Pocas fotos, ego trip y columna
Casi no salí del cuarto hoy; he estado un poco malo de la panza y con un sueño del carajo. Salí por la mañana por medicinas y a conocer a la gente de la librería Ombres Blanches, donde será la presentación de mi libro, y luego a comprar algunos discos y cuadernos. Apenas tomé algunas fotos de la misma calle, que pongo a continuación.
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La que sabe, sabe. La fotógrafa Ángela Mejías me estuvo mandando un montón de las fotos que me tomó en Biarritz, y dice que aún faltan. Pongo algunas, haciendo constar que la que más me gusta es la última, sin detrimento de las demás.
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La columna de Centroamérica 21 está en este link.
Los blogs, o el ejercicio de la ciudadanía
Rafael Menjívar Ochoa
Los medios de comunicación de El Salvador han dedicado, últimamente, espacios a los blogs, sus contenidos y posibles alcances. En el mejor de los casos, hay una evidente incomprensión del fenómeno y de la herramienta misma, y el temor, asimismo evidente, de que “eso”, lo desconocido, se salga de unos cauces que nunca tuvo.
Lo primero que debe tenerse claro es que un blog no se ajusta a cualquier definición que podamos dar, y al mismo tiempo es todas ellas, o puede serlo.
Según la particular etimología de internet, se trata de un “web log”, una bitácora o un registro en forma de página web. Habrá detalles técnicos de los que no vale la pena hablar; baste con decir que el “web log” incluye una programación predefinida que permite que el usuario sólo tenga que escribir, poner archivos y hacer algunas cosas de diseño sin tomarse demasiadas molestias. Y son gratuitos.
¿Qué registran esas “bitácoras”? Cualquier cosa, y ése es su encanto. Hay blogs –quizá la mayoría– de gente que habla de sí misma y sus amigos, otros dedicados a temas como calcetines estampados, las grabaciones de Elis Regina, curiosidades acerca –y sólo– de gatos, piratería, pornografía, política, ecología... Cualquier cosa que alguna vez haya interesado a alguien se encontrará entre los millones de blogs que pueblan ese planeta virtual, sin embargo tan concreto, que es internet.
Algo más importante: los blogs tienden a ser parte de pequeñas redes de comunicación entre personas interesadas en ciertos modos de ver la vida. Cada una a su vez puede formar parte de otras pequeñas redes que en algún punto se topan, hasta formar complejos entramados.
Otro punto fundamental es que en los blogs puede encontrarse las críticas más severas y razonadas –están asimismo las irracionales y fútiles– a los medios de comunicación. Los blogs no tienen los alcances de un periódico –el simple acceso a internet ya es una barrera–, pero pueden ser centros de discusión incómoda.
Un aspecto que desconcierta a los medios es el anonimato, o el relativo anonimato que significa el uso de un pseudónimo. Es cierto que a veces se ejerce a veces para insultar calumniar o agredir sin temor a consecuencias personales, profesionales y legales; es el lado amargo de los blogs. También hay personas que no desean que se conozcan sus nombres por un asunto de timidez –el motivo más elemental y poderoso–, y otras que trabajan en temas sensibles, como derechos humanos y política, que prefieren que no se les identifique con opiniones que pondrían su trabajo en riesgo. (Todo lo que uno dice, desde siempre, puede usarse en su contra.)
Hay quienes hablan de “regular” los blogs, ponerles límites, trazarles cauces, y los medios les dan especial apoyo. La palabra “incontrolable” es la clave: los blogs son espacios para ejercer la ciudadanía que no se encuentran fuera del “mundo virtual”, pero que influyen en el “mundo real”. Quizá el sistema salvadoreño –estado, gobierno, empresas privadas, partidos, medios de comunicación– no estén preparados, pero los ciudadanos sí, y es lo que importa.
Otro punto fundamental es que en los blogs puede encontrarse las críticas más severas y razonadas –están asimismo las irracionales y fútiles– a los medios de comunicación. Los blogs no tienen los alcances de un periódico –el simple acceso a internet ya es una barrera–, pero pueden ser centros de discusión incómoda.
Un aspecto que desconcierta a los medios es el anonimato, o el relativo anonimato que significa el uso de un pseudónimo. Es cierto que a veces se ejerce a veces para insultar calumniar o agredir sin temor a consecuencias personales, profesionales y legales; es el lado amargo de los blogs. También hay personas que no desean que se conozcan sus nombres por un asunto de timidez –el motivo más elemental y poderoso–, y otras que trabajan en temas sensibles, como derechos humanos y política, que prefieren que no se les identifique con opiniones que pondrían su trabajo en riesgo. (Todo lo que uno dice, desde siempre, puede usarse en su contra.)
Hay quienes hablan de “regular” los blogs, ponerles límites, trazarles cauces, y los medios les dan especial apoyo. La palabra “incontrolable” es la clave: los blogs son espacios para ejercer la ciudadanía que no se encuentran fuera del “mundo virtual”, pero que influyen en el “mundo real”. Quizá el sistema salvadoreño –estado, gobierno, empresas privadas, partidos, medios de comunicación– no estén preparados, pero los ciudadanos sí, y es lo que importa.
