Fotos de familia
Hace unas semanas, Selva Prieto Salazar (su nombre en internet es Madreselvas) apareció en este blog casi por casualidad (no existen las casualidades), puse un link a su página, vio lo que había por aquí, puso un link a la mía y, cuando entró en detalles y corrió el video de La visita, le pasó algo especial: reconoció la puerta de la casa de su infancia. Me escribió y resulta que, sí, es nieta de Salvador Salazar Arrué, vive en México y no ha venido a El Salvador en más de treinta años. Le he estado enviando fotos de La Casa del Escritor (su casa de infancia) y ella me ha mandado varias, y también su hermana Maya, con quien también he estado carteándome.
Hace un tiempo decía por aquí algo que es verdad inalterable: lo que para algunos es historia familiar, para muchos de nosotros es historia nacional. Las fotos que me han mandado las hermanas Prieto (tienen otra página aquí, y los retablos son suyos) son fuertes y conmovedoras. Las he visto muchas veces y allí hay trozos de una historia íntima que es la historia de todos, y no me atrevo a pedir más por pudor, y trato de ver todo lo que hay en las que tengo.
Espero que las hermanas Prieto Salazar no se molesten si comparto algo de lo que me han enviado.
Selva con su abuelo Salarrué, el perro Kazán y, atrás, la señora Minguita, tía de don Tomás (el señor que nos ayuda con el jardín) y de la señora Luz, su hermana.
Maya Prieto, Aída Salazar Lardé, Salarrué y Selva Prieto.
Maya Prieto a los 17 años de edad, en las escaleras de la parte trasera de la Villa Montserrat. Tras ella, Maya Salazar. Fue la última vez que vino a El Salvador, según cuenta en la leyenda que hay sobre la foto.
Las hermanas Salazar Lardé en el hall de la Villa Montserrat: Aída, Olga y Maya. La foto es de 1974, el año en que murió doña Zélie Lardé, un 27 de octubre. Salarrué moriría exactamente un año y un mes más tarde, el 27 de noviembre de 1975.
Me dice Maya Prieto (tercera en la fila) que en el jardín lateral de la Villa Montserrat había una "pila de nenúfares", y lo mismo asegura Selva. No ha sobrevivido, aunque don Tomás me la ha descrito. El árbol aún sigue existiendo.
En fin, he consultado con mi jefe y con Selva y la he invitado a que venga a El Salvador el próximo año para que converse con todos nosotros acerca de su vida, de su casa, de eso que es parte de nuestra historia nacional. La idea es también organizar una exposición de sus retablos y los de Maya en La Casa (¿qué mejor lugar?). Dice que tardarán ocho o nueve meses en tener material suficiente para una buena exposición, y se me ocurre que podría venir para el 22 de octubre, natalicio de Salarrué y cuarto aniversario de La Casa del Escritor. Sería un placer, un honor y mucho más que eso.
Disfruten de las fotos. Seguiremos informando.
Hace un tiempo decía por aquí algo que es verdad inalterable: lo que para algunos es historia familiar, para muchos de nosotros es historia nacional. Las fotos que me han mandado las hermanas Prieto (tienen otra página aquí, y los retablos son suyos) son fuertes y conmovedoras. Las he visto muchas veces y allí hay trozos de una historia íntima que es la historia de todos, y no me atrevo a pedir más por pudor, y trato de ver todo lo que hay en las que tengo.
Espero que las hermanas Prieto Salazar no se molesten si comparto algo de lo que me han enviado.
Selva con su abuelo Salarrué, el perro Kazán y, atrás, la señora Minguita, tía de don Tomás (el señor que nos ayuda con el jardín) y de la señora Luz, su hermana.
Maya Prieto, Aída Salazar Lardé, Salarrué y Selva Prieto.
Maya Prieto a los 17 años de edad, en las escaleras de la parte trasera de la Villa Montserrat. Tras ella, Maya Salazar. Fue la última vez que vino a El Salvador, según cuenta en la leyenda que hay sobre la foto.
Las hermanas Salazar Lardé en el hall de la Villa Montserrat: Aída, Olga y Maya. La foto es de 1974, el año en que murió doña Zélie Lardé, un 27 de octubre. Salarrué moriría exactamente un año y un mes más tarde, el 27 de noviembre de 1975.
Me dice Maya Prieto (tercera en la fila) que en el jardín lateral de la Villa Montserrat había una "pila de nenúfares", y lo mismo asegura Selva. No ha sobrevivido, aunque don Tomás me la ha descrito. El árbol aún sigue existiendo.
En fin, he consultado con mi jefe y con Selva y la he invitado a que venga a El Salvador el próximo año para que converse con todos nosotros acerca de su vida, de su casa, de eso que es parte de nuestra historia nacional. La idea es también organizar una exposición de sus retablos y los de Maya en La Casa (¿qué mejor lugar?). Dice que tardarán ocho o nueve meses en tener material suficiente para una buena exposición, y se me ocurre que podría venir para el 22 de octubre, natalicio de Salarrué y cuarto aniversario de La Casa del Escritor. Sería un placer, un honor y mucho más que eso.
Disfruten de las fotos. Seguiremos informando.
4 comentarios:
Me imagino que la gente del MUPI estaría interesada en la visita.
Creo que tienes razón, estas fotos de familia son parte de la vida cultural de este paisíto.
saludos
Aldebarán (desde un ciber-café)
Sin duda que sí, y sin duda será parte de la ecuación. Santiago estará bastante contento.
Te ves raro en un cibercafé... Irreconocible.
Ahhh qué bonitas fotos. Sobre todo porque son las que nunca vimos, esas que se guardan bien, en el fondo de la cómoda, en el cuarto, proque son las personales, las que sólo uno ha visto. Gracias a la familia de Salarrué por despersonalizarlas y hacerlas públicas. Y a vos por compartirlas.
Chívismo!!! ojalá y venga y ojalá y la vea
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