18 de diciembre de 2006

Zetino, Roque Dalton, el debe y el haber

Mario Zetino, compañero de La Casa, acaba de poner su blog aquí. Lo inauguró con un poema excelente, del cual sólo conocía la primera versión. No se lo pierdan. También puse un link en la columna de la derecha, y otro para el blog de William Alfaro, Pohemia.
Ayer, Mario y Santiago Vásquez me regalaron una antología de Roque Dalton hecha por él mismo y publicada en La Habana, La ternura no basta. Hacía un tiempo que andaba detrás de ella. En la primera pasada busqué algunos poemas que para mí han sido muy importantes y que consideraba bastante buenos, como "Bosquejo de adiós", y le di un repaso a los libros que dejó inéditos, Doradas cenizas del féniz, El amor me cae más mal que la primavera y Un libro levemente odioso. Terminé de leerlos con mucha tristeza. Me parece que la poesía de RD se nos está quedando antigua y sin mucho asidero. Cada vez que lo leo encuentro menos cosas que me parezcan memorables, y es como si un padre se me estuviera muriendo de muerte lenta.
La impresión que me quedó fue la de que tiene un código poético muy desarrollado, pero que escribe como si estuviera demasiado consciente de que lo están leyendo, de que lo van a leer, de que debe escribir ciertas cosas y de cierto modo, de que va a generar ciertas reacciones. Una excesiva autoconsciencia que se come buena parte de lo demás. Quizá, si hubiera vivido un poco más, hubiera tenido la oportunidad de quitarse esa carga y ponerse a hacer la poesía que le saliera así nomás, porque ése era él.
En el prólogo del autor hay un par de párrafos que me produjeron tristeza también. (Lo leí después de dar una revisada a los poemas, es decir que la "impresión" me llegó antes de confirmarla en el prólogo.) Los reproduzco:

Si al pueblo de Cuba su revolución le dio el derecho a una vida auténtica, al manejo de su propio destino, que es y será maravilloso, socialista hoy, comunista mañana, a mi poesía, perseguida, vilipendiada y prohibida en mi país, la Revolución Cubana le dio condiciones materiales, espirituales e ideológicas para existir y desarrollarse. Por nuestra propia experiencia y en nombre de tanto creador latinoamericano silenciado por la censura, la cárcel o la muerte, comprendimos en Cuba qu el gran acto cultural de nuestra época y de nuestros países no es la creación individual de una obra bella, sino la acción revolucionaria, la lucha por la revolución que creará las condiciones reales para que nuestros pueblos puedan ejercer todas sus capacidades creadoras. En América Latina, hoy esa acción, esa lucha, es previa, histórica, moral y culturalmente, a la creación artística. Y los escritores y artistas debemos ser consecuentes con esa prioridad.
En el marco de esa experiencia y de esos criterios la poesía que aquí recojo, fruto de un largo proceso de concientización, quiere mostrar también el drama del creador frente a las complejas realidades del mundo: sus avances y sus retrocesos, sus amarguras y sus júbilos, la paradoja de una participación en la lucha de clases en las filas proletarias con instrumentos sin embargo marcados por la raíz pequeñoburguesa. Lo que en el fondo quieren decir estos poemas al publicarse en conjunto es: así vio el poeta en su camino el amor, la lucha, la ridiculez de la burguesía, la tierna mitología de sus padres, sus propias dudas, las cárceles, la proximidad de la muerte, las sutilezas conceptuales de la lucha ideológica, el diálogo, el país enajenado, el placer, las lágrimas, la esperanza férrea. Visión múltiple, diversificada, pero siempre parcial, que cobrará su auténtico sentido sólo en el seno de la lucha práctica por la liberación de nueestros pueblos.

