10 de julio de 2007

Materiales: Con la mirada en alto, de Martha Harnecker


En lo personal siempre desconfié de los libros de Martha Harnecker, en especial de uno que fue, si no la biblia, al menos el catecismo en el que se basó mucha de la "indoctrinación" de los jóvenes de la izquierda latinoamericana durante los años setenta y ochenta: Los conceptos elementales del materialismo histórico. Y parece que no sólo entonces: sólo Siglo XXI Editores, de México, ha lanzado ya 62 ediciones desde 1969. El motivo es que muchos maestros del sistema público lo usan en bachillerato como texto obligatorio.
Y está bien, pero me parece un libro que no sólo simplifica, a veces groseramente, conceptos bastante complejos del marxismo y esquematiza demasiado el leninismo, sino que también trae implícita una agenda política no necesariamente académica y no necesariamente científica. En otras palabras, es un breviario de conceptos marxistas básicos y su aplicación según los términos leninistas, pero entendido el leninismo casi como una fórmula para hacer revoluciones triunfantes y para desarrollarlas "de cierto modo", o sea muy a la cubana. Años después de leer un par de veces los Conceptos (lo habré hecho por allí de 1976 a 78), me enteré de que Harnecker era esposa de Manuel Piñeiro, Barbarroja (aquí, entre otras apologías, está la de ella), uno de los forjadores de las políticas cubanas hacia América Latina, y desde 1975, oficialmente, jefe del Departamento de América Latina del gobierno cubano, responsable de los contactos con organizaciones de la izquierda continental.
Me parece --quizá me equivoque-- que los Conceptos elementales tienen su origen y su necesidad en la Conferencia Tricontinental, celebrada en La Habana a principios de 1967, que buscaba poner a Cuba en un lugar preponderante entre las revoluciones --triunfantes o en proceso-- en Latinoamérica, Asia y África. Aquí puede encontrarse el discurso de clausura de Fidel Castro, un tanto largo y disperso como todos los suyos, que puede dar pistas acerca del tema. Meses más tarde se realiza la conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS), en el que se trazan líneas para el desarrollo y rumbo de las revoluciones en el continente, con el Che Guevara ya en Bolivia y a punto de ser asesinado. Aquí puede hallarse el discurso que el Che envió para la ocasión, bastante duro incluso para sus estándares. En agún momento dice:

El odio como factor de lucha; el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones del ser humano y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar. Nuestros soldados tienen que ser así; un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal.
En la segunda mitad de los ochenta, Martha Harnecker comenzó a realizar entrevistas con dirigentes de la insurgencia salvadoreña y a publicarlos en diferentes revistas y libros. Tuve algunas de esas entrevistas en las manos, prestadas y sin posibilidades de fotocopiarlas o adquirirlas, por los motivos que fuera. Me llamó la atención una con Salvador Sánchez Cerén (Leonel González), en la que "explicaba" la crisis de abril de 1983 en las FPL, que llevó al asesinato de la comandante Mélida Anaya Montes (Ana María) y el suicidio del comandante Salvador Cayetano Carpio (Marcial). Con una mano en la cintura --o su equivalente ideológico-- desacreditaba a Carpio alegando cosas de lo más feas, y obviaba otras tan poco obviables como cuarenta años de luchas constantes y coherentes, pero que terminaron mal, es decir con Sánchez Cerén sustituyendo a Carpio en la comandancia luego de conspiraciones muy poco revolucionarias en las que participaron, entre otros, el citado Barbarroja.
En la entrevista, además de hablar de "debilidades ideológicas" y exacerbados cultos a su personalidad, Sánchez Cerén echaba en cara a Marcial el tratar de convertir a las FPL en un partido con ideología demasiado proletaria, en cerrarse a alianzas con sectores considerados por el marxismo como enemigos naturales y no aceptar que gente de las capas medias tuvieran mucha influencia ideológica en el trazo de líneas de acción, o que éstas se supeditaran a concepciones estratégicas que, vaya, siempre habían estado allí. Es decir: criticaba a las FPL de Marcial por ser lo que un partido de ese tipo debe ser, para bien o para mal.
En 1993, UCA Editores lanzó Con la mirada en alto. Historia de las FPL Farabundo Martí a través de sus dirigentes, de Martha Harnecker, basada en la entrevista ya citada y con gente como Facundo Guardado, Valentín y otros. (Aún puede encontrarse en la librería de la UCA.)
El libro tiene dos valores diferentes, aunque contradictorios. El primero, una historia de primera mano de la primera guerrilla estructurada en El Salvador, su formación, sus problemas, y cómo fue desarrollándose: de media docena de personas que la iniciaron, llegó a ser una de las más poderosas que ha habido de América Latina. El segundo, que todo el libro apunta a un solo punto: la desacreditación de Carpio y la justificación no sólo de la conspiración en su contra, sino del viraje estratégico de las FPL, que neutralizó en gran medida sus alcances como organización revolucionaria.
Martha Harnecker incluye, en el collage, trozos de una entrevista que le realizó a Carpio antes de que éste se convirtiera en el demonio de la izquierda salvadoreña. Pero, a diferencia de las preguntas que les hace a los otros, es evidente la insolencia de las que anteceden a las respuestas de Carpio, como si le preguntara al niño tonto y rebelde de la clase. También hace preguntas bastante sesgadas a los otros entrevistados, obviamente buscando respuestas que pongan en mal a Carpio, pero no siempre lo logra: excepto Sánchez Cerén, todos los demás tienen frases de respeto para el viejo líder obrero, así hayan participando en su defenestramiento.
Éste es un libro fundamental para la historia reciente de El Salvador, y vale la pena de leerse con ciertas precauciones, digamos buscando algunas posibles y sanas contrapartes.

