Business as (un)usual
Semana de trabajo y más trabajo, además de escribir y más escribir.
Ya tengo una parte del material "en bruto" (¿y cómo más podría ser?) de lo que estoy escribiendo en el cuaderno de Denise (un verdadero "Denisekhine"), pero empecé a ponerme repetitivo y a perder el rumbo después de unas ochenta o noventa páginas a mano, con mi --ejem-- Parker 45. Así que ayer comencé a pasar en limpio lo que va, en la compu (no, no en la Vaio verde; veo que estoy lleno de fetiches), para ver qué me está pidiendo el texto. Y me doy cuenta de que lo que he escrito en el último mes es apenas el hilo conductor de algo más amplio. Por lo que intuyo, habrá que insertar cosas aquí y allá, contrapuntos, en la intención de fijar causas y efectos y más hilos conductores. Creí que llevaba una estructura lineal, pero voy a tener que empezar a dar brincos temporales como los que tanto me gustan, a veces saltos de treinta o cuarenta años de un párrafo a otro, para que el asunto tenga sentido. (Algo así hice en Tiempos de locura, pero la intención era radicalmente otra.)
Lo mejor es que aquí, en este blog, están muchos de los materiales que van a "contrapuntear" la historia principal. De algo sirve llevar un diario personal, que muy pocas veces llevé. (Para mí este blog no ha dejado de ser un diario personal; si alguien piensa que es más que eso, su libre derecho y que haga el suyo con la idea que mejor le parezca.) O sea que voy a ordenar los materiales del blog en un archivo de texto y habrá partes con las que haga copy/paste y luego ajustes de estilo, ampliaciones, etcétera. Lo que veo es que son ya más de 400 posts, y me llevará un rato seleccionar qué materiales sí y qué materiales no.
He aprovechado que sigo siendo escritor en Wikipedia --retiraron la consulta de borrado-- para escribir allí algunos artículos y colaborar en otros. Podré hacerlo nada más lunes y martes, días de mi descanso, aunque chamba no falta para esos días. Hay una comunidad pequeña pero interesante de wikipedistas salvadoreños que trabajan en un portal referido al país, y hay todo un proyecto para armar una historia nacional, con sus cosas y gentes. A paso de hormiga, desde luego. Hay discusiones constantes y a veces fuertes, pero hay discusiones, y se resuelven democráticamente, por votación o consenso, como es el carácter de Wikipedia. Si algo falla, están los bibliotecarios, el equivalente a un consejo de ancianos, que decide lo que parece correcto para la comunidad y, sobre todo, para la historia.
Conocí la Wikipedia, o más bien lo que significa, porque la había visto desde antes, hace más de tres años, casi cuatro, en la oficina del siempre querido y siempre extrañado Ernesto Richter, cuando él dirigía el programa Escuela 10 del Ministerio de Educación, y yo era coordinador de letras. Estábamos en edificios anexos, y a veces lo visitaba por las tardes, cuando él iba de salida y yo trabajaba horas extra en los proyectos para La Casa del Escritor. Me sorprendió que quien fuera, absolutamente quien fuera, pudiera llegar y escribir un artículo, y que cualquiera pudiera modificarlo. Me pareció que era terreno para abusos, como a veces lo es, pero a la larga lo que se ha formado es un comunidad sensatamente regida y jerarquizada, que cuida una obra que es, literalmente, de todo el mundo. Ese mismo día me puse a jugar un rato, modificando algunos artículos, precisando otros, ampliando otros, de manera anónima, porque no sabía que uno podía registrarse con tanta facilidad. Luego me registré con un nombre y una clave que he olvidado, luego con otros, y hace unos meses puse mi nombre y apellidos. Ahora estoy aprovechando los ratos libres para trabajar en algunos artículos sobre temas que más o menos conozco (hay materiales de Tiempos de locura que no usé, y de allí derivan otros varios) y, en fin, contento.
Contento también porque, después de tantos años, hoy por fin supe quiénes son los inventores o posibles inventores del clip para papeles, que para mi gusto es una de las genialidades de la humanidad, más incluso que la hamburguesa doble con queso amarillo y la pizza mexicana (queso oaxaca, mole negro, aguacate y rebanadas de tomate; a veces le ponen jalapeños, que me parece un exceso). Copio la nota de La Prensa Gráfica:
También he estado trabajando música ("musiquita", para no herir sensibilidades) para el corto que está en edición, y también para una comedia romántica que escribió Rebeca Torres. La semana próxima comienzo precisamente en la edición del corto. Había ya una estructura bien pensada, pero la escena del sábado pasado salió tan bien que quizá haya que modificarla. Ya veré. Y hacer más... uh... musiquita.
Hoy cumple 15 años mi sobrina Silvana, hija de mi hermana Lorena, así que esta noche no cuenten conmigo (si es que pensaban en contar conmigo). Como esa parte de mi familia es un club de abstemios empedernidos (igual que yo), espero que no me ponga muy loco con el agua de limón o de horchata; se han visto cosas graves bajo su influencia.
Ya tengo una parte del material "en bruto" (¿y cómo más podría ser?) de lo que estoy escribiendo en el cuaderno de Denise (un verdadero "Denisekhine"), pero empecé a ponerme repetitivo y a perder el rumbo después de unas ochenta o noventa páginas a mano, con mi --ejem-- Parker 45. Así que ayer comencé a pasar en limpio lo que va, en la compu (no, no en la Vaio verde; veo que estoy lleno de fetiches), para ver qué me está pidiendo el texto. Y me doy cuenta de que lo que he escrito en el último mes es apenas el hilo conductor de algo más amplio. Por lo que intuyo, habrá que insertar cosas aquí y allá, contrapuntos, en la intención de fijar causas y efectos y más hilos conductores. Creí que llevaba una estructura lineal, pero voy a tener que empezar a dar brincos temporales como los que tanto me gustan, a veces saltos de treinta o cuarenta años de un párrafo a otro, para que el asunto tenga sentido. (Algo así hice en Tiempos de locura, pero la intención era radicalmente otra.)