Hay allí aseveraciones a veces crueles, a veces ingenuas, a veces ambas. Por ejemplo, declara que la prioridad no es hacer arte, sino la revolución, y que a eso deben dedicarse todos los artistas mientras no haya un triunfo revolucionario. Pero él ya tiene una carrera en marcha, y resultados que mostrar: son los que siguen de él los que no pueden hacer poesía. Lo peor es que muchos se lo tomaron en serio (hablo de la gente de mi generación), y el resultado ahora, cuando ya no hay revolución ni posibilidades de que triunfe alguna del tipo que Dalton deseaba, es una aridez espeluznante en materia poética. Y Roque Dalton queda en el centro como el faro de una playa sin mar. Ha hecho falta mucho trabajo y tiempo para comenzar a salir de esa concepción no sólo injusta, sino también "daltocéntrica". Y faltará mucho más para que la noción de la poesía utilitaria termine de terminar.
Lo otro, que la poesía de Dalton, según dice él mismo, es parte de un proceso de concientización, y reniega un poco de lo "burguesa" o "pequeñoburguesa" que es la/su poesía. Es falso: Dalton --y es evidente-- tuvo un largo trabajo de preparación poética, una dedicación "burguesa" a sus cosas, y no hay concientización política que le enseñe a uno a escribir. Pero los que se la creyeron están pagando las consecuencias: no basta con tener La Verdad, con tener La Razón, con defender ciertas causas, con escribir como Dalton, para ser poeta. El asunto va por otro lado, y es un lado mucho menos fácil que leerse a Martha Harnecker.
Por último, Dalton dice en el prólogo que sólo bajo una revoución triunfante se va a conocer el auténtico sentido de su obra. Le apostó a eso. Y me parece que no ganó la apuesta; en una sociedad diferente --no mejor, nada más diferente--, buena parte de su obra se cae a pedazos.
No me regocijo en lo que estoy diciendo. Para bien y para mal, la obra de Dalton fue una influencia muy importante para mí; hay cosas que le debo y le agradezco, y hay vicios que tardé años en quitarme; quizá aún conserve algunos. Lo que sé es que nunca dejé de leerlo, y que siempre insisto en que se lea. De manera crítica, como la obra de cualquiera, pero que se lea y se discuta y se razone.
Lo que me entristece es que haya gente joven, ahora, que se niegue a leerlo: para ellos es el paradigma del conservadurismo, de "lo cuadrado", el señor enojado que les dice lo que es bueno y lo que es malo sólo porque sí, con el dedo alzado y todo. Y no es eso. En serio que no es eso. En todo caso --también para bien y para mal-- es uno de los parámetros de nuestro medio, y lo menos que puede hacerse es leerlo, para quererlo, para detestarlo o para que resulte indiferente.
Interesante: Dalton sacó de la antología La ventana en el rostros, donde tiene algunos de sus grandes aciertos poéticos. Los editores, sin avisarlo al lector, incluyeron textos de Poemas clandestinos, escritos ya en El Salvador y conocidos cuando Dalton ya estaba muerto.
Tres posts en un día. Demasiados. Pero lo del premio de Jorge y la nota de Ruth me han tenido girando.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Sr. Menjivar.

Se que su blog es su blog y entiendo que lo que escribe aqui no es parte de "obra" como tal, sino que sus impresiones personales. Aun asi, me parece que unas palabras suyas escritas en este post se aplican a lo que ha estado escribiendp en este blog, cuando dice "escribe como si estuviera demasiado consciente de que lo están leyendo, de que lo van a leer, de que debe escribir ciertas cosas y de cierto modo, de que va a generar ciertas reacciones. Una excesiva autoconsciencia que se come buena parte de lo demás".

A mi me gusta mucho leer su blog, en serio que si. Lo leo con frecuencia, pero me parece bien aburrido, monotono y feo esos parrafos donde siempre cita a "los de siempre" y que no se que con los envidiosos y los malos y los tontos.
Como diria un mexicano: "ya estuvo suave, no?".
Espero que este comentario no le parezca ofensivo, ni critico, tan solo que vea como esas cosas (¿distracciones?) se "come buena parte de lo demas".

Saludos.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Hola.
Fíjate que tienes razón. Mejor me dedico a escribir sobre cosas más sensatas, ¿no?, y sobre todo positivas.
Algo que me gustaría sería quitar de allí al lado los links a unos posts bien feos, pero me da la impresión de que van a empezar de nuevo los anónimos desagradables, como pasó cuando los borraron de los blogs originales.
Bah. Me arriesgo. Y total a quién rayos le importa.
Gracias.

El-Visitador dijo...

Pues yo creo que este artículo sobre Dalton y su vigencia es uno de tus mejores artículos en esta bitácora, y una tremenda advertencia a quienes escriben para encajar en el milieu que les circunda, a costa de escribir para todos los tiempos y lugares: su arte traerá la misma fecha de expiración que las ideas du jour a las que se esclavizan.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Puesí...
Allí entra el maravilloso y tan amplio mundo de las ideas personales. Curiosamente hay textos al parecer bastante coyunturales que se siguen sosteniendo poéticamente, como España, aparta de mí este cáliz, de Vallejo. Es un panfletote, pero es tan bueno... Muchos poemas de Hernández andan por el mismo lado y, en El Salvador, cosas de Geoffroy (Vida, pasión y muerte del antihombre) y Pipo Escobar Velado. No es la temática necesariamete lo que le da o quita validez, sino la autenticidad del texto... previa formación técnica, claro.

