Paolo's upate
Pues sí, sensibilidades heridas. En la sección de cartas de El faro se publican las respuestas del reportero Ricardo Valencia y de su editor, Saúl Vaquerano, no acerca de la columna de Paolo Luers, sino en contra del propio Paolo. Me parecen viscerales y, perdonen la franqueza, más dignas de una hija de dominio ofendida que de periodistas que andan en lo que se supone que andan. Por ejemplo lo que dice Vaquerano:
El periodismo es un oficio que requiere de dos cosas: pasión y sangre fría (además de técnica, ejem). En este asunto se han movido más por lo primero que por lo segundo y, si se lee las cartas, hay más necesidad de destruir que de aprender algo. Y hay muchas cosas que aprender. Siempre.
Sigo sin entender qué diablos pasó allí. Creo que sería interesante que se contara La Verdadera Historia, porque lo que veo no pasa de berrinches (y no incluyo en ello a Paolo, y no necesito defenderlo, que para eso tiene dientes).
Ya luego hablaré de mi relación con periodistas desde este lado de la barrera, es decir desde el lado del que es entrevistable y carne de noticia. ¡Terrible!
No es primera vez que leo con tal atención a Lüers. Porque con frecuencia escribe con lucidez, con ecuanimidad, con amenidad, con agudeza y a salvo de garbos absurdos. Porque, antes que juzgar, argumenta. Porque, antes que inventar, averigua. Porque, antes que usar los dedos de las manos en su computador, los conecta a su cerebro. En fin, porque me da la impresión de que es un periodista que tiene algún respeto por el periodismo. ¿O lo tenía? ¿Qué cortocircuito desafortunado le hizo mezclar opinión con falso testimonio? ¿Acaso una falla de sinapsis le jugó una mala pasada? ¿Tal vez una disfunción sicomotora no coordinó sus pensamientos con lo que los dedos escribían? Quién sabe. Pero el producto habla de la fábrica de la que sale, y la columna de Lüers ensucia, injustificadamente, el nombre de algunas personas.
El periodismo es un oficio que requiere de dos cosas: pasión y sangre fría (además de técnica, ejem). En este asunto se han movido más por lo primero que por lo segundo y, si se lee las cartas, hay más necesidad de destruir que de aprender algo. Y hay muchas cosas que aprender. Siempre.
Sigo sin entender qué diablos pasó allí. Creo que sería interesante que se contara La Verdadera Historia, porque lo que veo no pasa de berrinches (y no incluyo en ello a Paolo, y no necesito defenderlo, que para eso tiene dientes).
Ya luego hablaré de mi relación con periodistas desde este lado de la barrera, es decir desde el lado del que es entrevistable y carne de noticia. ¡Terrible!
7 comentarios:
Me cae un poco mal que en el post anterior usted haya escrito "Me molestó también que se trate "tan abiertamente" el tema en este número. Esperaría que un gesto de autoridad fuera seguido por otro, aunque fuera por coherencia; no se puede jugar --creo-- a las dos cosas al mismo tiempo. Cuando uno mete la pata, hay que meterla completa, o el juego no tiene chiste".
Me cae mal porque se que no es lo que usted en verdad quisiera, y aun asi, lo escribe, ademas de estar cansado yo de autoritarismo y de falta de transperencia. Y aunque es cierto que eso es lo que se exige al gobierno, uno lo esperaria de los medios de comunicacion, pues estos tienen y ejercen poder real. No creo que ningun medio sea tan trasparente como lo es El Faro, aunque eso no quita que no hayan manejado bien esta circunstancia.
Me parece que ventilar y debatir el asunto debio haber sido la manera de resolverlo.
Las cartas de Vaquerano y Valencia me dan un poco de risa porque exigen algo que nunca se ha dado en su periodico, en otras palabras dicen: que gran error de "difamacion" que se ha cometido con nosotros, cuanta mentiras acusatorias se nos han hecho y hacen exigencias al faro que el medio al que trabajan nunca ha atendido ante quizas mentiras mas graves publicadas. Supongo que estara de acuerdo que han habido casos asi y no los cito, simplemente por que no es el proposito de este comentario.
