Ayer, video y cine
Nuevamente en la edición de video, en concreto uno que se llama Corazón de trapo, de la serie Historias ligeramente estúpidas, producto del taller de La Casa del Escritor. Bien divertido. Ya lo pondré por acá; estoy subiéndolo a YouTube mientras escribo este post. Seguimos con las técnicas de cine mudo, con una cámara de 8mm digital, a falta de una de 35mm, y con el conector USB a falta de film de verdad. Los resultados, con la actuación de la propia gente del taller, siguen siendo muy buenos, creo, y que los trolls (virtuales y reales) digan lo que quieran cuando hagan algo mejor.
Después, a ver películas con Krisma. Hacía semanas que no teníamos la oportunidad de estar juntos y solos para ver cine. (Sí, Vale estaba en su cuarto, dormida, y yo postergué un día más los varios manuscritos que tengo pendientes para lectura; Krisma ya había calificado exámenes, etcétera.)
La primera, con un poco de temor, fue Apokalypto, de Mel Gibson. Lo que leí sobre ella fue en general tan desfavorable que no había tenido el valor de conseguirla; con La pasión de Cristo (una de las películas más perversas que haya visto) tuve más que suficiente, y no quería un remake en versión maya. El propio asunto de la "temática maya" era ya incómodo; un australiano hablando de esas cosas, en un guión escrito junto con un señor de nombre árabe, llama a cierta desconfianza étnica, aunque uno mismo no tenga muy clara la temática ni su propia etnia. ("Aguacatera" llamarían en El Salvador a la mezcla de sangres que uno anda cargando por la vida, en la cual lo maya, si lo hay, no es lo más evidente, ni de lo que más sabe uno).
Lo que nos encontramos fue un buen thriller, con un buen guión y actuaciones excelentes, y "lo maya" tratado de manera tan liberal como antes ha tratado Hollywood a los romanos, etcétera, aunque nada de la caricatura que aún son los --digamos-- mexicanos o puertorriqueños en más de una. Al contrario, me parece que hay una intención de respeto que el guión... bueno... relativiza un poco, pero no rompe. No me pareció mal como una versión de Mad Max o Terminator, pero en otro contexto; si me pongo a buscarle purezas, seguro termino amargado y me pierdo de algo divertido y bien hecho.
Y claro que hay detalles que sacan de onda. ¿Qué hace un perro ladrando en la aldea del personaje central? Si se trataba de un xoloitzcuintle, les salió muy mal por dos motivos: no son así físicamente y además no ladran de ese modo, sino que emiten unos chillidos bien particulares. Vaya y pase, pues. Y ¿qué hace una pantera negra en medio de la selva maya, a la que además le dicen jaguar? La justificación la da el guión, cuando el personaje "surge del lodo", como dice la profecía, bastante negro y diciendo que es la garra del jaguar, etcétera. Además, que yo sepa, e igual me equivoco, los mayas no tenían esos rituales tan sangrientos; de la gente de la región náhuatl, y en especial de los aztecas, no respondo. Claro que está la justificación de que se trata de una civilización que da los últimos pujidos, y así cualquiera se pone loco.
Krisma y yo hicimos el mismo comentario al mismo tiempo: a ese cuate debieron dejarlo ir en paz y no seguirlo; si tiene tanta suerta como para que un eclipse lo salve de ser sacrificado, y para que una pantera... uh... jaguar que lo persigue termine salvándole la vida, lo mejor es no meterse con él.
Nos pasamos un buen rato, pues, y las matancingas no son peores que las que protagoniza Mel Gibson, por ejemplo en Fuimos héroes, que por otra parte me pareció buena a pesar de la moralina familiar del principio y el final.
