11 de noviembre de 2007

Fama

Andy Warhol --quien tuvo mucho más que eso, no sé si con justicia-- decía que "en el futuro todos tendremos quince minutos de fama". La frase puede ser despectiva al aplicarse a otras personas, que en efecto no buscan más que eso a cualquier costa, o puede ser una esperanza para quienes quieren tener aunque sea esos quince minutos, mientras más rápidamente, mejor.
En la revista Letras libres de noviembre, Félix Romeo lanza un artículo provocador acerca del tema, en el cual señala:
El modelo de fama de Andy Warhol tiene mucho de maoísta. Una fama igualatoria que rompe con la idea de una fama elitista, que es la única verdadera fama: unos piden los autógrafos y otros los firman; unos salen por la tele y otros miran la tele. Es posible que Andy Warhol pintara cuadros de Mao porque realmente creyera en los postulados de Mao. [...]
Esa exigencia de un derecho obligatorio tiene bastante de maoísta, de orden de dictador, de revolución cultural y no de reflexión pop. No dejo de ver detrás de esa frase a un ejército de funcionarios y burócratas organizando los quince minutos de fama de cada uno de los ciudadanos: los impresos, las colas, las gestiones, el vuelva usted mañana, los sorteos, los plazos, las chapuzas… La fama de Andy Warhol era una fama totalitaria...
...o sea que en ningún caso la fama es democrática. Y resulta que los "héroes del trabajo revolucionario" no son más que el equivalente socialista del "empleado del mes" de McDonald's, sólo que su foto estará en una fábrica propiedad del estado --también dueño de adjudicar a quien quiera lo de "empleado del mes"--, no en una tienda de las miles y miles que posee una transnacional.
Hay otro artículo de Enrique Lynch acerca de la fama en este link. Habla de cómo, en palabras de Emerson, Cary Grant era famoso porque "está dotado para soportar la mirada de millones de personas". La fama no es teórica, pues, sino todo un asunto práctico, y tampoco democrático: la fama la obtiene quien posee no sólo la capacidad de hacer algo bien, sino de soportar las consecuencias. Quien no la tiene simplemente le apostará a los quince minutos de Warhol o a la gloria local de McDonald's.
¿Por qué hablo del tema? Por un motivo harto válido: me desperté como a las cuatro de la mañana, aún en el desajuste de los viajes, y algo había que hacer, así que me puse a ojear (aquí no se aplicaría "hojear", porque lo hice por internet) Letras libres y me divirtieron los artículos. Ahora me dio sueño de nuevo --son las 04:34-- y me voy a dormir de nuevo. Hasta ahora ya llevo dormidas unas cuatro horas; cuatro más al hilo y estaré listo para lo que sea.
Me gustan los/las poetas que buscan una fama de Guía Guiness, esto es: sin nada que ver con su poesía ni con los quince minutos de Warhol. Debe ser emocionante ser el "empleado del siglo" de una empresa aún más grande que McDonald's, porque hay cientos de categorías, y cada año se abren más.
Un poeta que sea "empleado del mes". Maravilloso. Como un maratonista al que premian por ser el mejor taxista de un pueblo de mediana magnitud.
Nos vemos al rato, que se me cierran los ojos y no quiero desvariar más de la cuenta. (Ya habrán notado que no hablo del Rivotril. ¿Quién necesita Rivotril con tanto sue

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