Salieri
Bien, conseguí The Salieri Album y lo estoy oyendo por tercera vez. La idea era escuchar algo suyo por primera vez en la vida, luego de ver toneladas de veces Amadeus, de Milos Forman, que me parece una película sensacional, con todo y que se trata de una ficción (no una mentira; la observación me la hizo ayer Aldebarán) acerca de la relación entre Wolfgang Amadeus Mozart y Antonio Salieri. Se trata de una serie de canciones y arias interpretadas por la mezzo Cecilia Bartoli.
Mis observaciones no van más allá de las opiniones de un neófito de casi todo, y están más cercanas al "me gusta" o "no me gusta".
La mayor parte de las arias me parece que las he escuchado ya, es decir: que otros han tratado sus canciones del mismo modo, con mayor fortuna. Quizá Salieri ejerció influencia sobre ellos, quizá se tratara de convenciones de época: se escribe de cierto modo, lo que pega es esto, las partes de las arias son... Casi se puede ver la partitura y las indicaciones del autor: "Aquí la cantante tiene que ponerse dramática", "Aquí, maestoso, por favor", "Esta parte, con una quieta intensidad convulsiva y serena, ma non troppo". Técnicamente supongo que todo está muy bien --no podría saberlo--; nada más no me emociona mayormente, a lo mejor porque estoy tratando de analizar y no de oír música y nada más. Pero, si hay un problema., es precisamente técnico, más por exceso que por carencia.
Las piezas son de una gran exigencia técnica formal: un montón de trinos, vibratos, escalas ascendentes rapidísimas y descendentes que son otro tanto. Me recuerda a algunas piezas de Paganini (trabajé partituras suyas hace unos años, aun sin ser --yo-- músico; es divertido) o Liszt: las exigencias al ejecutante son casi diabólicas, pero no llevan a una mayor intensidad o a una cierta emocionalidad, sino a decir: "¡Ah! ¡Qué impresionante! ¡Otra, maestro!" Y la pobre cantante esperando que la dejen ir a su casa.
Hay partes en las que se oye sufrir a Cecilia Bartoli para cumplir con la partitura, y no es mujer de sufrir con una partitura difícil. De ella tengo piezas de Vivaldi, y allí se mueve con harta comodidad. Me dicen que también con las óperas de Mozart, pero no me consta.
Para ponernos mala onda, las exigencias de Salieri en algunas de las piezas son mucho mayores que las de, por ejemplo, el aria de la Reina de la Noche, de Mozart, con resultados no tan afortunados. (¡Esa aria es una genialidad!) Es fácil establecer paralelos y contrastes entre Salieri y Mozart: usan convenciones similares, tratan las piezas de manera similar, etcétera, y me da por creer que Salieri lo hacía desde antes y hasta pudo enseñarle mucho de ello. Pero hay un "algo" que hace que lo de Mozart llegue a ser resplandeciente, y lo de Salieri esté "bien".
Con todo, me parece musiquita rica para escuchar un domingo, antes de irme a trabajar a La Casa del Escritor, mientras pienso que el tiempo es sabio, en música, literatura y en cualquier cosa. Hay algo que también me queda claro: Mozart y Salieri eran músicos, y seguro que compartían algo: escribir lo que les tocaba escribir, y hacerlo con placer.
¡Ah, las cosas de las que tiene que hablar uno aunque sea por orgullo...!
Mis observaciones no van más allá de las opiniones de un neófito de casi todo, y están más cercanas al "me gusta" o "no me gusta".
La mayor parte de las arias me parece que las he escuchado ya, es decir: que otros han tratado sus canciones del mismo modo, con mayor fortuna. Quizá Salieri ejerció influencia sobre ellos, quizá se tratara de convenciones de época: se escribe de cierto modo, lo que pega es esto, las partes de las arias son... Casi se puede ver la partitura y las indicaciones del autor: "Aquí la cantante tiene que ponerse dramática", "Aquí, maestoso, por favor", "Esta parte, con una quieta intensidad convulsiva y serena, ma non troppo". Técnicamente supongo que todo está muy bien --no podría saberlo--; nada más no me emociona mayormente, a lo mejor porque estoy tratando de analizar y no de oír música y nada más. Pero, si hay un problema., es precisamente técnico, más por exceso que por carencia.
Las piezas son de una gran exigencia técnica formal: un montón de trinos, vibratos, escalas ascendentes rapidísimas y descendentes que son otro tanto. Me recuerda a algunas piezas de Paganini (trabajé partituras suyas hace unos años, aun sin ser --yo-- músico; es divertido) o Liszt: las exigencias al ejecutante son casi diabólicas, pero no llevan a una mayor intensidad o a una cierta emocionalidad, sino a decir: "¡Ah! ¡Qué impresionante! ¡Otra, maestro!" Y la pobre cantante esperando que la dejen ir a su casa.
Hay partes en las que se oye sufrir a Cecilia Bartoli para cumplir con la partitura, y no es mujer de sufrir con una partitura difícil. De ella tengo piezas de Vivaldi, y allí se mueve con harta comodidad. Me dicen que también con las óperas de Mozart, pero no me consta.
Para ponernos mala onda, las exigencias de Salieri en algunas de las piezas son mucho mayores que las de, por ejemplo, el aria de la Reina de la Noche, de Mozart, con resultados no tan afortunados. (¡Esa aria es una genialidad!) Es fácil establecer paralelos y contrastes entre Salieri y Mozart: usan convenciones similares, tratan las piezas de manera similar, etcétera, y me da por creer que Salieri lo hacía desde antes y hasta pudo enseñarle mucho de ello. Pero hay un "algo" que hace que lo de Mozart llegue a ser resplandeciente, y lo de Salieri esté "bien".
Con todo, me parece musiquita rica para escuchar un domingo, antes de irme a trabajar a La Casa del Escritor, mientras pienso que el tiempo es sabio, en música, literatura y en cualquier cosa. Hay algo que también me queda claro: Mozart y Salieri eran músicos, y seguro que compartían algo: escribir lo que les tocaba escribir, y hacerlo con placer.
¡Ah, las cosas de las que tiene que hablar uno aunque sea por orgullo...!
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