3 de diciembre de 2006

Miércoles y jueves

Este miércoles, como se ha dicho aquí, se presentará Cualquier forma de morir en La Casita (abajo pongo la invitación, que quedó padre), y el jueves se hará otra presentación, o algo así, de otro libro mío, pero en París. Habrá una "tribuna de libros" en la Casa de América Latina, y uno de los libros en cuestión será Treize (o sea Trece), en traducción de Thierry Davo. Él mismo estará en la plática, según se lee en la invitación (que está aquí). Y quién más, y quién mejor.
Me gusta Trece. O no sé si me gusta (el personaje es irritante), pero le agarré cariño después de nueve años de estar escribiéndola. Anoche me avisaron que muy probablemente se traduzca a uno de esos idiomas que hablaban gentes con hacha y pieles hace como mil años (espero que usen la versión moderna del idioma). Ya veremos y, si resulta, ya contaré. Lo cierto es que, más allá de veleidades políglotas, se va a publicar muy pronto en Guatemala, y ¿qué más puede pedir de la vida un escritor salvadoreño que publicar en Guatemala? (Espero que el editor no se tome demasiado en serio lo que acabo de escribir, aunque sea cierto.)
En fin, va la invitación para la presentación del miércoles:


Gracias a Aniuxa por ponerla en su blog.

8 comentarios:

Denise Phé-Funchal dijo...

Félicitations mon vieux! ;)

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Comantalevú le chapó quesquecé de muá.
(O sea...)

Unknown dijo...

Herlichen Glückwunsh! (para no quedarme atrás, jajja). De verdad, de verdad me alegra mucho. Justamente estaba releyendo Trece. Me gusta (a parte del papel, el tipo y la distribución de la letra) la frase "otra vez la muerte". Felicidades mi amigo!

Aldebarán dijo...

Lástima que ya no está el Concorde, pues no llegarás a tiempo para el de París. Tal vez a la tertulia luego del acto.

saludos y buen viaje.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Vanessa: Ése no es idioma de cristianos. Tengo tu texto a la mitad, porque se me atravesó el fin de semana de trabajo y todo, pero orita lo termino. So far, so good.

Aldebarán: Esas cosas se caían en el despegue, tú, y a mí lo que me da miedo de los aviones es el despegue. Y --como diría Capulina-- no me dan miedo las alturas, sino el piso.
Ya René Figueroa (el de La Casa, no el señor ministro) diho que él pone su jet privado. Santiago insistió también, pero ahora estamos en problemas de espacio aéreo con Santa Ana.

Unknown dijo...

Ok, me doy por enterada.
No te había comentado la foto: qué buena foto! Las rosas no sé, van contigo y tu personalidad. Sobre todo las blancas. Saludos.

Aldebarán dijo...

Es la primera foto que no fue tomada de un ángulo de contrapicada y en la que no tienes un cigarro en la mano ;-)
Quedó buena la imagen

saludos

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Ya sabía que iban a decir algo. Y las flores están chidas. Esa foto me la tomó mi hija el año pasado. Estamos en un taxi en el aeropuerto de la Ciudad de México. Las flores me las dio ella. Y no me gusta fumar en lugares cerrados, como carros, casetas telefónicas y escafandras.