara en El Salvador que en Hawaii, por una cuestión bien básica de economía aún más básica, así cueste menos aquí que allá. Tiene que ver no sólo con el precio, sino también con los salarios y con el costo de la mano de obra, junto con dos o tres factores más. Pero el "liberalismo" no es una teoría económica: es una doctrina ideológica. Y me da tanta pereza discutir sobre eso como de religión y fútbol.
Lo que quiero decir es que en internet es retefácil copiar y pegar cuando se habla de cosas que no conoces, y tiendes bastante a eso. Cuando se trata de hablar de otras cosas, usas la fe, no la economía. Y la economía sólo te dará, si acaso, los números, no las verdades ni los impactos reales.
Eso es una parte de lo que no has entendido. Hay mucho más.
Por ejemplo, que mediocres hay en todas partes. Y uno siempre lleva dentro a uno que lucha desesperadamente por salir. Por eso es sano usar tu nombre para decir cosas como las que tratas de decir: aprendes un poco cómo anda eso del sentido de las proporciones.
Ah: la Wikipedia es sólo una herramienta. Si no tienes sustento para usarla, si no sabes por qué la usas (excepto para apantallar a las señoritas) es como un serrucho en mis manos: no sirve para nada. Sí, tú eres de las personas que "ignoran los hechos". Esto de los blogs también es un interesante juego de espejos.

Aldebarán dijo...

Uno de tus post más duros, me parece.
Comparto la opinión de Krisma y la amplío: si quieres ser un buen escritor, sastre, médico, zapatero, tienes que ser una buena persona. (que no siempre es igual a ser "buena gente") De lo contrario, tus proyecciones, introyeciones y traumas acabarán deshaciendo tu trabajo, por muy bueno que este sea.

El-Visitador dijo...

"Un ente estatal NO NECESITA tener ganancias, ni es su función. Su eficiencia no se determina por sus ganancias, sino por la contribución al bien común. Los entes estatales deistribuyen riqueza, no la concentran."

Ay pajarito, que malinformado que estás:
·
Petrobrás gana $12,600 millones al año

1/3 del presupesto federal de México se paga con las ganancias de Pemex

Otra cita que 1/3 del ppto. Mex lo paga Pemex

El ppto. de Méx es de 160,000 millones, por lo que PEMEX genera = $53,000 millones para el Estado

Si vos creés que PEMEX no tiene como función arrojar utilidades... de repente vos creés en los Reyes Magos.

Como decía antes, una conversación debe empezar a partir de un informado punto en común.

- * -

Concuerdo con vos con que es sano usar el nomre propio. Pero no es primera vez que lo digo: lo he dicho ya más de una vez, y especialmente en éste foro.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

