30 de enero de 2007

Ahora sí me tocó

Hacía algún tiempo que no hacían una reseña crítica de un libro mío, y me tocó a manos de Margarita Carrera (no la conozco), de Prensa libre, de Guatemala. Se puede encontrar aquí. Es una crítica "con enfoque de género", por lo que leo, y hasta dice que la mía "es una manera de escribir de los machos a lo Marco Antonio Flores".
Quisiera sentirme ofendido, pero Marco Antonio es un maestro en eso de la escritura y, aunque no lo conozco mucho en lo personal, vi que su relación con las compañeras de La Casa fue de lo más correcta; Aniuxa y Vilma podrán dar testimonio. Quizá su imagen de comegente y sus personajes "esperpénticos" --para usar las palabras de Carrera-- nublan un poco el juicio con respecto a él: pocas personas pueden ser objetivas (es decir: ver al Marco Antonio de verdad) cuando se habla de y con él. Espero que no pase lo mismo conmigo, y que las fotos mías que han aparecido en este y otros blogs en los últimos días (en especial la de las flores) sirvan para algo. O que pase, qué diablos; para eso "uno sólo es lo que es y anda siempre con lo puesto". (La frase es de Serrat, claro.)
Agradezco de corazón la reseña. Me parece que ve cosas interesantes y une cabos que no se me había ocurrido unir. La reproduzco:

REVELACIONES
“Cualquier forma de morir”
Por: Margarita Carrera

Nítidamente publicada por F&G Editores, “Cualquier forma de morir”, de Rafael Menjívar Ochoa, no descarta el influjo de “La vida del Buscón llamado don Pablos”, novela picaresca de Quevedo. Porque la obra de Menjívar se adentra en la zona del humor negro que nos lleva a los abismos de la mente masculina misógina.
Sólo que en “Cualquier forma de morir”, la violencia es mayúscula y el ingenio, aún más cruel. Por algo en el epígrafe se cita a Hugo Lindo: “Somos la bestia en su guarida...”. La cárcel es el lugar principal en donde se maquinan asesinatos llamados suicidios de esta novela amarga.
Las mujeres casi no aparecen, y si se las menciona es de manera despectiva: –“Mi hermana era puta, pero sólo yo lo digo–, gritó el Ciego detrás de mí”, cuenta el protagonista que narra en primera persona: “...Estaba acusado de matar a la mujer a cuchilladas y eso no me iba a ayudar. Yo no la había matado, pero allí estaba la confesión, con firma y todo. (Luego, la ironía): Hay gente que se toma en serio las confesiones firmadas”.
“Todo el mundo se suicidó ese año. Morirse se puso de moda. Hay épocas así. No es que la gente hiciera cola para saltar de los edificios, pero la cosecha fue buena... Igual terminé suicidado, pero pudo ser peor.”
Hasta uno que encontraron con un tiro en la nuca, fue considerado suicida. Personaje central es el primo del protagonista: era imbécil, pero imbécil malvado que violaba a sus parientes niños, niñas y adolescentes.
También un enfermo que mataba sin remordimiento. La abuela le perdonaba todo: “Que haya abusado de una legión de primos estaba bien; era parte del folclore familiar...”.
Por fin lo mata el protagonista, cuando ya murió la abuela: “Sin la abuela cerca se hubiera pasado jodiéndole la vida a toda la familia por los siglos de los siglos. Era un problema de salud pública, y a mí me tocó ser el cirujano...”.
Como otras descripciones de los personajes, la del Sapo raya en lo esperpéntico: “Los tatuajes se le movían en los brazos y la espalda como bailarinas de burdel malo”.
La muerte es sin duda la principal fuerza que mueve la novela. Muertes ridículas, como la de la madre del protagonista que, sonriente, “se quedó parada frente al autobús...” Santiago Celis, otro personaje infame: “tenía colmillos afilados, con todo y su sonrisa de vedette sin futuro”. Algo que trae a la mente las descripciones de los personajes de Valle Inclán en “Tirano Banderas”.
Personajes “esperpentos”. Descripciones sagaces. “De todas las formas de morir que existen, la que aplicaba el Sapo era la más decente. Nada de gritos, nada de angustias, nada de nada. Uno hasta podía seguir sonriendo a la hora de llegar con San Pedro o con quien fuera...”.
Muertes van, muertes vienen: suicidios-asesinatos. Tarde o temprano a todos les llega la hora, aunque imaginen la muerte en un futuro inexistente; aunque ésta se encuentre a la vuelta de la esquina.
Por algo en la contraportada se habla de un “violento humor negro”. Es una manera de escribir de los machos a lo Marco Antonio Flores.
Excelente uso del lenguaje. Tremendismo. Salvajes y acertados retratos de los asesinos más depravados. Nada agradable.
“Cualquier forma de morir” fue presentada el 24 en Sophos.
Excelente edición de F&G. 115 páginas.

