13 de agosto de 2007

Funes, Zablah, Álvaro y columna

Esta semana hay temas interesantes en Centroamérica 21, como un análisis editorial acerca de la posible candidatura presidencial de Mauricio Funes por el FMLN, que según parece se confrontará --al menos-- con la de Arturo Zablah. El análisis pone a Funes prácticamente fuera de juego, y creo que tiene su lógica; de eso hablaré después en un artículo.
Zablah, ex ministro con Alfredo Cristiani y Armando Calderón Sol, entre otras cosas, puso su propia candidatura en el tapete, aunque aun sin partido, según han reportado varios medios. El objetivo de la candidatura sería el FMLN, y El faro habla en su número de esta semana de un intento de que la izquierda institucionalizada cambie el discurso y el modelo que planteará en 2009. Lo curioso --casi dieciséis años de actividad política abierta lo convierten en una curiosidad-- es que el FMLN parece abierto a la discusión.
No sé qué tantos frutos darán las pláticas, pero de que es necesario un cambio, es necesario. Lo interesante es que, si ocurre, me darán chance de ser de izquierda nuevamente: lo que están planteando es lo que he venido diciendo en este blog y en mis columnas desde hace mucho rato, y por lo que me han acusado de cosas bien feas. Y hay que ver --como decía en la columna de la semana pasada-- cómo se arreglará el FMLN con los partidos y personajes políticos a los que ha atacado, herido y a veces casi destruido. Hará falta mucha flexibilidad y, sobre todo, un interesante reparto de cotas de poder en la posible alianza, en un posible plan de gobierno y en el gobierno mismo. Creo que es por este lado por donde puede haber serias dificultades; a veces el orgullo puede valer más que la posibilidad de lograr algo bueno.
Junto con la nota acerca de Funes, viene un editorial de Geovani Galeas que vale la pena considerar.
Hay asimismo una nota de Ricardo Lindo acerca de Álvaro Menen Desleal, quien sigue siendo el único clásico vivo de El Salvador, siete años después de su muerte. Es la segunda de una serie de diez que Ricardo escribirá sobre escritores salvadoreños a los que conoció. Menciona el asunto del "plagio" de Álvaro a Jorge Luis Borges, y da su versión del tema. Hay otra que escribí y publiqué, y puede encontrarse aquí. Allí viene una carta de Jorge Luis Borges acerca del tema.
En fin, voy a comer algo. Pongo mi columna, como casi todos los lunes, que puede hallarse en este link. Ah: recomiendo una respuesta de Lafitte Fernández a alguien que lo criticó por sus opiniones acerca de cómo se hace periodismo. Si de algo sabe Lafitte, es de eso.