La otra que vimos fue Viaje hacia el final de la noche, con Brendan Fraser y Scott Glenn. (A este último lo vi hace unos días en Silverado, en el cable. No sé qué tan buen actor sea, pero los papeles que agarra le salen bien, como La caza del octubre rojo y, mejor aún, la del agente Crawford en El silencio de los inocentes.) Me pareció una buena película negra, con toda la sordidez del género. Sobre todo, por fin vi a Fraser hacer un papel en el que no resulta simpático ni un solo segundo, y más bien es un pobre diablo desagradable. Está el caso de La momia, por ejemplo, donde mientras más serio actúe, más se ríe uno. Su papel en El americano es anodino: se nota que quiere ser serio, pero no forzado, y resulta en una actuación de cartón, demasiado premeditada.
Mientras editaba el video, por la tarde, Vale y Krisma estaban viendo Mary Poppins, y me levantaba a cada rato para ver ciertas escenas, como el baile de los pingüinos con Dick van Dyke y la parte en la que el tío Albert está enfermo de risa y eso lo hace volar a ras del techo. (Sí, edito en casa. La compu del trabajo no da para tanto.)
Mary Poppins, debo confesarlo, es la película que más he visto en mi vida, desde niño y hasta ayer, más aún que Quinto elemento, que he visto ya casi treinta veces. También fue la primera que fui a ver al cine, ¡en estreno!, no recuerdo si al Darío o al Central, en 1964, a los cuatro o cinco años de mi edad, junto con mi madre. Por asuntos de trabajo no pude verla ayer completa, pero en estos días la estarán pasando en el Disney Channel, por desgracia en español (aunque la que dobla a Julie Andrews tiene una voz casi tan buena como la suya), pero ¿a quién le dan pan que llore?
Y en todo lo que he estado escribiendo ya subió el video a You Tube, así que aquí se lo presento.
Después, a ver películas con Krisma. Hacía semanas que no teníamos la oportunidad de estar juntos y solos para ver cine. (Sí, Vale estaba en su cuarto, dormida, y yo postergué un día más los varios manuscritos que tengo pendientes para lectura; Krisma ya había calificado exámenes, etcétera.)
La primera, con un poco de temor, fue Apokalypto, de Mel Gibson. Lo que leí sobre ella fue en general tan desfavorable que no había tenido el valor de conseguirla; con La pasión de Cristo (una de las películas más perversas que haya visto) tuve más que suficiente, y no quería un remake en versión maya. El propio asunto de la "temática maya" era ya incómodo; un australiano hablando de esas cosas, en un guión escrito junto con un señor de nombre árabe, llama a cierta desconfianza étnica, aunque uno mismo no tenga muy clara la temática ni su propia etnia. ("Aguacatera" llamarían en El Salvador a la mezcla de sangres que uno anda cargando por la vida, en la cual lo maya, si lo hay, no es lo más evidente, ni de lo que más sabe uno).
Lo que nos encontramos fue un buen thriller, con un buen guión y actuaciones excelentes, y "lo maya" tratado de manera tan liberal como antes ha tratado Hollywood a los romanos, etcétera, aunque nada de la caricatura que aún son los --digamos-- mexicanos o puertorriqueños en más de una. Al contrario, me parece que hay una intención de respeto que el guión... bueno... relativiza un poco, pero no rompe. No me pareció mal como una versión de Mad Max o Terminator, pero en otro contexto; si me pongo a buscarle purezas, seguro termino amargado y me pierdo de algo divertido y bien hecho.
Y claro que hay detalles que sacan de onda. ¿Qué hace un perro ladrando en la aldea del personaje central? Si se trataba de un xoloitzcuintle, les salió muy mal por dos motivos: no son así físicamente y además no ladran de ese modo, sino que emiten unos chillidos bien particulares. Vaya y pase, pues. Y ¿qué hace una pantera negra en medio de la selva maya, a la que además le dicen jaguar? La justificación la da el guión, cuando el personaje "surge del lodo", como dice la profecía, bastante negro y diciendo que es la garra del jaguar, etcétera. Además, que yo sepa, e igual me equivoco, los mayas no tenían esos rituales tan sangrientos; de la gente de la región náhuatl, y en especial de los aztecas, no respondo. Claro que está la justificación de que se trata de una civilización que da los últimos pujidos, y así cualquiera se pone loco.
