25 de marzo de 2007

Fotos de un álbum de la abuela


Encontré un álbum de fotos de la abuela Mina y pongo algunas por aquí.
La de arriba está fechada en septiembre de 1959, pero en la parte de atrás hay una anotación en la letra de mi madre que dice que fue tomada el 19 de agosto, dos días después de mi nacimiento. En foto de al lado hay una anotación, en la esquina superior derecha, en la misma letra, que dice que tengo 22 meses.
Uno no tendría por qué acordarse de fechas tan tempranas --o lejanas, según desde donde se vea--, pero recuerdo cosas de ese día. (Del otro no. Como verán estaba dormido, y apenas abrí los ojos a los quince días. Y me sigue costando.)
Estábamos en el Parque Infantil y mi madre llevaba un paraguas. Yo necesitaba con urgencia saber si el paraguas cabía en los agujeros cuadrados. Lo que no entendía era por qué el señor que estaba junto a mi madre, con unos lentes de aro negro y grueso y un traje que le quedaba como si fuera espantapájaros, estaba tan ansioso, siguiéndome por todos lados, viéndome como si quisiera comerme. Sabía que me iba a tomar una foto, y detestaba las fotos (aún me pasa); lo que no entendía era cuáles eran sus ansias y las de mi madre. Uno apachurra el botoncito y listo. Obviamente el fotógrafo era bueno. Mi madre cada cierto tiempo contrataba a uno para que nos tomara fotos en ocasiones que aún no sé definir, además de cumpleaños y esas cosas. Quizá nada más eran ganas de que nos tomaran fotos.
Ese día, después de la foto, mi madre me regañó: la sombrilla en efecto cupo, pero quedó del otro lado de la malla. Hubo que dar una laaaaaarga caminata para recuperarla. (Debieron ser unos metros, pero ¿qué esperaban con unas piernas tan cortas?)
Y la foto de abajo está tomada después de mi primera comunión, el día en que decidí que lo de la religión no era para mí, como conté en alguna ocasión. Tenía siete años, así que mi primo Quique Rodríguez (el de la derecha) tenía nueve, René Pérez Menjívar (el de la izquierda) como 11, mi prima Sonia (su hermana) 14 y María Eugenia Vargas, hija del médico familiar, Jorge Vargas, unos 15. Me cuentan que María Eugenia murió muy joven, de cáncer.


En lo que viene a parar uno...

13 comentarios:

Toño dijo...

Que tal! Soy un humilde biólogo aficionado a la fotografía. Si gustan pueden visitar mi espacio el cual esta compuesto de imágenes que plasman ciudades, costumbres, fiestas, familias, insectos y naturaleza de México. Es un pequeño e interesante fragmento de la diversidad de mi país. La dirección es:

http://antoniobichoacuatico.spaces.live.com/

Saludos desde las montañas que saludan al Golfo de México,
Xalapa, Veracruz, México

Toño

Unknown dijo...

Qué lindas fotos!!!!!!

No has cambiado mucho... pero creo que viniste a parar a buen lugar. O sea luego de que Ralph llegué a todos lados y se predique su palabra... desde niño se te notaba la divinidad

jijiji

Un abrazo!

Denise Phé-Funchal dijo...

:)

reyzope dijo...

Puta, qué pispireto te veias...
Seguro te bajabas los mangos con hondilla, te subias el trompo a la una, salias a cazar tenguereches y le hacias coca a las piscuchas durante los vientos de octubre..

Qué chivos dias aquellos, no?

Solo por eso me voy manana al Obispo, a chupar, mientras no me vaya de retache, a gozar el caloron, a ver si no me dan tuerce por la carretera!

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Aniuxa: Así habló Aniuxustra.

Denise: (:

ReyZope: Vieras que no. Desde chiquito era nerd, o ya traía para eso. Aburrido, el mono. Y por la zona de San Miguelito no había muchos tenguereches que digamos, no es mi pasaje. Y, en serio, nunca pudo hacer que una maldita piscucha volara. Nunca. Es un mito: las piscuchas no vuelan. Que el resto de la humanidad sí haya hecho que las piscuchas vuelen es sólo un modo de humillarme. En serio. No hay modo de que esas cosas se pongan en el aire y se queden allí.
Ya me frustré.

Unknown dijo...

Es cierto... las piscuchas no vuelan... se arrastran.

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Vanessa: Es como el chiste aquél de los tipos que están hablando contra los condones:
--Lo malo es que se rompen.
--¡Cierto, cierto! Y además se doblan.
Pinches piscuchas.
Dice Krisma que alguien de signo de fuego (Leo) no puede hacer volar algo que pertenece al aire. Me vale. Las piscuchas NO vuelan por el aire. Por la tierra sí, como bien dices. Y en los camiones de la basura.

reyzope dijo...

Estabas tan jodido con las piscuchas?

Y los trompos, las chibolas, capirucho, capiar calzones?

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

ReyZope: Jodidísimo. Es más: las piscuchas no existen.
Con el trompo, muy bien, cómo no. T con el yo-yo --¡desde luego-- mejor. ¿Te acuerdas de los yo-yos de Coca Cola y Fanta? Había los "provisionales" y los "profesionales", que pesaban más. Te fallaba una pirueta y te andabas volando la cabeza.
En chibolas me ganaba Valdés, un compañero: yo le pegaba a una chibola a cuatro metros, pero él también la quebraba. Nunca supe cómo, porque Valdés era pequeñito, flaco y serio.
Para el capirucho, pésimo. Y nunca le encontré el chiste a verle los calzones a las prójimas, sobre todo después de ver los carterazos, puteadas y arañazos que se llevaron algnos compañeros. Supongo que era parte del encanto, pero para deportes extremos prefiero el matrimonio o la música sacra. (Acabo de conseguir el Stabat Mater de Palestrina y la misa papal. Guau.)

Unknown dijo...

Acabo de leer en LPG que el coro y la sinfónica lo van a ejecutar...

Rafael Menjivar Ochoa dijo...

Aniuxa: ¿Te refieres a tocarlo o a asesinarlo? (Jo jo.)
Acabo de oír los conciertos para oboe de Albinoni. También guau.

René dijo...

En el Atlantis se ponían a capiar más que calzones con una cámara en el baño de mujeres

Ernesto Bautista dijo...

Por lo que me fijo de Valeria, Rafa no fue tan inquieto. Es extraño ver la cara del Bebé Menjivar. Y ver al Menjivar actual hablando de muerte constante y otras intensidades. Saludos muchacho. Gracias por el comentario.