Y más gripe
Y ayer peor que anteayer, y hoy es todavía una hipótesis. Y escribo con lágrimas en los ojos (¿y dónde más, menso?) porque todavía no me tomo el respectivo Panadol, así que se puede decir que para escribir, en los últimos días, he tenido que llorar. Si fuera poeta, ese hecho sería la comprobación de muchas cosas que por sabidas se callan; como sólo soy narrador, nada más puedo hablar de una gripe del carajo. (A los poetas no les da gripe. Sépase. Es otra cosa. Cada uno le llama diferente: "Se me enfermó la musa", "Es la emocionalidad que se me sale hasta por la nariz", "Es que escribí un poema largo; así me pasa".)
Ayer, entradita la noche, caí fulminado --más que dormido-- durante varias horas. Me desperté tan lúcido como fue posible justo en el momento en que Krisma se iba a dormir. Así que puse el Universal Channel y me dediqué a ignorarlo mientras escribía un par de detalles para la Wikipedia y a pasaba en limpio (ahora sí en la Vaio que, ojo, es verde) otro trozo de lo que llevo escrito en mi Denisekhine. Me asusté: diez páginas a mano se han convertido en treinta a máquina (con algunos complementos, un par de ellos sacados de este blog), y llevo escritas a mano casi cien... Si sigo así, unos apuntes personales se van a convertir en una Comedia Humana. (A ver si llego a la parte de la piel de zapa.)
Lo bueno de la Vaio (verde, ejem) es que me permite escribir tirado de panza en el piso, sentado al pie de un sillón con la compu puesta sobre el mismo, con la compu en el descansabrazos y yo cómodamente sentado. Aunque es una laptop (es decir: para poner sobre el regazo), por el lado izquierdo sale aire caliente, y no me voy a hacer eso; ni siquiera la literatura lo vale.
Hay un problema: la señal del router inalámbrico, por algún motivo, no entra en las recámaras, y apenas llega al comedor. Si quiero estar conectado a internet con la Vaio (verde), debo estar en la sala, lo más lejos. Y la tele encendida es una compañera que está conmigo desde hace años, aunque haya cambiado de país, de modelo y de tamaño. Me ayuda a no pensar con tanta rapidez (aunque con gripe... bueno... no soy Flash es sus mejores momentos) y evita que la cabeza se me ponga demasiado densa (aunque con gripe, etcétera). Es casi un vicio, pues, de las épocas en las que vivía solo.
Hoy, por cierto, y sin nada que ver, en Universal Channel, a las 8 de la noche, termina un excelente reality show, dirigido por Stan Lee (¡sí, el creador de Spiderman y los X-Men y Hulk!), llamado Who wants to be a superheroe?. (Sí, ya sé quién ganó, pero quiero saber cómo.) Sensacional, porque en general no se han dedicado a hacer tonterías; la medida no es la cantidad de fuerza o poderes o carisma o zancadillas, sino la ética del superhéroe. Y ya sólo quedan tres, al menos en la versión para América Latina (en "la otra" ya van a empezar la segunda temporada). Stan Lee comenzó a expulsar gente en la primera media hora del primer programa. Una de las pruebas "clave" fue darles 20 dólares y mandarlos a comprar el almuerzo... De allí salieron lecciones severísimas. No por lo que coman los superhéroes, sino porque debían mantenerse en su papel y no perder su identidad secreta. De siete, sólo dos la pasaron: ¡Ah, la humana necesidad de confesar...!
Otra serie que me está gustando es Shark, una de James Woods haciéndola de fiscal de distrito, luego de una carrera de abogado defensor marrullero que defendía a quien le pagara mejor. Woods es un magnífico actor de cine, y dudaba que pudiera hacerla bien al pasar a la tele, pero la hace bien. A Vincent d'Onofrio, Law & Order: Criminal Intent le queda como camisa cuatro tallas más pequeña; quizá Woods sea un actor mucho más versátil.
Y ya que estamos en ésas, Tony Shalhoub siempre fue un excelente actor, pero nunca pudo pasar de los secundarios en las películas. Hay gente que sirve para cargar películas a sus espaldas, hay gente que no. Pero en Monk está que ni mandado a hacer. Otro que es buenísimo para los secundarios, y actúa mejor que muchos protagónicos, es Ed Harris. La ha hecho de todo, desde militar ético hasta psicópata desatado. Pero uno lo ve en Pollock y, sí, su dirección es excelente. Da el papel, pero bien pudo hacerlo Bruce Willis con mejor fortuna. No es que Harris no sea sensacional: es que no funciona como protagónico. Quién sabe qué se necesite para eso.
Voy por mi Panadol. De verdad no vuelvo a escribir con una de ésas entre pecho y espalda, y menos bajo los efectos del Rivotril y la coca de dieta.
Ayer, entradita la noche, caí fulminado --más que dormido-- durante varias horas. Me desperté tan lúcido como fue posible justo en el momento en que Krisma se iba a dormir. Así que puse el Universal Channel y me dediqué a ignorarlo mientras escribía un par de detalles para la Wikipedia y a pasaba en limpio (ahora sí en la Vaio que, ojo, es verde) otro trozo de lo que llevo escrito en mi Denisekhine. Me asusté: diez páginas a mano se han convertido en treinta a máquina (con algunos complementos, un par de ellos sacados de este blog), y llevo escritas a mano casi cien... Si sigo así, unos apuntes personales se van a convertir en una Comedia Humana. (A ver si llego a la parte de la piel de zapa.)
