29 de enero de 2007

El imbécil, el cerdo y el error

Uno de mis imbéciles particulares, luego de sesudos análisis psicoanalíticos, filosóficos y literarios que me tienen como tema, y que por supuesto no publiqué en la sección de comentarios, dejó la razón de lado --si a los dislates de un mal escritor pueden llamarse razón-- y se puso a insultarme sin más trámite. Como es previsible, me dijo lo que a él le dolería que le dijeran; "cerdo".
Y es curioso cómo algunos insultos pegan a veces en el blanco: en el horóscopo chino, mi signo es el de cerdo o jabalí. Busco referencias en internet y encuentro que el imbécil que me tocó en suerte cumple a cabalidad su papel de imbécil, pero no el de insultarme; es un signo de lo más bonito, como se señala aquí y aquí, y por pura solidaridad estoy casi dispuesto a dejar de comer carnitas y pupusas de chicharrón; los actos premeditados e innecesarios de canibalismo no me parecen correctos.
Ya entrados en el tema, resulta que por el año en que nací (1959) soy jabalí (o cerdo) de tierra, que en esta página se describe así:

Este es un Jabalí pacífico, sensato y feliz, que puede tener el sentido común suficiente como para beneficiarse a sí mismo. El elemento Tierra le confiere su orientación productiva, y le gustará asumir responsabilidades financieras o actividades afines, y planear para su propio futuro.
Renombrado por su tenacidad y paciencia, se fijará despiadadamente un objetivo hasta que lo consiga. Su fuerza de voluntad le permitirá soportar tensiones y llevar cargas que excederían en mucho la capacidad de otros.
Tan consagrado a su trabajo como a su familia, el Jabalí de Tierra mostrará una diligencia y un impulso difíciles de sobrepasar, pero no será autoritario: se obligará a sí mismo, no a los demás.
Aunque puede ser corpulento dado lo mucho que le gustan la comida y la bebida, tiene la capacidad de no preocuparse demasiado por sus problemas. Sus ambiciones son razonables y no están más allá de su alcance. Por eso encontrará la seguridad y el éxito material que anhela.
Amigo bondadoso y considerado, socio de confianza y patrón benévolo, el Jabalí de Tierra evitará las zonas de conflicto y su rumbo en la vida será el de la tranquilidad y la armonía doméstica.

Curioso que las adulaciones vengan de los que intentan herirlo a uno... Prometo no creerme lo que me diga ese imbécil en especial (y algunos otros en general), así sean lisonjas tan baratas como sus insultos.

* * *

En la página Cuscatlán hay un error serio en la biografía del salvadoreño David Hernández. Dice aquí:

Ha ganado varios certamenes de literatura entre ellos el Premio Nacional Magisterial de Cuento en El Salvador en 1976; Premio Latinoamericano de Novela en 1990 con "Salvamuerte" en Costa Rica; Premio Nacional de Novela El Salvador Alfagura 2004 con "Berlín años guanacos".

Está bien lo de los premios, pero el de 1990 en Costa Rica no se lo ganó él, sino yo, con Los años marchitos, y él quedó como finalista, a menos que haya habidos dos premios latinoamericanos ese año (el Valle Inclán y otro) y que haya presentado la misma novela al mismo tiempo en dos concursos. Lo segundo pudo ser; lo primero, seguro que no. Creo que la gente de la página Cuscatlán deberían verificar con el autor para no cometer esos errores, porque no creo que Hernández sea capaz de adjudicarse algo que no sea suyo.
Según Amazon, Salvamuerte se publicó en San Salvador en 1993, bajo el sello de la UCA; según el Formulario de talentos salvadoreños en el exterior, en la misma editorial, pero en 1992. Y en una entrevista en El faro dice que ganó el certamen de novela de EDUCA en 1989, por lo que resulta raro que haya quedado como finalista en el Valle Inclán-EDUCA de 1990... No sólo es raro eso, sino que no la haya publicado EDUCA: una parte del encanto de ganarse ese premio era que la obra se publicaba con una rapidez a veces pasmosa, y era parte de las bases del premio. (La publicación, no la rapidez pasmosa.) Y ¿quién no quería ganarse el EDUCA? De El Salvador, en narrativa, lo obtuvieron por ejemplo Álvaro Menen Desleal (Revolución en el país que construyó un castillo de hadas) y Manlio Argueta (El valle de las hamacas). A mí me tocó la suerte de ganármelo dos veces, en 1984 y en 1990.
Por si hay dudas, pongo aquí el facsímil del acta del jurado, y le recomiendo a los periodistas que no le adjudiquen a Hernández cosas que no son de él, y a él le pediría que no se las creyera, porque puede equivocarse. Y no sólo a los periodistas salvadoreños, sino también a los alemanes: aquí dice que Salvamuerte ganó el premio centroamericano en 1990. Ya había hablado de ese premio aquí, y había puesto un trozo del acta, pero veamos el facsímil:



No es que los cerdos seamos especialmente sensibles a esas cosas de la vanidad de ganar premios, etcétera; nomás no nos gusta que digan que a otro le pasó lo que le pasó a uno.
A ver... David Hernández nació en 1955, o sea que es del signo de cabra:

La Cabra (u Oveja) es el signo más femenino del zodiaco chino. Es honrada y sincera, de modales retraídos e incluso tímida. Sus tendencias artísticas, su elegancia y capacidad creativa son los aspectos más positivos. Ser pesimista y el no poder manejar sus emociones, es su parte más negativa. Otro de sus defectos es que siempre se le va la mano en los gastos; es posible que un nativo extremo de este signo dilapide el dinero como si no fuera propio.
La Cabra puede ser comprensiva con los demás, no soporta la disciplina ni las criticas. Es de estados de ánimo cambiantes y para nada objetiva. Su aspecto exterior es tranquilo pero interiormente es muy firme y decidida. Entregada a una discusión seguramente nadie sabrá que le molesta pero sí habrá que soportarle su mala cara, que en la mayoría de los casos le da más resultado que cualquier improperio. El nativo de este signo es generoso, tanto con su tiempo como con su dinero.

Es bueno saberlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por el vínculo de tu blog al mío. Se aprecia el gesto. Web logs amigos y hermanos: me gusta eso.

blah dijo...

Yo tambien soy del año del cerdo/jabali. Puedo decir que hay cosas que si "pegan" en cuanto a lo que dice el texto sobre el horoscopo chino. Tambien es cierto que nosotros los cerditos...no nos gustan que "digan que a otro le pasó lo que le paso a uno". Despues de todo el credito es de uno..no del otro. Estoy de acuerdo contigo!!

Saludos

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Javier: Con todo gusto. Lo iba a hacer desde hace rato, pero se me olvidaba por estar escribiendo tonteras. Saludos a las mujeres.

Claudia: ¿Verdad que somos una ternura? Mi problema es que además soy leo con ascendente escorpio. No te lo recomiendo mucho. Hace poco me enteré de alguien que era el mismo signo y el mismo ascendente y nos la pasamos platicando muy bien.
Y pues por algo querrán los créditos de uno, y para algo les servirá. A mí, la verdad, lo que me dio fue un poco de dinero y el gusto de publicar en EDUCA. Era buena editorial y estaba bien acompañado.
Quizá lo injusto fue que me lo ganara dos veces. Pero ya conté que la culpa fue de mi papá, no mía.
A lo mejor por eso David Hernández no quiso darme la mano la única vez que lo he tenido más o menos cerca, como comenté aquí. Los errores de los periodistas a veces pueden avergonzarlo a uno.