Autoritarismo y combate al crimen
Rafael Menjívar Ochoa

Las instituciones pueden crearse por decreto, pero eso no les da vida. Aunque estén formadas por estructuras preexistentes, y así se tenga un excelente plan en las manos, se tardará años en lograr que la maquinaria se mueva ya no de manera efectiva, sino siquiera constante.
La Policía Nacional Civil (PNC) nació el 1 de febrero de 1993 como parte fundamental de los Acuerdos de Paz firmados un año antes. Casi quince años después parece estar en medio de una crisis basada –evidentemente– en sus carencias más que en sus logros. A asuntos generales, como las deficiencias –que también atañen a la Fiscalía– en la integración de casos criminales, debido a las cuales muchos delitos quedan impunes, se suman serios problemas específicos, como la reciente acusación de que existen grupos de exterminio dedicados a la “limpieza social” formados por policías.
No es la primera vez, y no será la última, en que miembros de un cuerpo policial se ven involucrados en actos delictivos; hace apenas algunos años fueron descubiertos y desmontados grupos ligados con el crimen organizado que se dedicaban a asaltos y secuestros. No es que sea “natural” que esto ocurra, sino que en todo organismo con estructuras con un margen de manejo discrecional del poder es posible que se inserten elementos y estructuras criminales.
Por la lógica misma de la institución, se presupone que los agentes y funcionarios actúan de buena fe, y que los objetivos de los individuos son los de aquélla. En la vida real a veces se generan grandes redes de corrupción que comienzan en los niveles más altos, y pueden convertir a un país completo en rehén de quienes deberían protegerlo.
No parece ser el caso de la PNC, y en todo caso hay por lo menos tres aspectos que deben tomarse en cuenta: si sus problemas son generalizados; si se deben a un proceso de corrupción o de inexperiencia, y si existen mecanismos constantes, oficiales e independientes, para fiscalizar el quehacer policial.
De seguro se encontrará de todo, y su lectura puede depender de factores técnicos o de consideraciones políticas. Los primeros deberían ir en beneficio de la institución; las segundas podrían caer en una descalificación del cuerpo y en la ruptura de un proceso de consolidación que aún no ha concluido.
Quizá haya que poner a la PNC en perspectiva para comprender en parte los problemas de ineficacia que se le atribuyen, muchos de ellos ciertos, que, como se dijo, comparte con la Fiscalía, y también con organismos del Poder Judicial.
Las instituciones policiales a las que sustituyó la PNC (la Policía Nacional, la Policía de Hacienda y, en cierta medida, la Guardia Nacional) eran parte de una estructura en la que la figura principal era el Ejército. Se trataba de cuerpos militares, dependientes de un mando vertical y único. El objetivo de todos ellos no era el mantenimiento del orden público, sino de un cierto orden político, y se ligaba el combate a la criminalidad con la seguridad del estado. Sin estirar mucho la cuerda, la disidencia entraba en el mismo saco que la defensa de la soberanía, dos conceptos harto diferentes, y la investigación de los delitos se confundía fácilmente –si había confusión– con labores de inteligencia política.
Así como no había una separación clara entre los objetivos de los cuerpos de seguridad, y luego de tantos años de gobiernos verticales –como lo son los de carácter militar–, tampoco había una definición entre los poderes del estado.
De manera esquemática, la impartición de justicia podía determinarse de antemano: alguien era acusado, había presentación de pruebas –a veces más un trámite que una necesidad–, el juez condenaba, el preso cumplía la sentencia. La falta de profesionalización se suplía con autoritarismo.
Ahora, jugar al juego democrático no sólo significa la aceptación de otras ideologías, libertad de expresión y libertad de manifestación; también es fundamental el derecho a un proceso judicial adecuado, el “debido proceso”. Los órganos encargados de proporcionar justicia no heredaron mucho de sus antecesores, y han debido aprender en los últimos quince años a jugar con unas reglas que no existían.
Hay algo que no debe olvidarse: originalmente, una alta proporción de los integrantes de la PNC eran ex combatientes y cuadros del FMLN, que en esos momentos provenían de una verticalidad tan acentuada, o más, que las estructuras preexistentes.

8 comentarios:

Carlos Abrego dijo...

Rafa: no vi ningún análisis, apenas especulaciones y un entramado guión para una posible película.

Por otro lado me parece que es muy exagerado afirmar que Funes ha radicalizado sus posiciones. Los editoriales que he leído critican lo criticable del gobierno de Saca y ha tomado posición como ciudadano.

Pero si para ser aceptado por los centristas hay que ponerse tapujos, pues entonces si que andamos muy mal. O ¿se trata del centro-derecha?

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Carlos: Un guión para una posible película es bastante más de lo que hay en la actualidad. No tengo por qué defender lo que dice CA21; me parecen notas que vale la pena leer, nada más; al menos da opiniones que no son pan con lo mismo.
No sé si Funes haya radicalizado posiciones, y me parece que Saca ha dado una pista interesante, de la que ya me había puesto a hablar: dependerá del candidato del FMLN el que ARENA pueda escoger. O sea: ahora el FMLN tiene la iniciativa en ese sentido. ¿La aprovechará?
El problema no es ser aceptado o no por los "centristas", me parece, sino que el FMLN simplemente no tiene cuadros propios y potables. Ése no es un problema de los centristas, sino del FMLN. ¿Centro derecha? No creo. Me parece que sería hora de ir intentando, por fin, algo de amplia participación. O sea: fue el FMLN el que aceptó jugar a cierto juego democrático (llamémosle así), y firmó papeles para eso, pero no se preparó, y más que unir se ha ido balcanizando y ha ido regando cadáveres políticos con los que ahora le toca jugar.
¿Cuál sería la utilidad de una alianza? Depende de los objetivos. Si quiere ganar las elecciones, que parecería ser el caso, como está, no lo va a lograr. Y si quiere desplazar a ARENA del poder, no le queda más que aliarse, y hacerlo seriamente.
Lo de Zablah puede ser bien interesante, y qué hace Funes y qué hacen con él. En mi caso particular, no conozco a ninguno de los dos, y ninguno me cae bien o mal. Lo que sé es que, como están las cosas, va a haber un quinto gobierno de ARENA: la alternabilidad allí ha estado desde 1994, pero nadie la ha usado, QED. ¿Se atreverán a usarla para 2009?