Lo bueno de la Vaio (verde, ejem) es que me permite escribir tirado de panza en el piso, sentado al pie de un sillón con la compu puesta sobre el mismo, con la compu en el descansabrazos y yo cómodamente sentado. Aunque es una laptop (es decir: para poner sobre el regazo), por el lado izquierdo sale aire caliente, y no me voy a hacer eso; ni siquiera la literatura lo vale.
Hay un problema: la señal del router inalámbrico, por algún motivo, no entra en las recámaras, y apenas llega al comedor. Si quiero estar conectado a internet con la Vaio (verde), debo estar en la sala, lo más lejos. Y la tele encendida es una compañera que está conmigo desde hace años, aunque haya cambiado de país, de modelo y de tamaño. Me ayuda a no pensar con tanta rapidez (aunque con gripe... bueno... no soy Flash es sus mejores momentos) y evita que la cabeza se me ponga demasiado densa (aunque con gripe, etcétera). Es casi un vicio, pues, de las épocas en las que vivía solo.
Hoy, por cierto, y sin nada que ver, en Universal Channel, a las 8 de la noche, termina un excelente reality show, dirigido por Stan Lee (¡sí, el creador de Spiderman y los X-Men y Hulk!), llamado Who wants to be a superheroe?. (Sí, ya sé quién ganó, pero quiero saber cómo.) Sensacional, porque en general no se han dedicado a hacer tonterías; la medida no es la cantidad de fuerza o poderes o carisma o zancadillas, sino la ética del superhéroe. Y ya sólo quedan tres, al menos en la versión para América Latina (en "la otra" ya van a empezar la segunda temporada). Stan Lee comenzó a expulsar gente en la primera media hora del primer programa. Una de las pruebas "clave" fue darles 20 dólares y mandarlos a comprar el almuerzo... De allí salieron lecciones severísimas. No por lo que coman los superhéroes, sino porque debían mantenerse en su papel y no perder su identidad secreta. De siete, sólo dos la pasaron: ¡Ah, la humana necesidad de confesar...!
Otra serie que me está gustando es Shark, una de James Woods haciéndola de fiscal de distrito, luego de una carrera de abogado defensor marrullero que defendía a quien le pagara mejor. Woods es un magnífico actor de cine, y dudaba que pudiera hacerla bien al pasar a la tele, pero la hace bien. A Vincent d'Onofrio, Law & Order: Criminal Intent le queda como camisa cuatro tallas más pequeña; quizá Woods sea un actor mucho más versátil.
Y ya que estamos en ésas, Tony Shalhoub siempre fue un excelente actor, pero nunca pudo pasar de los secundarios en las películas. Hay gente que sirve para cargar películas a sus espaldas, hay gente que no. Pero en Monk está que ni mandado a hacer. Otro que es buenísimo para los secundarios, y actúa mejor que muchos protagónicos, es Ed Harris. La ha hecho de todo, desde militar ético hasta psicópata desatado. Pero uno lo ve en Pollock y, sí, su dirección es excelente. Da el papel, pero bien pudo hacerlo Bruce Willis con mejor fortuna. No es que Harris no sea sensacional: es que no funciona como protagónico. Quién sabe qué se necesite para eso.
Voy por mi Panadol. De verdad no vuelvo a escribir con una de ésas entre pecho y espalda, y menos bajo los efectos del Rivotril y la coca de dieta.
9 comentarios:
¿Cómo que los poetas dicen "Se me enfermó la musa", "Es la emocionalidad que se me sale hasta por la nariz"? Se trata tan sólo de congestiones endécasílabas esdrújulas que rebasan la proporción de las Soledades. Y eso que no has visto a los que padecen de verso libres perqué.
aaah mi cabeza! y no tengo panadoles a manoo..
ando con una tos , fiebre, malestar.. y automedicarme no esta funcionando...
Mario: Bueno, pero tú eres un poeta bien tecnificado; los rudos no llegan a tanto.
Y el verso libre no puede ser perqué, sólo el ectesílebe puede ser perqué.
Dandelion: Sencillo: hazte poeta.
Ya somos dos me acaban de inyectar, y me recetaron Loratadina y otras yerbas. Antes que se me complique que ya mañana no pudiera ni hablar, pero usted no se me lapasó,ya estaba así desde el sabado. Saludos y buena salud para todos.
tengo tos y con potenciales de bronquitis, o lo que es lo mismo infección en la garganta. No gripe.
No será un virus que dejaron caer sobre la Casa. :D
Ufa, así mi me acerco. Jajaja.
Un abrazo a los enfermos, que se pongan mejor.
Yo siempre estornudo, a lo mejor soy alérgica innata.
Luego a mi me duelen los oídos...
Este es el post de los lamentos!
Gracias por el término de "Denisekhine" :D... qué sigás mejor, yo pasé por la gripe hace un par de semanas... de muerte...
Ahhh por cierto que me pasa lo mismo con la tele, está allí, prendida, hablando sola, encantadora la desgraciada.
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