El-Vis: Ya estás llegando al punto en el que uno puede ver cómo se pone la gente cuando insiste en un anonimato como el que has escogido: vulgar, prepotente y sin argumentos. (Ayer ni más ni menos le dije a Aldebarán que ibas a llegar a ese punto muy pronto.)
Lo de "pajarito", por ejemplo, me lo dicen algunas señoras que me quieren vender algo, y para ellas es una buena técnica de mercadotecnia: lo tratan a uno bien ("amorcito", "pajarito", "mi vida"), uno se siente contento y almuerza en su comedor o compra allí su cajetilla de cigarros o la libra de lo que sea.
En tu caso, lo que vendes no está de acuerdo con esos métodos, y más bien suena a descalificación desinformada. Son curiosas las citas que pones: una búsqueda de Google, resúmenes de algunas líneas de reportes acerca del petróleo en varios países... Nada, pues. No es sólo de saber dónde buscar, sino de saber lo que se habla. Eso es nada más un copy/paste de cosas que no entiendes y que no demuestran nada, precisamente porque no las entiendes y porque no sabes de qué estás hablando. Y, Visitador, no seré yo quien te las explique, como dije antes; no tengo tiempo para eso y bstante trabajo me da la literatura.
"De repente vos creés en los Reyes Magos" (me gusta la mayúscula reverencial para los Reyes Magos) es lo mejor que has puesto en la nota, pero es suicida eso de "una conversación debe empezar a partir de un informado punto en común". Tú mismo te estás descalificando para la discusión: tus links no demuestran nada y, en serio, una plática es mucho más que copy/paste. Por eso "pajariteas" a la gente sin aportar nada. No tienes nada que aportar en la materia.
Si has puesto tu nombre aquí más de una vez, bien por ti, y te juro que no voy a ponerme a buscar desesperadamente y, si lo encuentro, no lo voy a poner con sonrisa de triunfo. No se trata de eso. Se trata de que te comportas de un modo cuando pones tu nombre y de otro radicalmente diferente cuando usas tu personalidad secreta de El-Visitador. ¿Ves lo que hace el anonimato? Esto de internet lo pone a uno así, si uno no se cuida: el anonimato da valor cuando lo único que se tiene enfrente es una pantalla y está solo en su estudio, oficina o cuarto, y cuando sus palabras y sus actos no tienen consecuencias, o uno cree que no los tienen. Porque podrás irritar a quien quieras con lo que escribas, y la gente no tendrá derecho a saber a quién contestarle, pero tú sabes que fuiste tú. Te dará emoción y alegría que no te descubran, y pensarás que eres más listo que los demás. Y si esa es tu opción, bien por ti.
Pero cada vez que lo haces algo se te muere en alguna parte, y esa alegría se convertirá en cosas bastante feas. Conozco a personas que lo hacen (no son mis amigos, como comprenderás), y lo que veo en ellas es cómo se van amargando amargan en la "vida real", cómo se convierten en pobres diablos y cómo se van quedando solos porque, Visitador, llega un momento en que no distingues cuál eres tú y cuál es tu Edward Hyde.
¿Te doy un consejo? Empieza de nuevo. Al principio eras interesante. Podía no estar de acuerdo contigo, pero te leía para ver con qué habías salido ese día, y lo que decías me cuestionaba. Ahora no vale la pena, y menos está valiendo con una respuesta tan barata como la que me pusiste. Ese no eres tú: ése es El-Visitador, alguien que no hace mérito a la declaración de principios que tiene en su propia página. (De por si esa "declaración de principios" te queda grande, como le quedaría a cualquiera de nosotros, incluso los de egos más inflados que el mío y el tuyo.)
No tengo nada contra los nicks, con todo y que nunca los he usado (tengo 14 años dando vueltas por internet). Aquí, en este blog, he conocido y platicado a gusto con gente que no sé quién es, y no es importante saberlo para poder platicar. Hay varios que usan nicks con quienes he llegado a trabajar en cosas serias en "la vida real", y en ésas estamos, y hasta hay una "usuaria anónima" a la que considero una excelente amiga, con quien también he trabajado en varias ocasiones. Hasta gente que tiene serios problemas conmigo ha escrito aquí (yo no tengo serios problemas con ellos, y de hecho con nadie: quita tiempo y energías), y los reconozco por su escritura (el estilo, la redacción, etcétera, son como huellas digitales si buscas las rayitas adecuadas), y respeto su anonimato.
Por eso te sigo contestando y no simplemente te borro, pongo un filtro o te ignoro. No estás siendo listo ni me estás irritando; para mí es un juego. Para ti se está volviendo algo demasiado importante, y estás a punto de reventar. Evítatelo y evítamelo, porque da vergüenza ajena. Tómalo como el consejo de un amigo, o al menos de un compañero.
Otrosí: esto también es "la vida real". Lo es porque hay gente real detrás de las palabras.
Va mi ars poetica: Este blog es sólo mi impúdico diario personal. Cuando quiera que sea algo más que eso, estaré perdido y también tendré que empezar de nuevo.

El-Visitador dijo...

Te fuiste por las ramas; quedó demostrado que Pemex genera ingentes ganancias y que con dichas ganancias se fondea 1/3 del ppto. federal.