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¡Paren prensas! ¡Sí conozco a Margarita Carrera! La busqué en Google y aquí encontré su foto. Una persona particularmente inteligente y agradable, con un humor bastante fino y una mirada que lo atraviesa a uno sin que uno se sienta incómodo. Estuvo en la discusión en la Feria del Libro (FILCEN) de agosto del año pasado, en Guatemala, cuando estuve en una mesa en la que me porté especialmente impolítico. Algo se habla aquí. Después del show, tuvimos una plática interesante acerca de si hay o no una literatura centroamericana o una literatura nacional. Creo que me gané el reglazo en la mano, por andar de bocón, pero cómo se le ocurre a la otra señora decirme que soy un escritor neoliberal porque no me molesta que no haya mujeres en una mesa sobre literatura... Lo que pasó fue que las compañeras no habían llegado, y yo qué culpa. (Y yo qué menso, también.)
En fin.

7 comentarios:

Unknown dijo...

pues mirá que se oye gracioso lo de misógino, jajaja, pero bueno, hay que ver qué fue lo que dijiste y sobre todo, cómo lo dijiste, por experiencia te digo que la people siempre mal interpreta las cosas.
En cuanto a lo de Marco Antonio Flores,a mí el tipo me pareció agradable, digo por lo poco que pude hablar con él, pero total, a estas alturas lo que importa es el trabajo y no buscarle tres pies al gato. En fin, felicidades por el artículo, al menos eso demuestra que estás haciendo ruido.
Saluditos.

Unknown dijo...

Fijate que leí su crítica, y no me pareció mala. Al contrario. Pienso que ella cree, sin llegar a decirlo, que tenés una muy buena creación de personajes. Tu humor, pues es el humor que les querés dar, y eso es lo valioso, que lo lográs. Y al final, pues sí recomienda el libro. El libro ha sido una sensación en Guatemala. Creo que en alguna entrevista, en alguna de las radios a que te acompañamos Denise y yo, uno de los entrevistadores te llamó "el personaje cultural de la semana", te acordás? Y bueno, pienso que Margarita Carrera no hizo más que convalidarlo. Yo tampoco la conozco, pero coincido contigo por lo que he escuchado de ella.

Denise Phé-Funchal dijo...

Ahhhh el enfoque de género, en realidad no se me había pasado por la cabeza, digo para el tipo de personajes que manejás es normal ese tipo de consideraciones sobre las mujeres, yo que os conozco sé que son los personajes los que hablan y actúan, lo que tienen su propio pasado, pero en fin, igual congrats por el artículo :)

Nancy dijo...

Ah....y bueno pues que decir, nada màs que felicidades por ese "ingenio aùn màs cruel.."

Unknown dijo...

Otra vez me equivoqué de usuario al postear...

Unknown dijo...

debo confesar que odio al primo imbecil violador, lo odio, desearia que no hubiese muerto para matarlo yo, con mis propias manos..jaja


Y bueno, cualquier forma de morir es casi como la vida: todos vamos hacia la muerte.

Ojala me toque la muerte pasiva.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Sandra: Marco Antonio es como todos: según lo busques, así lo encuentras. Me parece más bien alguien muy triste, y le gusta platicar.

Vanessa: No, la crítica no es mala. Me parece que la señora no está muy en la onda de la novela negra; dentro de ese universo, la mía es bien divertida. (Deberías leer un par de las otras...)

Denise: Los personajes "duros" no se enamoran, punto. Y pues es parte de ese mundo. El que tiene unos personajes duros que cuando se enamoran son un desastre es Jim Thompson, mi maestrísimo. Tipos que se la saben todo y que son capaces de hacer la idiotez que se te ocurra porque una mujer se lo pidió.

Nancy: Gracias siempre.

Dandelion: Eso que dices me gusta; quiere decir que el personaje está bien armado. Cuando escribí la escena de la muerte del primo me pasé un muy buen rato botado de risa, y cada vez que volvía me daba otro. Matar a alguien por hacer trampa con cinco frijoles en el póker es divertido si se le busca el lado.
Y, sí, podrías matarlo. Está basado en una persona de lo más real, aunque no era tan verdoso como el de la novela.