3 comentarios:
«Hay quienes hablan de “regular” los blogs, ponerles límites, trazarles cauces, y los medios les dan especial apoyo.»
Quienes así hablan, revelan dos cosas de sí mismos:
(1) Su absoluta ignorancia respecto a la internet.
(2) Sus atávicos instintos de control y de miedo a su prójimo.
Pobres miserables, ellos.
Otra en la que extrañamente estamos de acuerdo. Lo más jodido es que muchos de esos intento de "control" vienen de la misma blogosfera, o mira lo que pasa hacia mí y hacia este blog: calumnias --que estoy a sueldo de todo el mundo, cuando sólo vivo de mi salario--, agresiones a mi familia y a la gente cercana, meterme en teorías conspirtivas de lo más disparadas o bobas, etcétera. La onda es: o piensas como nosotros y dices lo que queremos o no te vamos a dejar en paz, hasta que revientes. Y si no me reventaron a balazos, menos será a palabras.
Con lo que supuestamente pasó con El Trompudo, que no termino de creérmelo --demasiado conveniente, y las cosas no funcionan así--, me han acusado de hacer ataques que no tengo ni idea de cómo se hacen, y que no tendría el hígado de hacer. Dicen que tengo no sé cuántos blogs --son tres, uno de ellos abandonado por ahora; nunca sabes cuándo habrá que ponerle más material--, por debajo del agua andan en el plan de que puedo provocarle daño físico a los lectores a través de la detección de IPs.
Lo chistoso es que, francamente, me vale madre lo que pase en esos blogs. Con lo de El TRompudo sentí alivio de que pararan de decir dislates durante un rato. Mi esperanza era que, en un principio, controlaran el acceso, no aceptaran anónimos y poco después volvieran a abrirse con el mismo discurso. Pero ya ves. Mi esposa --que apenas tiene tiempo y energías para hacer lo que de por sí hace-- resultó parte de un gtrupo de blogs que ni sabíamos que existía, y el hecho de que haya puesto "misión cumplida" como un modo de decirles a las personas que habían pedido la publicación de un comentario lo toman como... no sé... como lo que sea, onda "Ordene, comandante", una frase que les encanta a los mediocres y pobres diablos sin personalidad propia. Igual las agresiones a Carlos Ábrego por tomarse una foto conmigo --y tengo más con otras personas-- son espeluznantes.
La pregunta es: ¿ese tipo de gente es la que jala la izquierda actual? Eso no es izquierda: son grupos de choque que no tienen contra quién chocar, y se pescan de chivos expiatorios para apoyar sus imbecilidades, dar lástima y jalar gente. Además, ¿quién carajo soy yo para resultrle peligroso a alguien? A lo mucho les corregiré la ortografía y la redacción, que son pésimas, y su estructura errática.
En una de ésas dijeron que yo atacaba a Frankie Flores. ¿Y a mí qué me importa Frankie Flores? Sí, sé quién es, y sigo sin saber por qué deba importarle. Que agredo a Mauricio Funes. ¿Y por qué iba a hacer algo así? Que estoy temblando de miedo porque Funes va a ganar en 2009. La verdad, si gana, voy a respirar aliviado por él, y sentiré temor por lo que le va a tocar hacer para pagar la candidatura; la dirigencia del FMLN se lo va a cobrar. A ésa es a la que le tengo miedo: hay varios que son legítimamente estúpidos. No me preocupa que sean de izquierda, sino que sean estúpidos. ¿Que ARENA gane? No sé. Sería un buen momento para que perdiera y se replanteara su proyecto de país, no sólo de cómo usar el país en favor de un sector bien chiquito. Pero no creo que pierda, y ojalá me equivoque; la "izquierda" se la está poniendo em bamdeja.
Allí está el intento más cercano de "controlar" los blogs. Y bueno, sic transit gloria trompudis: si no están en una esquina provocando a quien pasa y tocándoles las nalgas a las muchachas, publicando fotos llenas de caca, no hay modo de que les hagan caso. Pero ellos son el pueblo, ¿no?, nuestros representantes desde Canadá y Estados Unidos, con buenos salarios y sin pinche idea de cómo funciona la cosa. El puro pueblo. Los gtrandes guías que necesitábamos para ver las cosass claramente. Un tipo que firma Tepezcuintly y otro ue firma El Cuche diciéndoe lo que debp hacer.
Que se vayan al carajo. Ellos que vean cómo cobran un sueldo por hacer algo para beneficio de la gente de los países en que viven --porque son servidores públicos-- y, con ese sueldo, se la pasan hablando tonteras, en lugar de cumplir. Qué inteligentes, ¿no? Viven del erario y acusan a los corruptos. Si alguien hará que Funes no funcione, si es que no funciona, es gente como ellos.
Amén.
Me gustó la columna :)
Y las fotos
:D
(Ando con sueño... pero expresiva)
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