Para mi esto es muy simple:
Alguien se siente diva en La Prensa Gráfica.
Todo esto me llevaria a risa si no fuera por las consecuencias de cerrar una columna de opinión de peso como la de Paolo. Es grave. Simplemente es una respuesta desproporcionada. Eso es lo preocupante.
Ni modos. Como le decia a un viejo conocido, demasiado "laprensismo" en el periodismo local no puede ser bueno.
A mí también me cae mal fuera de contexto. Era una ironía. A lo que me refiero, obviamente, es que es difícil lavarse la cara con un montón de apertura después de haber cometido un acto basado en la autoridad, no en la razón.
Vaya: después de una larga amistad y de mucha confianza mutua, voy a tu casa, me robo tu televisor y después hago una reunión de vecinos y amigos para que me digan por qué estuvo mal quitártelo, o por qué era justificable, y hasta permito que participes y dejo que te traten como si el ladrón fueras tú. Es una cosa de coherencia, ¿no? Lo menos que puedo hacer es simplemente quedarme con la tele, mandarte al diablo y callarme.
Por eso digo que no sé qué pensar. No sé si habrá habido casos similares en El faro; abiertamente, es el primero, hasta donde sé. Me parece que se aceleraron, me parece que cometieron un error y me parece que la columna de Paolo era, para mí, el motivo por el que abría El faro la madrugada de los lunes.
Igual hay periodistas a los que sigo, como Ruth Grégori, Rodrigo Baires, Rosarlin Hernández, etcétera. Me gusta en general lo de Daniel Valencia, y con los columnistas voy decidiendo según el tema o el estado de ánimo. A algunos no los tolero, otros me dan curiosidad, otros apenas los ojeo. Como con cualquier revista, pues.
De algo puedo estar seguro: no me gusta la actitud de Vaquerano, no me gusta la actitud de Valencia y, después de leer sus respuestas, estoy tentado a creerle a Paolo con respecto a la falta de madurez del segundo como periodista. Y eso no importa demasiado; un periodista puede hacer lo que quiera; falta que el editor lo permita y lo publique. El verdadero responsable de una publicación es siempre el editor.
He hablado con Ricardo Valencia una vez, y de verdad que hace preguntas extrañas y quiere saber de cosas que jamás se me hubiera ocurrido que pasaran... No lo digo porque me pareciera que tuviera --él-- información privilegiada, sino porque lo que preguntaba no venía mucho al caso, ni le veía soporte alguno. Pero esto ya es cosa mía y de él.
Tienes razón: el debate era la solución. Ahora cualquier plática se hará sobre el cadáver de la columna de Paolo, que es lo que lamento. Y así quién no.
Ah: aquí está el reportaje sobre la KGB. Algo hay mal en el link del archivo de LPG.
lamentable la actitud de la direccion del faro.
la columna de paolo era también para mi de lectura obligada.
ahora la impresión que me da el faro es de una falsa objetividad y pluralidad de criterios creada tras bambalinas después de pasar "los filtros"
desafortunadamente como dice paolo no tendremos columna trasversal a menos que "plumas rebeldes" creen otro medio que ocupe el lugar que acaba de dejar el faro.
Comenze hace poco a leer tu blog, ha sido una gran descubierta para mi por que los comentarios huyen da "la versión oficial". Vivo mas de 20 años fuera de El Salvador, en Brasil, y la dificultad de acompañar el acontecer del pulgarcito fue dificil hasta el advento popular de la internet a los finales de los 90. Me entristece ver que las cosas no han cambiado mucho, que se continua cerceando el pensamiento y que la verdad tiene dueño. Sera que tenemos salida o que el estado de las cosas continuara el mismo!!
Creo que algunos de los que hemos leído a P.L. no tendríamos inconveniente en leer sus Artículo en un Blog .
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