23 de septiembre de 2007

Yo, el colombiano, y cinco años de taller

En uno de mis periódicos ego trips, me topé con la grata noticia de que voy a estar el próximo martes en el festival de cine de Biarritz, en calidad de escritor colombiano, en la presentación de una película que no se hizo de un libro que tampoco escribí. La nota original se puede encontrar aquí, y el párrafo que reproduzco está al final.


Ahora que, ya siendo francos, me siento mal. Van a tener que esperarme con paciencia, porque el 25 por la tarde estaré en La Casa planeando con Johanna Marroquín varias cosas que tenemos en el próximo mes: un festival de teatro escolar con piezas y cuentos de Álvaro Menen Desleal (se hará en El Mirador de Los Planes), la visita de Selva Prieto Salazar (nieta de Salarrué) y Tamara de Anda (bisnieta) para una exposición que se inaugurará por el cuarto aniversario de La Casa y otros menesteres igualmente emocionantes.
O Johanna se quedará esperándome, y también todo lo que tengo pendiente.
Y mira que me habían dicho de todo, pero nunca colombiano...

* * *

Y estamos de plácemes, como dice el lugar común: se cumplen cinco años del taller de La Casa del Escritor.
De quienes comenzaron, el 22 de septiembre de 2002, hombres y mujeres, sólo quedaron las últimas: Krisma Mancía (con quien alcanzaría a casarme y a tener una bebé), Nancy Gutiérrez, Yuleana Juárez (en la última Cultura se publican textos de las dos segundas; no se los pierdan), Judith Barrientos y Tere Andrade. Ésta acababa de ganarse el premio de poesía de la revista Alkimia y de cumplir 18 años. Unos meses más tarde se sumaría Nathaly Castillo, y de allí no paramos hasta ahora, cuando el matriarcado es mucho menos evidente.
Hay una buena docena de libros esperando editorial, fallos en concursos internacionales, fechas de publicación, etcétera.
Hasta ahora ha publicado Krisma (dos libros), y en diciembre aparecerá en Guatemala, en F&G Editores, la novela Las flores, una maravillita de Denise Phé Funchal, compañera del capítulo chapín de La Casa. De lo demás ya iremos dándonos cuenta. Seguro. Cinco años no es mucho tiempo cuando se habla de la formación de escritores, en especial si son buenos.
Hay una nota buena acerca del taller de La Casa aquí, de René Figueroa. Gracias a él (y a una treintena más de compañeros).
Y eso que no hemos hablado aún de los compañeros de video, los de danza, los de periodismo, los de defensa personal...

1 comentario:

Anónimo dijo...

hey, les cerraron el lbog a los cerotes trompudos difamadores? jejejeje, tambien cerraron la Terminal Blogspot!

que mueran los comunistas!