15 de enero de 2007

Por esta vez

He recibido un mensaje de mi viejo amigo Anónimo (¿de quién más?) que por esta vez no sólo voy a dejar pasar, sino también a comentar para dejar claras algunas cosas, si acaso no lo estaban. El comentario se refiere al post Del amor y otras literaturas, y comienza citándome:

Para explicar un poco de lo que hablo, tengo mis escritores salvadoreños favoritos: en cuento, Edgar Allan Poe y Julio Cortázar; en poesía, T.S. Eliot, César Vallejo y Vicente Huidobro; en teatro, William Shakespeare, Tennessee Williams y algo de Albee; en novela, Fiodr Dostoyevski, Franza Kafka, una de Camus, todas las de Juan Rulfo (o sea una también), tres de José Saramago y cuatro de Gabriel García Márquez.

Hay una parte de la cita que se olvidó de transcribir, o que no le pareció importante o no cumplía con sus necesidades (si las tenía):

Y disfruto a otros escritores más cercanos en el tiempo y el espacio, como Salarrué, Álvaro Menen Desleal y Caperucita en la zona roja, de Manlio Argueta.
Hay otros, mucho más jóvenes, mucho más cercanos, a quienes veo crear cosas nuevas y únicas, que compartimos y las difrutamos los fines de semana mientras comemos pan dulce y tomamos coca cola de dieta. Así de simple. Algunos son adolescentes, otros andan en los límites de eso que llaman "edad mediana". Hay dos factores que nos unen: el amor a la literatura y la noción de que somos parte de un proceso en el cual nos tocó estar, como a otros les tocó estar en otros menesteres y otros procesos.

Y viene, desde luego, el comentario:

Le recomiendo mejore su redacción, para evitar críticas. Los escritores mencionados no son Salvadoreños. Aparte de esto, mi sugerencia es que deje el ego para evolucionar en el contenido de su blog. Le hace falta mucha humildad.

1. Las críticas, como ha quedado claro en este blog desde hace bastante rato, las acepto de mis amigos, de mis compañeros escritores y, básicamente, de quien me parezca. A críticos literarios (académicos, profesionales de eso) no reconozco a muchos. ¿Por qué? Porque es mi fuero. Si Anónimo quiere tomarse el tiempo de leer este blog se enterará de los motivos.
2. No voy a mejorar mi redacción para evitar críticas de alguien que escribe "Salvadoreños" con mayúscula en el contexto de la cita; es de kindergarten, y pasé ese nivel hace un tiempo. Y siempre está la solución radical: si no le gusta cómo redacto, hay otros blogs --millones, en muchos idiomas-- en los que puede encontrar mayor satisfacción. En éste se escribe acerca de lo que me parece y se redacta como me parece o como he aprendido a redactar.
3. Lamento (es un lamento retórico) que a algunos de los autores citados no los considere salvadoreños. Para mí, Dostoyevski, Poe, Salarrué, y otros "muchos más jóvenes, mucho más cercanos" son parte del mismo proceso, en el cual la nacionalidad es incidental. Anónimo puede pensar lo que quiera, y para declararlo a los cuatro vientos (o los que haya) puede crear su(s) propio(s) blog(s) y redactar como quiera, hablar de quien quiera y aceptar los comentarios que se le vengan en gana. Y hasta puede continuar siendo anónimo.
4. No puedo dejar mi ego para que este blog evolucione; dicen los psicólogos que es dañino. El riesgo es convertirse en un anónimo sin nada más que ofrecer que comentarios en blogs ajenos, y sólo se me ocurren algunas cosas más patéticas que ésa. No me gusta ser anónimo. Me gusta mi ego. Me gusta mi blog. Si este blog "evoluciona", bien; si no, que se extinga. Es simplemente un blog como tantos millones de blogs. Y, por encima de todo, no es un anónimo quien me va a decir cómo debo administrar mi autoestima o la falta de ella. Es una contradicción, y ésas sólo me gustan en la literatura.
5. Me hace falta "mucha humildad", y me alegro. Las peores ruindades las he visto de gente que presume de eso.
En otras palabras, para éste y otros anónimos: consíganse un oficio, ¿no? O usen la computadora para perder el tiempo de manera creativa. O no difundan su pobrediablismo con tanta consistencia e insistencia; de verdad que dan vergüenza ajena.
O háganlo; sin ustedes el ciberespacio no sería lo que es. No cambien. De verdad que los queremos mucho. Adiosito, ¿eh?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lamento desilusionarlo, no soy ese “anónimo” al cual usted se refiere; un simple lector que por una casualidad de la cibernia, encontro este sitio asi que baje la guardia y esconda la neurosis y desabilite el escudo de sentimiento de persecusión que ha mostrado al responder a la observación anteriormente elaborada.

