26 de septiembre de 2007

La victoria, con la lucha armada: FDR

No se espanten: el FDR del que se habla en la nota es el original, no el actual. La fecha es 11 de noviembre de 1980.
Krisma estaba buscando anoche un par de cosas que necesito para hoy al mediodía y encontró el manuscrito de una novela mía, desechada (no sé si pueda arreglarse o usarse algo de allí; ya me enteraré). Dentro del manuscrito venía una inmensa página de periódico de ocho columnas --El día, donde yo trabajaba--, que es el doble del tamaño tabloide, y allí una entrevista con mi padre, realizada por France Presse. (Basta con hacerle "clic" para ponerla a un tamaño aceptable.)
Era duro, el viejo. Desde luego que no sabía --yo, ni casi nadie-- que se estaba preparando ya la "ofensiva final" del 10 de enero de 1981. Por esas fechas acabábamos de fundar Salpress, yo estaba empezando a escribir Historia del traidor de Nunca Jamás y el mundo estaba para comérselo a grandes bocados.


Y, ya que no me lo preguntan, diré algo que pienso del FDR actual: que es un nombre pésimamente escogido, y que me parece que hay que retorcerle mucho al concepto para identificarlo con el FDR original. Es un nombre demagógico. No creo que haya muchos, ahora, que puedan reivindicar el nombre del FDR; quizá Rubén Zamora, Héctor Silva y no muchos más, pero andan en otras frecuencias de onda. Otros han muerto. Otros nunca pertenecieron a él. Los objetivos, los métodos y los tiempos eran otros. No estoy contra el FDR, y mal haría, como no estoy contra el FMLN ni el CD. Es una cuestión de orden, nada más.
El FMLN tenía apenas unas semanas de fundado, como se ve en la noticia que aparece inmediatamente arriba de la anterior:

Supongo que yo mismo habré armado las notas. Aparecieron un martes... Uhm. Poco probable. Mi jefe y maestro, Carlos Vanella, descansaba sábados y domingos, y yo domingo y lunes. Quizá el redactor fuera Nicolás Doljanin, hermano y también maestro de muchas cosas. Unos meses después escribiría, él, un libro que fue muy importante para el pais: Chalatenango: La guerra descalza, después de una visita de un mes a varias zonas de guerra y publicado también por El día, que le dio la vuelta al mundo y ayudaría al reconocimiento del FMLN por México y Francia.
En 1983 Nicolás viajaría otra vez a Chalatenango, ya no como corresponsal sino como participante, hasta el final de la guerra. Ahora vive en Buenos Aires. y ha escrito la que a mi juicio es "la novela de la guerra" que tanto hemos buscado.
Falta un editor. ¿Voluntarios?

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