Más aún, los enlaces revelan cómo el gobierno desesperadamente está extrayéndole ganancias extra a Pemex, lo cual impide que Pemex reinvierta en el negocio.

Por eso México importa gasolina refinada: porque el gobierno le extrae excesivas ganancias a Pemex y Pemex no ha tenido los recursos para refinar la propia gasolina de los mexicanos.

"Un ente estatal NO NECESITA tener ganancias, ni es su función."

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Bien. Volviste a tu personalidad anterior. Hay de dos: o volverás a ser sensato o estás fingiendo. Eso sólo lo dirá el tiempo.
Ahora revisa el significado de "ganancias", pero no en tus fuentes de internet, que no pasan de periódicos. Pregúntale a lo que has aprendido en la escuela y en los libros lo que quiere decir "ganancias", a todo lo que has estudiado para saber lo que sabes. También lo que quiere decir "riqueza" y "ahorro social" e "inversión social". De paso chécate el significado de "plusvalía" (no, no lo busques en los anuncios que te venden terrenos con "buena plusvalía"), luego el concepto de "capital", y de allí lánzate a ver lo que es el capital financiero, el capital social, el capital productivo.
Cuando vayas por allí regresas y te doy algunas ideas de por qué el concepto de "ganancia" no es lo mismo para Esso que para PEMEX, y por qué no es lo mismo el consejo de administración de Shell que el de Petrobras, y también por qué el concepto de "inversión" es harto diferente en ambos casos.
Te doy una pista: Pemex no necesita ganar sino para actualizarse y crecer para generar más ganancias para TODOS los mexicanos. Su dinero no se reparte entre algunos accionistas, sino entre millones de personas, sus dueños. Le puedes llamar "ganancia" como una convención, pero se trata de otra cosa.
Estás clavado en la idea fija de que todo debe funcionar como una empresa privada. Y quizá, pero los fines son diferentes. Que PEMEX no deba tener ganancias (no es su papel), no significa que no gane dinero, y muchísimo. O que ese dinero no se convierta en capital, también muchísimo. Pero no hay una extracción de plusvalía similar a la de, digamos, Exxon Valdés. Es otra cosa. Esa "cosa" es la que debes buscar.
Chécate, en algo más que la Wikipedia, el concepto de "dinero" y contrástalo con el de "capital". También te puede ayudar. Hasta ahora sigues "pajariteándome", pero con otras palabras. Cuando te recomendé que empieces de nuevo te sugería eso: que cambiaras tu actitud y que estudiaras un poco, no sólo que buscaras en Google. Te estás convirtiendo en una broma demasiado previsible, y te aseguro que no sólo para mí. Respétate.
Y sigues sin demostrar que la gasolina es más cara en Hawaii que en El Salvador. Ésa es mucho más fácil que la anterior. E insisto: aunque su precio es más alto en Hawaii, es mucho más barata que en El Salvador.
Tienes que revisar el concepto de "precio" y de "valor", y nada más en este rubro te puedes pasar meses. De verdad estás verde. Me da vergüenza tener que hacerte esas observaciones, porque son tan básicas que hasta yo (un simple escritor de libros de ficción, con conocimientos bien magros de economía) las conoce.
Y no, no soy yo quien te las vaya a explicar, como te dije desde el principio. Tengo cosas que hacer que me parecen más importantes.

El-Visitador dijo...

"Que PEMEX no deba tener ganancias (no es su papel), no significa que no gane dinero, y muchísimo."

Si el papel de Pemex no es tener ganancias, ¿porqué el gobierno federal está tan desesperado por dichas ganancias que literalmente está matando la gallina de los huevos de oro, y dejando a Pemex sin los fondos necesarios para exploración, mantenimiento, e inversión en capacidad de refinamiento?

Para ser un "papel que no tiene" (según vos), seguro que el gobierno se la está ordeñando a Pemex.

A ojos de los federales, Pemex tiene el papel de generar ganancias, exactamente igual que la Esso a ojos de los accionistas.