Le menciono que el grave problema de nombrar a tantos escritores, ( como nombrar obispos ) es el mal común que muchos periodistas con pretenciones literarias, como las que usted ha mostrado en este blog, denotan falta de seguridad al no poder emular a sus contemporaneos, dicho sea de paso, he leído el comentario hecho acerca del contenido de un escrito de Roque Dalton ( contemporaneo y corretaneo nuestro ) y sin temor a equivocarme, usted esta peleando con una torre demasiado grande con una aguja que pretende derrumbarla, quizas sea un defecto propio de una persona carente de juicio propio que trata vanamente de lograr lo que otros superaron, al ser autenticos y sin miedos a ser ellos mismos. Agravio para usted, que no puede tan siquiera emular a su propio padre, ni superarlo en sus acciones, con un trabajo que dicho sea de paso no es para que usted lo posea, por que no lo ha ganado por meritos propios. Podra ser periodista, y sin embargo, todavia no llega al nivel de alcanzar las ilustres letras de otros que fueron en su momento historico, comprometidos a la realidad y comprometidos al grado de abandonar por un lado hasta sus propias vocaciones en aras del amor a las propias letras que ellos fundaron con piezas irrompibles que jamas la gente que hoy trata de resquebrajar en el marco de la lucha ideológica actual.
Menos mal que usted no ha tenido éxito en el intento ( INTENTO MEDIOCRE ) como escritor, por que de ser así, creo que denotaria neurosis en la exposición artistica, porque sería un éxito pasajero y desausiado, posiblemente aplaudido por lo que el dinero puede comprar, pero hasta alli, simplemente serían restos carcomidos y un desperdicio ecológico al gastarse tanto papel para promover textos suyos que no serían persederos como las letras de gigantes tales como otros que sin tanto decir mucho pero con gran ingenio han logrado mantenerse historicos en el tiempo, como viajeros inmortales por sus propias obras.

Por eso, debe mejorar su manera de escribir, quizas le sea beneficioso tener experiencias propias para lograr escribir acerca de su vida y no de lo que posiblemente otros han vivido, y que usted como tantos otros, dicen conocieron.
Es efimero levantarse cada día y no vivirla como la vivieron otros, por eso, usted no puede emular a nadie. Para esto usted necesita superarse y destrozar con valentia y de forma honesta lo que no puede ser y pretende ha sido, cuando no lo es. Siento mucho decircelo, pero usted terminara frustrado por su propia falta de experiencia en el campo literario que es en si, la captación y la expresión de lo – propio – para darle vida al arte. Tomelo por el lado bueno, si usted ha comenzado a escribir, para lograr algo, debe replantearse el camino del proceso que ha tomado. Por hoy, parece que no encuentra el punto de partida. Lo catalogare como cronista.

El orgullo es un elemento positivo, el ego lo es igual, pero al igual creer que se puede volar con las alas de verdaderas aguilas, y con plumas prestadas es realmente una perdida de tiempo, un desperdicio que le regalo de la tierra. Que lástima que las manos obreras tengan que darle que comer, y sostener personajes como usted. Rimbaud a los 17 años ya había viajado muchas millas, podía entonces relatarle de muchas maneras las aventuras y las cosas que usted ni siquiera ha planteado, por que carece de esos elementos que solo la experiencia y la vivencia, y lo mismo Roque Dalton y tantos otros que han dejado la huella impercedera actuando de forma dentro de sus propias limitaciones y sus propios contextos historicos, pero con experiencias realmente enriquecedoras, de las que usted no podra jamas tener. Eso no se repite, eso es solo para los audaces y los elegidos.

Su blog me servirá para llevar a cabo un ensayo psicológico, para futuros estudios que puedan servirle enormemente a otros en el campo del arte y la literatura. No lo molestare de nuevo. Me tomare el espacio de mi preciado tiempo para dejarle un comentario escueto en el reciente escrito sobre el “manual del transa”.

Muchas gracias por su respuesta.

Pd. perdone las faltas ortograficas, el español sigue siendo mi debilidad, tenga usted la bondad de corregir este sencillo y ameno texto y tomelo por el lado amable, se lo agradecera un coterraneo que tambien puede sea, una mano sabia.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

¡Ese comentario es una maravilla! No pude desecharlo, la verdad.
Hace un par de días comentábamos con Aldebarán acerca de los trolls en los grupos de discusión, y de cómo en los blogs han encontrado el paraíso. Me puse a buscar informacióm acerca de ellos (de ti) y encontré, Wikipedia mediante, varios artículos interesantes, uno de ellos con una clasificación bien minuciosa. Se puede hallar aquí.
Créeme: allí estás, y otros que, como tú, buscan algo que no encontrarán nunca, porque seguro no se lo han ganado.
Y, sí, eres el mismo Anónimo de siempre. A lo sumo cambiará tu nombre y tu apellido.

And remember: "Don't feed the troll."
Chaíto.

Unknown dijo...

que tal, que intenso el tipo, raro que si algo te parece que no vale la pena, te moleste tanto y te tomés tanto tiempo para analizarlo y elaborar todo un manifieso al respecto, pero igual que bien, que hagan uso de su derecho a expresarse.
Solo por no dejar, hay una frase que alguna vez escuché de mi profe de sociología, y me parece bastante adhoc:
"la envidia es la expresión bastarda de la admiración", y al que le quede el saco que se lo ponga.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Fíjate que me da la tentación de decir: "Cómo se gastan tiempo y esfuerzos en escribir idioteces", pero el asunto me parece más básico: cómo son capaces de vivir gracias a que las vidas ajenas son lo que no son las suyas. Para bien o para mal, porque estoy seguro de que el/la anónimo/a en cuestión cree en todo lo que dice; hace falta creer en algo para tener toda esa cantidad de juicios morales contra alguien que no le ha hecho nada.
Y lo de siempre: el tipo (o la tipa) habla de lo que sería la vida para él (o ella) si tuviera mi vida. Y a mí me parece que mi vida está bien; obviamente la suya debe ser patética incluso para sí mismo/a, o se dedicaría a escribir en el idioma que fuera. Léete el link que puse acerca de los trolls; vale cada byte.
Ya actualicé el link a tu página, por cierto.

Anónimo dijo...

Por si este Troll no sabe inglés aqui dejo un link de wikipedia, en español:
http://es.wikipedia.org/wiki/Troll_(Internet)

Anónimo dijo...

Trolls en blogs, en foros, en correo electronico, en la vida real.

Fantasticos comentarios.

Saludos y exitos!

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Viajero: Gracias por escribir. Que la Fuerza te acompañe.