15 de julio de 2005

El martirio de Pedro

Debo reconocer que cuando escribí acerca de San Pedro, en el post siguiente a éste, lo hice más impulsado por la gripe que por el ansia de establecer una verdad (Dios me libre de algo así, que por algo me quedé ateo). Por eso merezco el comentario y la cita que recibí:
Rafael: Pedro fue ejecutado. Murió en la cruz, y pidió que lo colocaran de cabeza, porque dijo que no era digno de morir de la misma manera que su maestro. Puedes revisar este lugar:
http://www.enciclopediacatolica.com/p/pedroapost.htm#4
Sin embargo, el mismo texto de referencia es ambiguo: sólo se habla de manera indirecta del martirio de Pedro, que es más parte de una tradición que un hecho comprobado. Es decir: se parte del "conocimiento" de que Pedro murió en la cruz para leer de cierto modo las referencias, y que éstas demuestren que fue martirizado; la página de referencia es una enciclopedia católica, y anda en lo suyo.
Me parece interesante el artículo sobre Pedro que aparece en la omnipresente Wikipedia, que coloca a Pedro en una dimensión menos interesada. Dice:

Sin embargo, los evangelios recogen también la profecía de Jesús de que Pedro lo traicionaría tres veces. Aún cuando la noche de la última cena Pedro juró no apartarse de Jesús, al ser interrogado por los soldados romanos que lo habían detenido, negó tres veces conocerlo antes de que la noche acabase (Mateo 26:69-75, Marcos 14:66-72, Lucas 22:54-62, Juan 18:25-27).
Tras la muerte de Jesús la figura de Pedro es menos precisa. Si bien varios de los evangelios —tanto canónicos como apócrifos— dejan entrever que había sido especialmente favorecido por Jesús (en Lucas 24:34 se narra una comunicación especial del resucitado a Pedro), los testimonios no son siempre coherentes. El Evangelio de Mateo no vuelve a nombrar a Pedro tras haber éste negado conocer a Jesús, lo que hace pensar que el autor del mismo quizás lo considerara un apóstata. El autor de Hechos de los Apóstoles, sin embargo, presenta a Pedro como una figura crucial de las comunidades paleocristianas; es él quien preside la selección del reemplazo para Judas Iscariote (Hechos 1:15-26) y quien es examinado públicamente por el Sanedrín (Hechos 4:7-22, Hechos 5:18-42) tras haber curado milagrosamente a un hombre a las puertas del templo de Jerusalén, además de emprender misiones a Lidia, Jaffa y Cesárea y de estar presente en el Concilio de Jerusalén, cuando Pablo sostiene que el mensaje de Jesús se extiende también a los gentiles. La prédica de Pedro, sin embargo, estuvo por lo general limitada al pueblo judío.
El autor de los Hechos, sin embargo, se centra luego en las obras de Pablo, por lo que de los años posteriores es mucho lo que se ignora. De acuerdo a la epístola a los Gálatas, se trasladó a Antioquía, donde Pablo lo encontró más tarde (Gálatas 2:11); tradicionalmente se lo considera el primer obispo y patriarca de la ciudad. La primer epístola a los Corintios deja entrever que Pedro quizá visitó la ciudad en sus misiones (1Corintios 1:12).
La tradición indica que Pedro acabó sus días en Roma, donde fue obispo, y que allí murió martirizado. Clemente Romano, en su carta a los corintios, data su muerte en la época de las persecuciones de Nerón.
Es interesante que Padro, si fue martirizado, muriera en época de Nerón. Allí se moría todo el mundo, y básicamente por lo que fuera, según lo destaca el artículo de la propia Wikipedia. El correspondiente a Nerón dice:

Por cierto, parece evidente que es falsa la presunta culpabilidad de Nerón en cuanto al incendio que destruyó la ciudad. Esta acusación probablemente fuera fruto de la imaginación de los posteriores historiadores latinos, que le tenían particular resentimiento y aversión. El caso es que Roma debía de ser una ciudad impresionante. Miles de personas hacinadas en edificios que se derrumbaban e incendiaban cada dos por tres. Todo tipo de sectas orientales vaticinando el fin del mundo en soportales compartidos con prostitutas y vendedores de cuanta mercancía hubiera en el Imperio. La guardia pretoriana asesinando o eligiendo a los emperadores a su antojo. Los senadores más preocupados por sus propiedades que por la justicia. Un sinfín de esclavos torturados y obligados a trabajar hasta la extenuación... Y todo empapado en la sangre de miles de víctimas durante la celebración de los juegos.
Y continuamos con el artículo sobre Pedro:
El evangelio de Juan sugiere, en el característico estilo alegórico, que Pedro fue crucificado; dado que la datación de éste indica que no fue escrito hasta el siglo II, el testimonio es relevante. De acuerdo a la leyenda, Pedro pidió ser crucificado cabeza abajo, no considerándose digno de morir del mismo modo que Jesús. Flavio Josefo relata que la práctica de crucificar criminales en posiciones distintas era común entre los soldados.
Aquí hay carne teológica de dónde cortar. El hecho de que Pedro fuera crucificado -si lo fue- era suficiente para cumplir con su papel de apóstol: Cristo había pedido que lo siguieran y lo imitaran, y el martirio -cualquier martirio, pero la cruz en especial- era el método "idóneo". Pedro, en un arranque de humildad, pide que se le crucifique de cabeza. Si fue así, más que humildad, Pedro demuestra una soberbia capaz de impedir que él mismo se deje pasar por las puertas del cielo. No morir como el parámetro del más humilde de los hombres es, en sí mismo, soberbio. Y Pedro no pudo no saber que ese gesto lo diferenciaría de Cristo, que la posteridad recogería su gesto, que en realidad era otro modo más de negar a su maestro. En otras palabras, según la versión oficial, Pedro pidió que lo crucificaran así. A los demás mártires les tocó lo que les tocó; él pidió un martirio en especial, que lo diferenciara de Cristo. Quod erat demostrandum.
Claro que la Wikipedia ofrece una salida digna: los guardias romanos a veces crucificaban de modo diferente al usual, y pudo ser que ellos -no Pedro- decidieran ponerlo de cabeza, a manera de burla o vaya a saber cómo pensaban los soldados romanos. Entonces la iglesia católica es la que hace aparecer a su fundador como alguien soberbio.
Llama la atención un dato: Pedro murió en el año 63. Si nació más o menos por las épocas en que nació Cristo, para los estándares de la época era extraordinariamente viejo. No trato de establecer un juicio de valor, nada más dar un dato. Por ese entonces cualquiera de 40 años era un hombre viejo (o una mujer vieja, si era mujer; seamos políticamente correctos). El joven Nerón ordenando el martirio del ancianísimo Pedro es una imagen literariamente rica, aunque dudo que Nerón siquiera se enterara de su existencia.
Porque para esa época el cristianismo no era mucho más que una de las tantas sectas que había en Roma, así fuera la que, a posteriori, tuviera mayores perspectivas. No fue sino hasta Constantino que se reconoció al cristianismo y se adoptó como nueva religión, en el año de 313.
O sea que Pedro sigue cayéndome mal, que en el fondo es lo que motivó el post original. Y quizá haya sido martirizado, quizá no, pero no deja de ser sintomático que él haya fundado la iglesia de Cristo, y que incluso en su muerte -si ocurrió como dice la historia oficial- lo haya negado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que Pedro y su martirio están en el ojo del huracán, valga la imagen. Aquí los vientos corren a 70 millas y cae una lluvia tupida gracias a Emily.

Pero bueno: la cosa es que ahora todo el mundo cuestiona el papel de Pedro en la fundación de la iglesia católica debido a los nuevos hallazgos documentales. Esos mismos hallazgos parecen favorecer a María Magdalena, que resultó ser una discipula bastante avanzada, además de probable fiel amante.

Otros favorecidos por el debate son los escritores de bestsellers tipo Código DaVinci y esas cosas.

Por otro lado, yo ni quería decir nada de Pedro, ni de Magdalena, ni de DaVinci. Yo nada más quería dejarle un saludo y enviarle un abrazo a mi reaparecido amigo Rafael Menjívar, a quien recuerdo con cariño de tiempos más amables y menos congestionados. Parafraseando a Hemingway: el BBS era una fiesta.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

¡Alex, qué gusto saber de ti después de tanto! Y tú y yo siempre discutimos acerca de temas teológicos.
Yo no dudo de que Pedro haya fundado la iglesia; no se entendería de otro modo tanto desaguisado que hubo desde el principio, y sigue la mata dando.
Si la Magdalena fundó algo, sería más bien alternativo, y a contracorriente de la institución que santificó a su marido. La desacreditación de la Magdalena podría explicar la misoginia tradicional de la iglesia y la demonización de las mujeres.
Y eso mismo lleva a una pregunta: ¿dónde están los hijos -carnales- de Pedro? Porque a los de Cristo ya los están localizando...
En fin, un abrazo.

Anónimo dijo...

¿Te fijas cómo los que se asumen como no creyentes terminan siempre hablando más de religión que los que no? En fin.

Me da mucho gusto haberte localizado, porque hacía mucho que te había perdido la pista. Liz te manda un saludo. Paola ya ni se acuerda de los conejitos.