Carlos Abrego dijo...

Querido Rafa:

Vos sabés perfectamente que el FMLN eran cinco organizaciones que hicieron una alianza que para muchos fue contra natura. Así que lo que vos llamás balcanización era mucho más que previsible y a veces necesaria. Y pienso que el compromiso político es siempre personal, es decir si alguien se va de un partido, decir que es el Partido el que se balcaniza, no te parece que se invierte la responsabilidad. No hablo de lo que puede volverse irrespirable al interior de un partido, que de eso tal vez volveremos a hablar, espero, en otra ocasión. Y en esto, vos sabés, que estamos de acuerdo. Pero existen matices y es lo bueno del asunto.

Creo que el problema nuestro, si lo seguimos centrando únicamente en el candidato, caemos simplemente en un juego, que yo no llamaría democrático; La democracia es la participación activa y consciente de toda le gente, por lo menos de la mayoría. Creo sinceramente que hacia eso hay que aspirar. Discutamos concretamente sobre los problemas que tiene el país, hay inflación, ¿cómo se puede pararla o por lo menos frenarla? El salario mínimo no le alcanza a la gente para acabar el mes, ¿se puede aumentar y cuánto? La canasta básica es cara para los pobres ¿qué medidas se puede tomar para volverla accesible a todos? ¿De dónde podemos sacar los medios para ofrecerle a la gente un servicio médico universal? ¿Por qué servicio público de la enseñanza debemos luchar? También podemos discutir si es posible que no podamos tener nuestra propia política monetaria, ni financiera. Bueno, vos sabés de todo lo que podemos hablar, en vez de ponernos a especular si fulanito o menganito...

Si la mobilazación se logra únicamente a través del candidato, pues caemos en caudillismo. Y el caudillismo nos puede llevar a cualquier cosa. El caudillismo hay que dejárselo a la derecha.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Carlos: Es que en todo lo que dices estamos de acuerdo: si el FMLN depende de dos candidatos, está fregado, y nosotros más. Es lo que he estado diciendo desde hace mucho rato.
Eso que me pides que discutamos es precisamente el punto: ¿qué tiene el FMLN para mejorar la situación del país? O sea un plan de gobierno, no propuestas generales. O sea un proyecto de país. O sea una visión estratégica.
Yo no soy el que piensa en las elecciones como eje para trazar políticas de muy corto plazo, sino el FMLN, y ambos comprenderemos que no me consulten, igual que poco a poco han dejado de consultar a sus bases.
El juego al que están jugando no es el juego democrático pensando en las mayorías: están abstraídos en sí mismos, como ocurre desde hace un cuarto de siglo, y a lo mucho darán línea y "la gente" la seguirá o no. El juego al que juegan es el de los partidos políticos orientados a elecciones, y eso es claro.
Un proyecto viable (no digo que de izquierda o de esa izquierda) no saldrá de aquí a dos años de ellos solos. Y uno de los mecanismos para lograr lo que al parecer muchos quieren --el desplazamiento de ARENA-- pasa por la creación de un... uh... frente, no de esa balcanización que yo tampoco me inventé, y que tendrá todas las explicaciones que quieras, pero saberlas no soluciona nada.
Así como está el asunto, no voy a votar por el FMLN, y de hecho no voy a votar. No veo alternativa.
Ésa es mi posición personal, y me parece que de algún modo me pides que me "alinee" con algo existente, es decir con un partido o con otro. No lo voy a hacer. Quizá escriba un post al respecto para aclarar eso. Tampoco soy un francotirador, independiente o al servicio de nadie; nomás un tipo que escribe y que dice lo que piensa.
Quizá te parezca una posición falsamente apolítica. No lo es. Nomás me interesa más barajar posibilidades que casarme con una idea / ideología preestablecida, escrita a institucionalizada.
Te has dado cuenta de que, cuando me refiero al FMLN, hablo de "la izquierda institucionalizada". Eso tiene un montón de vueltas, que desde luego no se te escapan. Pues bien, esa izquierda la está regando, y no tiene tiempo de arreglarla de aquí a dos años. Ése es el problema: tendrá que aceptar cosas que vengan de fuera. O no, pero no respondo por ellos, ni por nosotros.