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Éste es mi post 498 desde el 4 de noviembre de 2004, cuando inicié este blog. Válgame... Desde entonces he escrito también un par de novelas, un libro de historia reciente, algunos relatos sueltos, un par de traducciones largas, un montón de piezas de música y varios artículos. Y eso que el trabajo de La Casa del Escritor es absorbente y cansado, y de paso tengo una vida familiar y qué sé yo... Ya veo por qué he terminado bajo la égida del Rivotril. Sí, ha valido la pena.
A ver qué pongo en el 500. Creo que tengo una idea.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Felicidades por tu post 489!!!

Te deseo más historias, mas post, mas novelas, mas vida a vos y a tu familia.

Estas celebraciones bloggeras ya se están volviendo parte importante en nuestra vida! Dios nos salve, Internet nos ha posesionado...

jeje

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Este... 498... Ya sólo faltan dos para el medio paquete.
Válgame...

Unknown dijo...

Para el 500 podrías comentar cómo hacés el pollo en mole, que queda para repetir un par de veces más después de la respectiva enchilada.

ixquic* dijo...

Leí el libro cuando salió, de hecho fui a la presentación, con ella. Leía de manera desenfrenada todo lo que me dieran estaba bien en 1993. Por eso nunca dudé lo que leí sobre Carpio.

Pero, por cosas de la vida, me vivo topando con gente relacionada a él, a esa historia, a la discusión del método, etc.

y eso, con el tiempo, me condujo a re leer y re preguntar. De hecho, cuando comencé a leerte y vi que colocabas luces en esta historia me quedé maravillada.

Yo, abogada, diría que lo que Salvador Sanchez Ceren dice allí es grave. Por que está condenando a alguien que fue declarado inocente por un juez.

Este libro lleva 14 años frente a mí, está en la librera y en la página 335, Cerén dice "Marcial violó la norma del centralismo democrático, se colocó por encima de las FPL, planificó el asesinato de Ana María y se convirtió en asesino."

Esa no es una certeza, es una declaración fuerte que si alguien quisiera, podría tener consecuencias.

No me pongo, porque soy ajena a esto, a defender a Marcial quien podría inspirar respeto como lider, pero ¿cómo valorar la cobardía de un suicidio? (entre otras cosas que no dire aquí)

Además, ¿podrían las FPL estar "Con la mirada en Alto", después de tolerar a MAyo Sibrian?

¿o llevar en su conciencia algunas persecusiones internas a los marcialistas afuera y dentro del país?

Yo no tengo la respuesta, la sospecho. Hay gente que asegura tener información, yo sólo espero que se busquen caminos de curación de esas heridas, y de limpieza para una oposición política que tiene verdaderos retos en frente y debe estar a la altura, intelectual y moral, para asumirlos.

Gracias por compartir 58 post sobre la izquierda. y me alegra que exista gente dispuesta a colocar argumentos, no panfletos.