Anónimo dijo...

"Cada vez que lo leo encuentro menos cosas que me parezcan memorables, y es como si un padre se me estuviera muriendo de muerte lenta".

Te compro la frase, somos dos.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Anoche estuve revisando Taberna y otros lugares, con mucho miedo, y algunas otras cosas.
De Taberna, "Los extranjeros" sigue pareciéndome un excelente poema, de lo mejor que se ha escrito en el país. Me parece mejor Vida, pasión y muerte, de Geoffroy, y Sólo la voz, de Hugo Lindo, pero no desmerece. Del resto, no mucho. Luego chequé Los hongos. Está bien si uno está armando una biografía de RD, pero poéticamente no es interesante. Luego, los Poemas clandestinos.
Hay algo cierto: el hombre tiene frases esplendorosas en cualquier parte, y en los Clandestinos sabe armar muy bien. Pero pos.
Ahora tendría 71 años. ¿Quién o qué sería si hubiera sobrevivido a la guerra? ¿Quién o qué estaría siendo para los jóvenes?

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Estuve en pláticas previas con una editorial para armar un "The Essential Roque Dalton", o como se diga en español. En enero retomaré el asunto. Es difícil; hay que espulgar bastante para encontrar cosas en las que digas: "Esto vale donde lo pongas." Tengo algunas ideas ya.
Creo que, si hubiera vivido, su trascendencia no sería tanta, y creo que no sería alguien agradable para los jóvenes. Es mi percepción, pero no hay modo de decir que sí o todo lo contrario.
En fin...

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

El asunto de Dalton es no tomarlo como "figura histórica", sino como poeta, y olvidar que en tal libro viene tal cosa y si no pongo de este libro va a quedar incompleto. Se trata de ver textos de calidad y que técnicamente se sostengan, y de éstos los que tengan un planteamiento propio y único. Por ejemplo, estuve revisando Los pequeños infiernos. Están muy bien hechos, pero muchos están escritos porque el poeta es capaz de escribirlos, no porque necesite escribirlos. Hay algo en la literatura que es tanto o más importante que lo demás: la intención. Tiene muchos lados y muchas vueltas.
¿Por qué RD me parece que sería mala onda con los chavos? No sé. A lo mejor hubiera cambiado. Hasta donde se quedó, veo muy poco respeto para sus mayores, para sus maestros, con muy pocas excepciones (Salarrué, digamos). Alguien que no respeta a sus maestros no puede respetar a los que siguen. Por otro lado, lo que menciona él mismo: no hay que crear arte, sino hacer la revolución, y a ver cómo le hacen, porque yo ya tengo obra hecha y derecha. Los que debían ajustarse a eso eran los "menores". Y pos qué feo, ¿no?
Igual me equivoco. Igual me dejo llevar por sus grabaciones; no me gusta mucho el tono de su voz. En las que hizo Geoffroy en 1957 no veo mucha bronca, porque tenía 22 años y a esa edad uno es bayunco. Pero en las de Casa de las Américas oigo a alguien que dicta poesía (de diktat, vaya), no a un poeta que comparte sus cosas con emoción. Allí sí voy a declarar mi absoluta y posiblemente muy errada subjetividad.
De verdad que es un drama para mí escribir lo que acabo de escribir.

Anónimo dijo...

No la verdad es esa que muchas,veces
creamos imagenes inmaculadas de caracter intocable,(diocuarde y
digamos algo)y si ya con la
calma y alejados de los apasionamienos descubrimos aspectos interesantes
de compartir enhorabuena,sean malos
o buenos lo importante es que la inquietud se ha sembrado y sera el publico que las dimensione en ralecion a su obra.He leido cosas de Dalton y
en algunos momentos si parece estar
en un "se vale todo",pero igual era
su propuesta,un tiempo con carectiristicas muy particulares que el creyo ver la luz en esa dina
mica,con sus mayores si por ratos si tambien tengo esa impresion.hay
una historia negra,sepa alguien si es cierto igual la cuento"Si cagandome estuviere y de limpiarme tuviera que decidir con el billete de 2 y
el poema de Rosales y Rosales,boni
tos son los de a 2 verdad".

Amen de todo si me parece de lo mejor y curioso sobre la 5 de Noviembre todavia
sigue esperando que alguien haga
algo con el rotulo de "LA ROYAL"
es el original creo.

Saludos y gracias