Lo mejor es que aquí, en este blog, están muchos de los materiales que van a "contrapuntear" la historia principal. De algo sirve llevar un diario personal, que muy pocas veces llevé. (Para mí este blog no ha dejado de ser un diario personal; si alguien piensa que es más que eso, su libre derecho y que haga el suyo con la idea que mejor le parezca.) O sea que voy a ordenar los materiales del blog en un archivo de texto y habrá partes con las que haga copy/paste y luego ajustes de estilo, ampliaciones, etcétera. Lo que veo es que son ya más de 400 posts, y me llevará un rato seleccionar qué materiales sí y qué materiales no.
He aprovechado que sigo siendo escritor en Wikipedia --retiraron la consulta de borrado-- para escribir allí algunos artículos y colaborar en otros. Podré hacerlo nada más lunes y martes, días de mi descanso, aunque chamba no falta para esos días. Hay una comunidad pequeña pero interesante de wikipedistas salvadoreños que trabajan en un portal referido al país, y hay todo un proyecto para armar una historia nacional, con sus cosas y gentes. A paso de hormiga, desde luego. Hay discusiones constantes y a veces fuertes, pero hay discusiones, y se resuelven democráticamente, por votación o consenso, como es el carácter de Wikipedia. Si algo falla, están los bibliotecarios, el equivalente a un consejo de ancianos, que decide lo que parece correcto para la comunidad y, sobre todo, para la historia.
Conocí la Wikipedia, o más bien lo que significa, porque la había visto desde antes, hace más de tres años, casi cuatro, en la oficina del siempre querido y siempre extrañado Ernesto Richter, cuando él dirigía el programa Escuela 10 del Ministerio de Educación, y yo era coordinador de letras. Estábamos en edificios anexos, y a veces lo visitaba por las tardes, cuando él iba de salida y yo trabajaba horas extra en los proyectos para La Casa del Escritor. Me sorprendió que quien fuera, absolutamente quien fuera, pudiera llegar y escribir un artículo, y que cualquiera pudiera modificarlo. Me pareció que era terreno para abusos, como a veces lo es, pero a la larga lo que se ha formado es un comunidad sensatamente regida y jerarquizada, que cuida una obra que es, literalmente, de todo el mundo. Ese mismo día me puse a jugar un rato, modificando algunos artículos, precisando otros, ampliando otros, de manera anónima, porque no sabía que uno podía registrarse con tanta facilidad. Luego me registré con un nombre y una clave que he olvidado, luego con otros, y hace unos meses puse mi nombre y apellidos. Ahora estoy aprovechando los ratos libres para trabajar en algunos artículos sobre temas que más o menos conozco (hay materiales de Tiempos de locura que no usé, y de allí derivan otros varios) y, en fin, contento.
Contento también porque, después de tantos años, hoy por fin supe quiénes son los inventores o posibles inventores del clip para papeles, que para mi gusto es una de las genialidades de la humanidad, más incluso que la hamburguesa doble con queso amarillo y la pizza mexicana (queso oaxaca, mole negro, aguacate y rebanadas de tomate; a veces le ponen jalapeños, que me parece un exceso). Copio la nota de La Prensa Gráfica:
Los estadounidenses Cornelius J. Brosnan y Samuel F. Bay, en 1867, fueron los primeros en patentar la idea de un clip para papel, al que se llamó “Konaclip”. Sin embargo, fue Gem Manufacturing Ltd., de Inglaterra, la empresa que diseñó y sacó al mercado el clip con la forma tradicional de dos óvalos que se utiliza actualmente, a finales del siglo antepasado. Actualmente se encuentran de diversas formas y tamaños.
Al principio, estos instrumentos eran utilizados para sostener trozos de tela, pero cuando se obtuvo la patente se reconoció que también podían utilizarse para sujetar papel.
En Noruega también aseguran tener al inventor del clip: Johann Valer. Él era estudiante de electrónica, matemáticas y ciencias en 1899. Incluso le han dedicado el monumento de un clip gigante en la ciudad de Oslo, erigido en 1989, un centenario después.
También he estado trabajando música ("musiquita", para no herir sensibilidades) para el corto que está en edición, y también para una comedia romántica que escribió Rebeca Torres. La semana próxima comienzo precisamente en la edición del corto. Había ya una estructura bien pensada, pero la escena del sábado pasado salió tan bien que quizá haya que modificarla. Ya veré. Y hacer más... uh... musiquita.
Hoy cumple 15 años mi sobrina Silvana, hija de mi hermana Lorena, así que esta noche no cuenten conmigo (si es que pensaban en contar conmigo). Como esa parte de mi familia es un club de abstemios empedernidos (igual que yo), espero que no me ponga muy loco con el agua de limón o de horchata; se han visto cosas graves bajo su influencia.
3 comentarios:
¡De veras que wikipedia es otro mundo!
Que las cosas pasen a paso hormiga no significa nada! Estoy en contra de ese lenguaje peyorativo!!! jijiji... Yo estoy escribiendo en mi agenda en la oficina, es raro, porque lo que escribo hoy lo estoy escribiendo en los primeros días de enero y esa onda se me hace medio cuántica... Saludos!!!!!!!
No es peyorativo, al contrario: indica paciencia, persistencia y, a pesar de los zánganos, resultados.
Bueno, a veces he escrito en agendas de años anteriores... Se ubica uno mejor, digo yo...
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