(en todo caso hasta el panfleto debe ser explicado!)

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Arbolario: Lo del pollo en mole es de lo más simple: compras mole Doña María en Selectos y sigues las instrucciones. En México el Doña María no es el de más caché, ni mucho menos, pero es el que se encuentra en El Salvador; además del que se hace en casa (y es tarea de locos), hay que ir al mercado y comprarlo en pasta. El truco del que hago, a falta de un buen mole, es la condimentación del pollo, y usar el caldo para disolver la pasta. No creo que valga un post número 500. Pero igual habrá mole --y varias cosas más-- en el aniversario de Salarrué, en octubre.

Ixquic*: Hace años entrevisté a Tulita Alvarenga con respecto al suicidio de Marcial, y me dio una respuesta tan simple y tan lógica, que no tienes más que creerla. No voy a hablar de eso en público aún, pero podemos conversarlo por correo privado. La idea sería publicar algo más estructurado en algún momento, y creo que el momento será pronto. (Ya dirán que es parte de la campaña electoral o lo que quieran. Me he pasado averiguando sobre el asunto desde 1983, así que francamente me vale.)
No sé de persecuciones comprobadas de marcialistas; en mi caso, rompí contacto con todo lo que tuviera que ver con política salvadoreña y, salvo algunos hostigamientos menores (que "ellos" creyeron que eran mayores, pobrecitos), no me consta nada: la ventaja de estar fuera del país. Mi padre simplemente los mandó al diablo y se puso a hacer cosas académicas, que era lo suyo. Otros se refugiaron en Canadá y Australia, algunos se fueron de El Salvador a México, la mayoría se quedaron. Un gran amigo, que se pasó en Chalate casi toda la guerra, me dijo que se había quedado, al igual que otros, para que siguiera habiendo gente decente en las FPL y en el frente, y que el mejor modo era peleando desde dentro.
El rumor de que al menos algunos de los crímenes de Mayo Sibrían habrían tenido que ver con una "depuración" no me parece muy remoto, y de hecho me espeluzna. Y, sí, creo que al FMLN sigue sin importarle mucho lo que haya dicho un juez; para tener la mirada en alto a veces hay que ponerse lentes muy oscuros, para que el sol no lo deje ciego a uno, o lo fulmine.
Ya lo dijo aquél: sólo la verdad nos hará libres. Y, si no nos hace libres, al menos sabremos por qué no lo somos.

Carlos Abrego dijo...

Rafa:

Como sabés, tenía mis dudas sobre el suicidio de Cayetano Carpio. Vos me aclaraste ciertas cosas y me contaste lo que te dijo su mujer. Por el momento no tengo otra versión más cercana. Y por lo demás no tengo por qué ponerle peros a esa versión.

Te confieso que me ha sorprendido esto que escribió en un editorial de ayer Salvador Samayoa, en un matutino salvadoreño:

“En la historia de ese partido (FMLN) hay un importante antecedente de voluntad para localizar y extirpar sus propios tumores cancerosos. Si no se hubiera esclarecido el asesinato de Mélida Anaya Montes, la célula violenta dirigida por Cayetano Carpio habría terminado destrozando a las FPL”.

Carlos

P.S.: Rafa para hacer los guiones largos —me refiero a estos— se usa la tecla “alt” + 0151. Por una vez que te puedo indicar algo de informática...

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

No fue Salvador Samayoa el que lo dijo, sino Joaquín. Es extraño, porque cuando lo conocí era un marcialista convencido, a diferencia de Salvador, que siempre anduvo del lado de Ana María. Joaquín estuvo en la fundación de Salpress --fue su primer director--, un proyecto de Marcial.
El guión que dices es el guión N, o sea el mediano; el largo es el M. Cuando escribo aquí pongo dos guioncitos en remembranza de la vieja máquina de escribir, y un poco por pereza. Además, hay caracteres que ciertas codificaciones no interpretan bien, y aparecen como chiringolitos. En el Word tengo una macro para poner el guión N, y aparece bien cuando hago copy paste. Tonteras diuno, pue. Gracias.

Carlos Abrego dijo...

Rafa:

Sobre mi confusión de nombres me di cuenta, pero como siempre cuando ya había enviado el mensaje...

En todo caso, como decís, extraño.