Krisma y yo hicimos el mismo comentario al mismo tiempo: a ese cuate debieron dejarlo ir en paz y no seguirlo; si tiene tanta suerta como para que un eclipse lo salve de ser sacrificado, y para que una pantera... uh... jaguar que lo persigue termine salvándole la vida, lo mejor es no meterse con él.
Nos pasamos un buen rato, pues, y las matancingas no son peores que las que protagoniza Mel Gibson, por ejemplo en Fuimos héroes, que por otra parte me pareció buena a pesar de la moralina familiar del principio y el final.
La otra que vimos fue Viaje hacia el final de la noche, con Brendan Fraser y Scott Glenn. (A este último lo vi hace unos días en Silverado, en el cable. No sé qué tan buen actor sea, pero los papeles que agarra le salen bien, como La caza del octubre rojo y, mejor aún, la del agente Crawford en El silencio de los inocentes.) Me pareció una buena película negra, con toda la sordidez del género. Sobre todo, por fin vi a Fraser hacer un papel en el que no resulta simpático ni un solo segundo, y más bien es un pobre diablo desagradable. Está el caso de La momia, por ejemplo, donde mientras más serio actúe, más se ríe uno. Su papel en El americano es anodino: se nota que quiere ser serio, pero no forzado, y resulta en una actuación de cartón, demasiado premeditada.
Mientras editaba el video, por la tarde, Vale y Krisma estaban viendo Mary Poppins, y me levantaba a cada rato para ver ciertas escenas, como el baile de los pingüinos con Dick van Dyke y la parte en la que el tío Albert está enfermo de risa y eso lo hace volar a ras del techo. (Sí, edito en casa. La compu del trabajo no da para tanto.)
Mary Poppins, debo confesarlo, es la película que más he visto en mi vida, desde niño y hasta ayer, más aún que Quinto elemento, que he visto ya casi treinta veces. También fue la primera que fui a ver al cine, ¡en estreno!, no recuerdo si al Darío o al Central, en 1964, a los cuatro o cinco años de mi edad, junto con mi madre. Por asuntos de trabajo no pude verla ayer completa, pero en estos días la estarán pasando en el Disney Channel, por desgracia en español (aunque la que dobla a Julie Andrews tiene una voz casi tan buena como la suya), pero ¿a quién le dan pan que llore?
Y en todo lo que he estado escribiendo ya subió el video a You Tube, así que aquí se lo presento.
6 comentarios:
Averigue antes de escribir, compadre!
http://www.ihne.chiapas.gob.mx/fauna/menus/ZOOvirtual/JAGNEGRO.htm
Gracias por el dato. Estaba pensando más bien en el jaguar del centro de México, o en el ocelote (que es más pequeño).
Mi ignorancia --como dice Borges-- es enciclopédica. Ahora me falta un artículo menos.
Como decia Aldana: "No es porque lo hagamos nosotros, pero, que bonito nos quedo". Aunque pense que iba a ser mas largo.
HombreNegro: Tú hiciste el corte... Creo que no calculaste que el video se acelera bastante para dar la velocidad del cine mudo. Tampoco había más que decir.
Me gusta la "escena extra" del final-final. Osmín y Nelson se divirtieron en serio.
Ah: ¿puedes mandarme los créditos? Creo que dirigiste tú y también hiciste la cámara. ¿De quién es realmente el guión? Creo que algunos de los datos son incorrectos, y habrá que actualizarlos; ese día no estaba yo presente.
Y vieras que se ve mejor en formato AVI... Voy a armar un buen DVD.
Jamás en la vida se me pasó por la mente que existiera un jaguar negro. Gracias al amigo anónimo por iluminarnos con su sabiduría.
La escena final del vídeo es de antología. Me dio mucha risa ver cómo se quedan discutiendo por la dama de trapo cuando ésta ya voló.
Lastima que no pude llegar:(
Creo que me apunto en lo de Mary Poppins...despues de ET es la pelicula que más veces he visto.
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