Sepia
Sólo algunos ancianos quedan en la mañana
Ellos conversan sobre trenes, recuerdan ciertos viajes
hacia ciertos lugares que hace mucho no existen
No morirán esta mañana, eso lo saben,
por eso están felices.
Por eso están hablando
que se han vuelto siluetas,
que se han tornado oscuros como sus propias voces,
que su piel macilenta casi se ha vuelto viento.
Sólo algunos ancianos permanecen, conversan.
Los trenes que recuerdan son cada vez más lentos.
Ellos conversan sobre trenes, recuerdan ciertos viajes
hacia ciertos lugares que hace mucho no existen
No morirán esta mañana, eso lo saben,
por eso están felices.
Por eso están hablando
que se han vuelto siluetas,
que se han tornado oscuros como sus propias voces,
que su piel macilenta casi se ha vuelto viento.
Sólo algunos ancianos permanecen, conversan.
Los trenes que recuerdan son cada vez más lentos.
Fragmentos del poema "Los trenes", de Jorge Galán.
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Hoy cambió el horario de verano, y curiosamente Los Ángeles amaneció húmedo, nublado, como si el gobierno y los relojes rigieran no sólo el tiempo, sino también el clima. Hasta ayer estábamos a una hora por detrás el horario de El Salvador; a partir de hoy serán dos horas, hasta el próximo verano.
Hoy cambió el horario de verano, y curiosamente Los Ángeles amaneció húmedo, nublado, como si el gobierno y los relojes rigieran no sólo el tiempo, sino también el clima. Hasta ayer estábamos a una hora por detrás el horario de El Salvador; a partir de hoy serán dos horas, hasta el próximo verano.
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