- * -

La prueba que la gasolina es barata, en términos relativos, en El Salvador, la expuse ya, y no me voy a repetir acá.

También elaboré sobre la irrelevancia del salario local (en relación al precio) en los comentarios.

Por cierto, toda mi discusión fué sobre precio, nunca sobre valor, tema que ahorá intentás objetarme con cierto desdén; causa gracia, en una conversación sobre mediocridad, semejante lapsus tuyo.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Ay, Visitador... Revisa aunque sea unos manuales de economía, aunque sea unos delgaditos, y entiende lo que significa "ganancias" en una empresa privada (dividendos) y "ganancias" en un ente dedicado a la inversión social directa. En ambas hay inversión. En ambas hay dinero. En ambas hay capital. Ambas manejan valores y precios y todo lo que quieras. Nomás que funcionan de otro modo, sus fines son diferentes y no puedes medir el "éxito" de una empresa con base en los mismos parámetros. Compararlas en esoe términos es, digamos, grosero. Y no me importa lo que quiera hacer el gobierno con PEMEX; en diciembre tendremos uno nuevo, y si no dentro de seis años. Eso es incidental. Te gana la anécdota y no ves lo que hay de fondo.
Y yo aquí de menso creuendo que vale la pena hablar contigo. Tu rollo no es discutir: es indoctrinar. A mi edad ya no estoy para catequesis. (Ya habrás visto además mi foto de primera comunión. Salí bonito, no podrás negarlo.)
Puedes decir que que el salario local (y el precio de la mano de obra y esos detallitos) es irrelevante, y no seré yo quien te censure, porque creo que todos pueden decir lo que crean, así sean disparates. Pero es va en tu contra, y ya oigo risas de algunos de los que leen este que debería ser un diálogo. Al que le fallan las elementalidades es a ti, y yo tranquilo antes de irme a dormir.
Al menos ya pusiste aparte "precio" y "valor", aunque me parece que tampoco sabes qué denota casa cosa, o no dirías las barrabasadas que dices en tan poquitas líneas. Una pista: el precio, en este caso, es un rollo anecdótico, porque no explica nada.
Quizá te quedas en la anécdota porque es mucho más complejo lo de "valor", ¿no? Tendrías que leer un poco y pensar por ti mismo, y Google y la Wikipedia y los periódicos que encuentras al azar no te van a dar una cultura al vapor. (Y conste que hablamos de conceptos dolorosamente básicos, y te lo dice alguien de veras torpe para la economía, hijo de economista. Igual mi papá no era nada bueno para hacer novelas.)
Lo que no aguantabas eran las ganas de decime mediocre, y me encanta; allí está lo bonito de los juegos de espejos. Y no hay lapsus de mi parte: nomás no tienes idea de lo que estás hablando, ni aqui ni en tu blog.
Ya te dije lo que tenía que decirte, y me parece que contigo y tus pajariteos ni siquiera me voy a divertir; te has vuelto aburrido y previsible.
Cuando tengas nombre propio, y cuando sustentes tus cosas como gente seria, seguimos hablando. Ahora sólo voy a repetir lo que te dije hace varios posts: No, no has entendido, y no voy a ser yo quien te lo explique.
Tu ignorancia y tu vulgaridad eran lo que quería demostrar, y solitas brincaron. Que te lo diga alguien a quien acusas de mediore (de eso te acusé yo; invéntate una original, ¿no?) debería ser doloroso.
Have a good life.

El-Visitador dijo...

No veo en tu respuesta ningún argumento que avance el tema; entiendo entonces que concedés el error de tu aseveración:

"Un ente estatal NO NECESITA tener ganancias, ni es su función."

Al caerse esto, se te caen la diatribas sobre quién controla los precios del petróleo y sobre lo barata que es la gasolina en ES.

Saludos,

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Negación, enojo, aceptación.
Casi llegaste a la tercera fase.
Chau.

El-Visitador dijo...

"Negación, enojo, aceptación."

Un non sequitur "psicoanalítico" a un argumento racional.

Interesante coda.