Carlos Abrego dijo...

Rafa:
Antes de irme de vacaciones, me apuro a aclarte que no te pido que te "alinees" a nadie. No, dije el compromiso es personal y agrego ahora, ante el país, no ante un partido. El partido es un instrumento, siempre fue eso y no el fin.

Barajeame mejor esto:

"No sé si Funes haya radicalizado posiciones, y me parece que Saca ha dado una pista interesante, de la que ya me había puesto a hablar: dependerá del candidato del FMLN el que ARENA pueda escoger. O sea: ahora el FMLN tiene la iniciativa en ese sentido. ¿La aprovechará?"

Ahí lo que planteas, si he entendido bien, es que hay cartas que jugar, la carta del candidato y Saca le ha dejado la mano al Frente.

Siempre pensé que uno de los problemas de la situación política, en la que entra el monopolio exclusivo de la derecha de los medios, es que son ellos los que plantean la agenda. No veo por qué el FMLN tiene que aceptar el jueguito de quién se destapa antes.

¿He entendido mal? En todo caso, como lo decís, lo importante es el proyecto. Y no propongo que lo construya solamente el Frente, no, que lo construyamos todos. Bueno, todos los que queremos que cambien las cosas en el país. Vos sabés que la lista de las cosas que hay que cambiar es larga. Y por consecuencia estructurar las proposiciones y definir prioridades no es cosa que se le puede dejar a un partido, mucho menos a una dirección. Sobre todo a una dirección, que como lo decís ya ni siquiera consulta a sus bases.

Tampoco, estimado Rafa, te invito a que seás un "francotirador", fuera solamente verbal.

Un abrazo y hasta la vuelta.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

De verdad que lo de francotirador adquirió unos matices bien siniestros el año pasado... Sé que no me lo pides, y no lo soy, ni siquiera verbal. Si fuera por pose, te diría que sí, que porque es divertido, pero el asunto es más de fondo.
El hecho de que el FMLN declare primero a su candidato tiene una ventaja y una desventaja: tienen la iniciativa y abren sus cartas antes de poner la lana de la apuesta. Allí depende del candidato que escojan y del proyecto que presenten, no necesariamente en ese orden.
Desde que estaba en Vértice me agarró la jodedera de que debían activarse mecanismos de la sociedad civil: sindicatos (todo el mundo, hasta la izquierda, les tiene miedo), ONGs (la mayor parte son negocios privados, la verdad), gremiales, etcétera. Ligados o no a la izquierda institucionalizada, pero en todo caso que la fiscalicen también, y que la izquierda no tome esto como un acto de traición o como señal de que se han "vendido" al "enemigo", que es lo usual.
Y, bueno, alinearme con partidos, no, y sé que tampoco me lo has pedido. Ya probé y me amenazaron con un tiro; al que le quema la leche, hasta al requesón le sopla. Además es aburridísimo tener que repetir siempre lo mismo.
Y que tengas felices vacaciones.

Anónimo dijo...

Puta, y si a todos nos gusta el futbol, por qué no ponemos al marihuano gonzalez para presidente?

Con es man todo va a ser playa...

El-Visitador dijo...

«ONGs (la mayor parte son negocios privados, la verdad)»

Llamar al pan, pan. Y al vino, vino.

Gracias.